13 platos baratos...para subir la cuesta de enero
Después de un mes de diciembre lleno de excesos, toca apretarse el cinturón y ajustar el presupuesto. La buena noticia es que es posible comer rico y barato.
Patatas, pasta, legumbres, huevos... son algunos de los “clásicos” a los que recurrimos cuando no hay demasiado presupuesto (o no nos ha dado tiempo a hacer la compra), pero hay muchos otros productos en el mercado que nos permiten comer estupendamente sin necesidad de gastar mucho. Algunos trucos que nos pueden ayudar en esa tarea son, por ejemplo, consumir alimentos de temporada (o congelados), elegir cortes de carne menos vistosos (pero igual de sabrosos), o comprar pescados económicos, a los que se puede sacar mucho partido en la cocina. Repasamos 13 platos baratos para subir la cuesta de enero mucho más cómodamente.
1 PATATAS A LA RIOJANA
Las patatas han sido siempre un recurso barato y fácil para llenar el estómago por poco dinero. De hecho, el recetario español está plagado de platos a base de este tubérculo que vienen de épocas de escasez, pero que son deliciosos: tortilla de patata, ensaladilla, a lo pobre, guisadas, a la importancia… Una de las recetas más reconfortantes (y contundentes) son las patatas a la riojana, también llamadas patatas con chorizo. Sólo es necesario rehogar las patatas peladas y chascadas (para que suelten almidón, y el caldo quede más trabado), en un poco de aceite en el que habremos salteado brevemente un diente de ajo y un chorizo de sarta cortado en trozos gruesos. Luego sólo queda cubrirlas con agua, añadir sal, una hoja de laurel, y dejar cocer hasta que estén tiernas.
2 ESPAGUETIS A LA CARBONARA
La pasta es otro de esos alimentos baratos y siempre a mano, con los que salir de cualquier apuro (también económico). Los macarrones con tomate, o con chorizo son quizá el plato más recurrente, pero la carbonara es una fórmula algo más sofisticada, y que no encarece demasiado el presupuesto. Si no tenemos guanciale, podemos freír un poco de panceta fresca en trocitos. Luego, batir unas yemas de huevo con queso rallado (lo suyo es usar parmesano o pecorino, pero vale perfectamente queso manchego o cualquier otro queso de oveja curado), mezclarlas con la pasta recién cocida con un poco de su agua de cocción, y añadir la panceta. Dar unas vueltas en la sartén a fuego muy suave, y servir con un toque de pimienta.
3 SOPAS DE AJO
¿Hay algo que apetezca más en una noche fría de invierno que una sopa calentita? Las sopas de ajo (o castellanas) son de las más simples que existen, y, sin embargo, resultan deliciosas. Los ingredientes son sencillos y baratos a más no poder: pan duro, ajos, aceite, pimentón, agua y sal. Como tampoco encarece mucho, lo normal es enriquecerlas con unos taquitos de jamón o chorizo, y huevo, para conseguir un plato completo. Basta sofreír unos dientes de ajo en láminas en un poco de aceite, añadir el jamón (si se va a echar), el pimentón, el pan duro en rodajas finas, dar unas vueltas, cubrir con agua y dejar cocer. Corregir de sal y, a última hora, agregar un huevo por persona.
4 LENTEJAS ESTOFADAS
Una cesta de la compra económica no puede estar completa si no incluye legumbres. Son nutritivas, baratas y se pueden cocinar de mil maneras. Hasta los cocineros más inexpertos podrán hacer unas lentejas estofadas sin mucha dificultad. Sólo es necesario tener la precaución de ponerlas en remojo unas horas, y después colocarlas en una cazuela con una cebolla y una zanahoria en trocitos, un tomate maduro, un diente de ajo, una cucharadita de pimentón, un chorro de aceite, una hoja de laurel, y sal, y cocer hasta que estén tiernas. Evidentemente, se pueden completar con chorizo, y, a la hora de servir, quedan estupendas (y mucho más nutritivas) con un poco de arroz blanco.
5 ARROZ “TRES DELICIAS”
El arroz es un alimento básico en la dieta de millones de personas en el mundo, e indispensable en multitud de platos típicos españoles, empezando por la paella. Sin embargo, si lo que pretendemos es elaborar un plato económico, sin recurrir a mariscos u otros ingredientes más costosos, podemos hacer un arroz con pollo, con verduras, o la versión casera del arroz tres delicias chino. Sólo es necesario saltear en una sartén arroz cocido (sirven unas sobras de arroz blanco), con unos taquitos de jamón cocido, unos guisantes (congelados o de lata), trocitos de zanahoria hervida, y una tortilla francesa cortada en tiritas. Para terminar, un chorrito de salsa de soja dará al plato un toque más oriental. Por supuesto, y si el presupuesto lo permite, se pueden añadir unas gambas peladas (pueden ser congeladas).
