Dani Rovira lanza un libro de microcuentos al puro estilo Paulo Coelho
El actor Dani Rovira aparca los chistes para potenciar su vena de escritor. Con "Agujeras en las alas" lanza al mundo 88 microcuentos para agradecer su ilusión al niño que inspiró su carrera
El actor y humarista Dani Rovira ha publicado Agujetas en las alas y 88 razones para seguir volando (Aguilar), un libro en el que recopila los microcuentos que ha escrito durante los últimos tres años.
En una entrevista concedida a Europa Press el pasado jueves, estas pequeñas historias llegan a las librerías en un intento por regresar a sus orígenes, puesto que la narración oral fue el "pistoletazo" de salida de su carrera artística que crecío en el teatro y alcanzó la fama en el cine.
Algunas de las historias publicadas en este libro han sido publicadas en su cuenta de Twitter y muchas otras han permanecido en la intimidad hasta la publicación de esta recopilación que, según señaló Rovira, bebe de la obra de Ramón Gómez de la Serna, de quien se cofiesa admirador.
Los textos publicados por Rovira van acompañados por las ilustraciones de Mónica Rivas, quien aporta su particular visión de estas narraciones, en las que representa imágenes imposibles y oníricas, en las que el color y el blanco y negro conviven.
El conocido actor dedica el libro a un niño cuyo nombre desconoce pero al que por primera vez vio contar un cuento en una plaza de Málaga cuando él tenía 16 años. "Sus ojos grandes, su forma de narrar, sus manos inquietas y su sonrisa conciliadora me empujaron irremediablemente a contar cuentos como él", escribe Rovira.
Según ha señalado, le dejó con la "boca abierta" al ver lo que había ocurrido y decidió contar ese mismo cuento. Nunca más supo nada acerca de ese niño y ni siquiera sabe de quién se trata, pero le gustaría poder agradecérselo.
El humorista cuenta a la agencia Europa Press que los microcuentos le han servido como herramienta para poder expresar sentimientos más allá del humor de sus monólogos y de sus películas. "Yo me di a conocer con la comedia, pero a una parte de mí le gusta trabajar con las emociones", ha dicho.
A pesar de la sorpresa de muchos por esta nueva faceta, el protagonista de Ocho apellidos vascos aclaró que comenzó su carrera como cuentacuentos en diversos locales hasta que empezó a trabajar como monolosguista en Paramount Comedy. Después llegó El Club de la comedia y el séptimo arte, que le ha convertido en una de las caras más conocidas del panorama actual.
El amor, la nostalgia y la ilusión son alguanas de las sensaciones que estos pequeños relatos le permiten transmitir al lector, coo si se tratara de un canal a través del cual pudiera desahogarse, según ha señalado.
También hay espacio para la dimensión social. "Queridos Reyes Magos: este año solo os pido trabajo para mamá y para papá, para mamá y parapapá. Posdata: la trompeta que pedí puede esperar", relata en uno de estos cuentos. "Es positivo que los cuentos diviertan, pero también tienen una parte transformadora", ha dicho Rovira.