Torrijas de naranja con mi especial salsa de caramelo
Doradas por fuera e increíblemente tiernas, lechosas y cremosas por dentro...¡ imposible comer solo una!
Hablamos de la receta mas venerada por todos en estos días: ¡las torrijas!.
Pese a tener un origen humilde, su fama ha crecido tanto con el paso de los años que no hay lugar en todo el país donde no se consuma este pan húmedo y dulce extremadamente delicioso, del que tenemos constancia escrita ya en el siglo XVII, aunque antes, los romanos en el siglo I hacían una especie de torrija con galletas de trigo, bañadas en leche y tostadas en aceite.
Las torrijas son indiscutiblemente la mayor tentación en estos días de Semana de Santa y ahora que nos encontramos confinados en casa prepararlas en familia puede ser un momento fantástico, único y muy especial para todos.
Existen muchas versiones de torrijas: con leche y canela, con vino, con almíbar, con café, con chocolate, o mis favoritas, de naranja y caramelo, con la que todos tus sentidos bailarán de felicidad nada más probarlas. Eso si, solo tienen un inconveniente, y es que es completamente imposible comer solo una.
Dificultad: Baja
Tiempo de preparación: 1 hora
Ingredientes
1 barra de pan de torrijas
1 litro y ½ de leche semidesnatada
1 vaso grande de vino moscatel
dos naranjas
4 ramas de canela
2 huevos
aceite de oliva suave
Para el caramelo
1 taza de azúcar
2 cucharadas generosas de mantequilla
¼ vado de nata
pizca de sal
ralladura de naranja
Pasos
1.- En una cazuela calienta la leche, las ramas de canela, el azúcar, la piel de una naranja entera y la ralladura de la otra.
2.- Cuando la leche comience a humear vierte el vino moscatel. Remueve, prueba y rectifica su dulzor al gusto. Cuando comience a hervir retira del fuego, cubre con una tapadera y deja que enfríe por completo. Después pasa el resultado por un colador y conserva las ramas de canela para decorar.
3.- Bate los huevos hasta doblar su tamaño.
4.- Corta el pan en rodajas gruesas de 1 cm y medio aproximadamente y sumérgelas en la leche fría infusionada, asegurándote de empapar completamente todo su interior. Después, coge la rebanada moviendo de arriba hacia abajo con decisión para retirar el exceso de leche.
Pásalas por el huevo batido y de nuevo mueve de arriba hacia abajo con decisión y muy rápidamente.
5.- Seguidamente fríelas en la sartén con abundante aceite de oliva muy caliente (Nunca superes la mitad de la sartén ya que al poner el pan el aceite subirá y si has puesto demasiada cantidad se desbordará).
El aceite debe estar en su punto más alto de calor para que rápidamente selle el pan y no penetre nada de aceite en el interior. Es preferible que frías de pocas en pocas para que la temperatura del aceite no baje bruscamente.
6.- Sin moverlas de la sartén deja que se forme una dorada costra y después voltea por el otro lado.
7.- Retira tus torrijas de naranja a una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Sentirás una terrible tentación por comerlas, aguanta un poco más y verás como puedes mejorarlas todavía más.
8. ¡Vamos a preparar mi especial salsa de caramelo!
En una sartén antiadherente pon a calentar el azúcar a fuego medio alto. Sin mover absolutamente nada deja que el azúcar caramelice lentamente y cuando empiece a derretir aproximadamente un 75% menea la sartén haciendo pequeños círculos.
Añade la mantequilla, la nata, la ralladura de la naranja y una pizca de sal. Apaga el fuego y con unas varillas integra todos los ingrediente hasta que deje de burbujear y se convierta en una aterciopelada crema de caramelo.
Con el resto de la leche baña las torrijas para que queden bien lechosas y suaves en su interior.
Presenta la torrija en un plato con 2 o 3 cucharadas más de leche, una fina rodaja de naranja…
… el caramelo y por último.
… una ligera llovizna de canela en polvo.