3 trucos rápidos para enfriar tu cerveza
A no ser que seas natural de la Gran Bretaña, disfrutarás mucho más de tu cervecita si está muy fría
Es uno de los placeres del verano: terracita y una cerveza bien fría. Si la tomas en un bar, no hay problema porque ya se encargan ellos de servírtela fresca, pero en casa hay veces en que se te olvida meterla en la nevera o no lo haces con el tiempo suficiente.
Aquí te van tres trucos que aunque no son la purga de Benito, te ayudarán a que coja la temperatura deseada mucho más rápido:
1- Envolverla en un papel mojado
Es tan fácil como envolver la lata o el botellín en un papel de cocina y meterlo bajo el grifo. Introdúcelo después en el congelador y espera unos cinco o siete minutos y tendrás tu cerveza fresquita. Te aconsejamos poner un reloj de cocina para que no se te pase el tiempo ya que si lo dejas demasiado corres el peligro de que el líquido se congele y te estalle.
2- Vasos al congelador
Es un truco muy utilizado en los bares y te puede servir para cualquier tipo de refresco. Solo tienes que tener en el congelador unos cuantos vasos o jarras de manera permanente. En el momento en que vayas a servir las cervezas sacas los que necesites y la temperatura del recipiente hará que baje un par de grados o tres de manera inmediata.
3- Agua con hielo y sal
Pon agua con sal en un recipiente. Introduce después la cerveza y unos cuantos hielos y remueve durante un minuto . La explicación está en que la sal, para disolverse necesita temperatura – de ahí que se utilice para derretir el hielo de las carreteras – y ¿de dónde la toma?: de lo más caliente que encuentra, que es tu bebida, y también del agua, que al subir de temperatura derretirá los hielos a más velocidad provocando un enfriamiento más rápido.