Fricasé de pollo, receta francesa para el otoño
Es uno de los platos más representativos de Francia, caracterizado por su cocción lenta en una salsa cremosa blanca que resalta la suavidad del pollo. Aunque también se prepara con otras carnes, la versión con pollo es la más popular.
El fricasé de pollo utiliza ingredientes básicos como champiñones, vino blanco y nata. Se dora el pollo en mantequilla antes de añadir el líquido (caldo o vino), y se cocina lentamente para lograr una textura suave y una salsa deliciosa.
Historia y origen del Fricasé de pollo
La fricasée de poulet o el fricasé de pollo, es uno de los platos más emblemáticos de la cocina francesa, caracterizado por su método de cocción lenta en una salsa blanca o amarillo suave cremosa que resalta la suavidad de la carne de ave.
Aunque se pueden hacer fricassées de otros tipos de carne, como cordero o ternera, la versión con pollo es la más clásica y popular. La preparación tiene sus raíces en la Edad Media y ha evolucionado hasta convertirse en un plato refinado presente en muchos hogares franceses.
Origen y Evolución del Fricassée
La fricassée tiene un origen que data de varios siglos atrás. El término "fricassée" se refiere a una técnica de cocina que consiste en dorar la carne en grasa antes de cocinarla en un líquido, generalmente caldo o vino blanco.
A diferencia de la blanquette, donde la carne se hierve primero, en la fricassée el pollo se cocina directamente en la salsa, lo que permite que la carne absorba más sabores.
Según escritos de Urbain Dubois en 1876, la fricassée de poulet se cocinaba con mantequilla y harina, y se servía con una salsa enriquecida con crema y huevos, un método que sigue siendo utilizado hoy en día, (Meilleur du Chef)
La receta clásica
El fricasé de pollo combina ingredientes simples pero sabrosos, como pollo, champiñones, vino blanco, nata y pequeños vegetales.
El proceso tradicional comienza dorando el pollo en mantequilla hasta que toma color dorado, luego se añade caldo o vino, y finalmente se incorpora la nata para crear una salsa espesa y rica.
Este plato se cocina a fuego lento, lo que permite que el pollo quede jugoso y bien impregnado de la salsa. La receta original también permite el uso de brandy Armagnac para flambear el pollo, un toque que añade profundidad de sabor.
Versiones del Fricasé de pollo
A lo largo de los años, el fricasé de pollo ha tenido diversas variaciones regionales en Francia. En Normandía, por ejemplo, se incorpora sidra y nata para un toque más local, mientras que en la región de Borgoña, se utilizan vinos blancos más secos y champiñones para intensificar el sabor.
Además, hay recetas que incluyen ingredientes como aceitunas o pequeñas cebollas, lo que agrega matices interesantes a este plato tradicional.
El Fricasé en la actualidad
Hoy en día, el fricasé de pollo sigue siendo un plato apreciado tanto en restaurantes como en la cocina casera francesa. Aunque existen versiones modernas más ligeras o rápidas, la receta tradicional ha permanecido intacta en muchos hogares, especialmente en las comidas familiares dominicales.
Su popularidad ha traspasado fronteras, y es común encontrar versiones adaptadas en otros países europeos e incluso en América.
Curiosidades sobre la Fricasé de pollo
- Nombre en desuso: Aunque es un plato ampliamente conocido, el término "fricassée" es considerado algo arcaico por muchos cocineros modernos, quienes prefieren describirlo simplemente como un guiso de pollo.
- Plato de Reyes: En el siglo XVII, la fricassée era un plato servido en las mesas de la nobleza, apreciado por su técnica de cocción lenta y su salsa cremosa, que en ese entonces era considerada un lujo.
- Fricassée Internacional: Si bien su origen es francés, la fricassée ha sido adoptada en otros países con ingredientes locales. Por ejemplo, en los Estados Unidos, se prepara a menudo con maíz y frijoles como acompañamiento,
Receta de fricasé de pollo
Ingredientes
- Cebolla – 1 unidad
- Ajos –2 dientes
- Pechugas de pollo – 4 unidades
- Champiñones – 250 g
- Harina- 1 cucharada
- Pimienta –al gusto
- Sal – al gusto
- Mostaza – 2 cucharaditas
- Vino blanco – 200 ml
- Caldo de pollo – 150 ml
- Nata para cocinar ligera – 60 ml
- Perejil picado – al gusto
- Aceite de oliva virgen extra – 2 cucharadas
Preparación
- Comienza limpiando los champiñones. En lugar de pasarlos directamente por el grifo, que podría alterar su textura y sabor, lo mejor es sumergirlos en agua. Usa un colador grande para mantenerlos sumergidos y agítalos suavemente para eliminar la tierra.
- Si no tienes un colador grande, puedes usar uno pequeño y repetir el proceso en varias tandas. Llena un recipiente grande con agua y coloca el colador con los champiñones dentro.
- Con un cepillo suave, como uno de dientes ligeramente húmedo, frota cada champiñón para eliminar las partículas de tierra que puedan quedar. Luego, sumerge de nuevo los champiñones en agua limpia y escúrrelos.
- Cuando los champiñones estén limpios, córtalos en rodajas no demasiado finas, ya que reducirán su tamaño al cocinarse. Reserva los tallos para otras preparaciones, como una salsa.
- Pela y corta la cebolla en trozos pequeños.
- En una sartén, calienta aceite de oliva y sofríe la cebolla durante unos tres minutos, removiendo de vez en cuando.
- Mientras tanto, corta las pechugas de pollo en trozos medianos y sazónalas con sal y pimienta al gusto.
- Añade el ajo picado y los trozos de pollo a la sartén con la cebolla y cocina hasta que el pollo esté dorado por fuera.
- Incorpora la harina poco a poco y mezcla bien con una cuchara de madera para integrar los ingredientes.
- Añade el vino blanco, el caldo y la mostaza, removiendo para que se mezcle todo bien.
- Agrega los champiñones escurridos y cocina a fuego lento durante 15 minutos para que el pollo y los champiñones absorban todos los sabores.
- Finalmente, apaga el fuego y añade la nata para cocinar ligera. Prueba la preparación y ajusta de sal si es necesario. Espolvorea perejil picado por encima antes de servir.
- ¡Y ahora a disfrutar de este delicioso fricasé de pollo!
En conclusión, el fricasé de pollo sigue siendo una muestra exquisita de la cocina francesa tradicional.
Su combinación de sabores suaves y su método de cocción lo convierten en un plato ideal para compartir en familia.
Ya sea en su versión clásica o adaptada, la fricassée de poulet es un ejemplo de cómo la cocina tradicional francesa ha sabido mantener su relevancia a lo largo de los siglos.
Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.