6 REPOLLO RELLENO
Las verduras son imprescindibles en nuestra alimentación, y, con un poco de trabajo e imaginación, podemos conseguir un plato de lujo con los ingredientes más humildes. El repollo, por ejemplo, siempre está disponible, y aunque está delicioso simplemente rehogado con un poco de ajo, si nos animamos a rellenarlo, veremos que el resultado merece la pena. Es necesario escaldar las hojas más grandes para que se vuelvan más flexibles (eliminando el nervio central) y hacer una especie de paquetitos que podemos rellenar al gusto, con sobras de carne, arroz, o carne picada aliñada (como para hacer albóndigas), y guisarlos con tomate, o en una salsa básica, elaborada a partir de un sofrito de cebolla, con un poco de harina para espesar, y caldo (vale también agua con una pastilla de caldo). Hay quien reboza los paquetitos para hacerlos más jugosos.
7 COLIFLOR CON BECHAMEL
Otra receta de verduras que suele gustar a todo el mundo (incluso a quienes no son demasiado aficionados a lo “verde”), es la coliflor con bechamel. Esta cremosa y rica salsa convierte la coliflor en un plato de fiesta. Tan sencillo como cocer la verdura en ramitos, cubrirla con salsa bechamel y gratinarla unos minutos, con un poco de queso espolvoreado por encima.
8 POLLO AL HORNO
Sabroso, versátil y económico. El pollo es una de las carnes preferidas por los consumidores, pero, si se quiere ahorrar, lo mejor es comprar el pollo entero (se puede pedir al pollero que nos lo despiece, y usar las pechugas para hacer a la plancha, por ejemplo, y los cuartos traseros para guisar). El pollo al horno siempre es una buena opción y, para prepararlo, sólo necesitamos algunas hierbas a nuestra elección, un poco de sal y, si se quiere, un limón cortado en 2. A media cocción es buena idea regarlo con un poco de vino blanco, y es importante asarlo a fuego medio (unos 180º) para que las pechugas se cuezan bien. Para aprovechar el horno (que la energía también está por las nubes), podemos asar unas patatas para completar la comida.
9 CONEJO AL AJILLO
Casi todos tenemos unos cuantos productos que compramos automáticamente en el mercado o en el súper, sin pensar a veces, que hay otras alternativas. La carne de conejo, por ejemplo, no goza de la popularidad del pollo, pero es una opción sana, ligera y, también económica. Puede guisarse, o añadirse a un arroz para que cunda más, pero una de las recetas en las que más brilla es al ajillo. Para ello, sofreímos las presas de conejo salpimentadas, y, en el mismo aceite que nos quede, añadimos unos cuantos dientes de ajo cortados muy finos. Antes de que oscurezcan, agregamos a la cazuela un buen chorro de vino blanco y completamos con agua y un poco de sal. Dejamos cocer hasta que la carne esté tierna y servimos con alguna guarnición como patatas fritas, arroz blanco, o una buena ensalada verde.
10 CERDO EMPANADO
Algo tan simple como un filete empanado puede resultar delicioso... si está bien hecho. Si optamos por filetes de pierna (jamón), serán más económicos e igual de ricos. Para que queden perfectos, lo ideal es aplanarlos un poco, salarlos, pasarlos por harina (sacudiendo bien el exceso), huevo batido y pan rallado. Luego freírlos en aceite bien caliente y dejar escurrir un poco sobre papel de cocina, o una rejilla, antes de servir.
11 OSSOBUCO DE TERNERA
Los guisos tienen la virtud de sacar partido a los cortes de ternera que no quedarían bien a la plancha o asados. Sin embargo, esos cortes menos nobles, quedan fantásticos con el tratamiento adecuado. El ossobuco (morcillo con hueso), es uno de los mejores ejemplos. Sólo hay que marcarlo brevemente en la cazuela con un poco de aceite, retirarlo y, en ese mismo aceite, rehogar cebolla y zanahoria. Volver a poner la carne, cubrirla con vino o agua, y dejar cocer hasta que esté muy tierno (se gana tiempo si se hace en la olla express). Para darle un toque distinto, se puede añadir una mezcla de ajo y perejil picados con una cucharada de cáscara de limón rallada.
12 CORVINA A LA BILBAÍNA
Una compra económica no tiene por qué prescindir del pescado. Existen multitud de especies muy accesibles y fáciles de preparar: caballa, jurel, sardina, bacaladilla… Y, por supuesto, los pescados procedentes de la acuicultura. La corvina, por ejemplo, resulta fantástica si la hacemos al horno (cuidado con no pasarnos de tiempo), y le añadimos, nada más salir del horno un refrito de ajos, guindilla y un chorrito de vinagre.
13 MEJILLONES A LA MARINERA
¿Quién dijo que el marisco no puede ser barato? Los mejillones son económicos, deliciosos, y muy fáciles de preparar. La única precaución que hay que tener al hacerlos es evitar que se pasen de cocción. Por eso, si los hacemos en salsa, o a la marinera, hay que preparar previamente la salsa y, cuando esté casi lista, añadir los mejillones para que se abran y suelten su agua. Una receta sencilla consiste en sofreír cebolla y ajo muy picados, y cuando estén transparentes, añadir un par de tomates maduros rallados, y un poco de vino (no añadir sal, porque los mejillones ya tienen bastante). Dejar cocer hasta que se evapore el alcohol y añadir los mejillones. Si lo queremos “bordar”, espolvorear con un poco de perejil fresco picado antes de servir. Por cierto: quedan estupendos como “salsa” de unos espaguetis cocidos, y admiten muy bien un toquecito de guindilla.