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Los cuatro desgraciados aciertos del libro de moda de Losantos

Atina el periodista con los tiempos de su nuevo libro, oportuno tras el 20D y adecuado para los regalos de Reyes. Pero sus aciertos van a disgustar a muchos poderes. Como siempre, por cierto

Federico Jiménez Losantos, Los años perdidos de Mariano Rajoy. La Esfera de los Libros, Madrid, 2015. 680 p. 22,90 € Ebook 8,99 €

Publicado por
Pascual Tamburri

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Ha estado de moda, entre los aduladores del presidente en funciones, atribuir a Mariano Rajoy una “genial gestión de los tiempos”, queriendo con esta expresión –entre otras cosas- legitimar la inacción y pasividad del –mal que le pese- líder de la derecha española. Ni se si es tan genial ni se si es rentable el servilismo, pero sí puedo garantizar una cosa: mucho más oportuno en los tiempos y modos ha estado el periodista Federico Jiménez Losantos al presentar y ofrecer su más reciente libro, no por casualidad titulado Los años perdidos de Mariano Rajoy.

Federico Jiménez Losantos tiene la cualidad innegable de no dejar a casi nadie indiferente. Incluso a sus más sangrientos enemigos políticos y personales parece, como es, un hombre culto con una capacidad de comunicación excepcional. Tiene sus devotos y tiene sus detractores despiadados; y tiene también compañeros de ruta que ni pueden evitar admirarlo ni pueden compartir todo su credo liberal. Este libro marcará aún más los límites entre los unos y los otros: en Los años perdidos de Mariano Rajoy vemos un retrato vital del presidente en sus años de actividad pública, pero en especial desde su designación para la herencia de José María Aznar hasta el final de su legislatura de mayoría absoluta 2011-2015.

Losantos encuentra en estos años cuatro fases claramente distintas en la biografía del más reciente Rajoy: un Rajoy ministro-heredero (y como vicepresidente frecuente sustituto de Aznar); un opositor neto y directo a Zapatero, entre 2004 y 2008, cuando lideró de verdad una derecha social movilizada y unida como nunca; un opositor-sucesor, en nombre del consenso, entre 2008 y 2011, cuando cambió el PP y cambió, aunque a menudo sin decirlo, de rumbo; y un gobernante-heredero, que llegó al poder con un programa opuesto a ZP y se mantuvo en él siguiendo muchas de sus principales políticas. Y este retrato del presidente nos viene dado en una introducción del autor, que en síntesis es un retrato completo de Rajoy y su entorno también antes de Aznar, y una selección por años de los artículos publicados por Losantos que nos anuncian el Rajoy de 2015.

Losantos acierta, creo yo, en ver en Mariano Rajoy un hombre ajeno a la derecha moderna, en general a cualquier derecha del siglo XX; es un hombre de la reacción, no siempre para mal, con la vista en el pesimismo y el pasado, sin fe en el futuro. No confía en los suyos demasiado a menudo, y ha preferido confiar más en los enemigos y evitar las batallas directas. Quizá el Rajoy de 2004-2008 no era del todo el verdadero Rajoy. Lamentablemente, nunca terminaremos de saberlo. No creo en cambio que esa posición pueda asociarse a cualidades que innegablemente tiene, como el ser un buen parlamentario, un hombre inteligente y una persona culta; no vaya a ser que terminemos como la izquierda considerando pecaminoso haber leído a Gonzalo Fernández de la Mora.

Otro acierto de Losantos, por desgracia, está en ver en la rendición ante ETA, heredada de Zapatero vía Faisán y confirmada en las excarcelaciones y legalizaciones, al menos, una de las políticas decisivas de la legislatura de Rajoy. Lo cierto es que hasta 2008 hubo otra posición del PP y del presidente ante las víctimas, y ciertos poderes impusieron este cambio que a largo plazo, y antes, se demostrará catastrófico para España.

España, cuya unidad era un valor común indiscutible de la derecha, no ha sido la prioridad de esta legislatura. Losantos recoge el recorrido catalán de Rajoy ante Mas y sus proyectos, y lo cierto es que la unidad no ha sido la prioridad de este centroderecha con nombre de centro y programa sumiso a la izquierda.

Quizá en el cuarto acierto mayor de Losantos está la explicación de esa rendición de Rajoy: en los medios de comunicación el PP no ha tenido una política propia, se ha sometido como en muchas otras cosas a lo heredado de ZP y se ha dejado hacer por los grandes grupos, que viven de lo público, tanto las listas como las políticas. Y por eso en muchas cosas han mandado más Soraya Sáenz de Santamaría y Prisa que el mismo Rajoy.

El libro, con sus aciertos y sus aristas, tiene la inmensa ventaja de la prosa fluida y agradable de Losantos, y la virtud de poner en unas páginas muchos de los dolores y heridas de la derecha española. Lo que no hace, más allá de ponerles el rostro del presidente saliente, es darles solución. Porque aún no la tienen, pero seguro que quien la dé habrá leído este libro.

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