La elección de una pajarita enfada a los seguidores de Isabel Preysler
La reina del papel couché fue el centro de atención de los medios hasta que otra pareja les robó los flases. Ella, que quería ser la comidilla en la gala de los Goya 2016, se quedó muda.
Isabel Preysler vivió un drama digno de una de las novelas de su querido Mario Vargas Llosa. Ella, que se esforzó por ser la más elegante de la noche en los premios de la Academia del Cine, se llevó un gran chasco cuando a eso de las 21:10 un irreconocible Pablo Iglesias pisó la alfombra roja vestido con esmoquin y pajarita.
El líder de Podemos dio la gran sorpresa en los previos a la gala de los Goya 2016 al mostrar una imagen muy diferente a la que tiene acostumbrados a los españoles, incluido al Rey Felipe VI. Recuerden que el político visitó Zarzuela sin corbata, ni chaqueta, con vaqueros y camisa blanca remangada. Por primera vez, Iglesias dejó de lado su característica imagen, camisa de supermercado incluida, y se plantó un traje de gala para estar a la altura de las circunstancias. Junto a él posó sin corbata el secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez, que durante unas horas olvidó la política para disfrutar de la magia del cine.
Albert Rivera acudió acompañado de su novia y Alberto Garzón siguió la estela del dirigente morado con una corbata que no pasó desapercibida.
La noche fue de parejas y la de corazones, la del papel couché, Isabel y Mario tuvo su momento de gloria a pesar de todo. Los reporteros se arremolinaron en torno a ellos para conocer sus primeras impresiones. Llamó la atención que esta vez el protagonista fuera él, que para algo es el encargado de entregar el Goya al Mejor Guión Original. Ella acudió vestida de Naeem Kham, un look en negro y plateado y con joyas de Rabat, y se mantuvo en un segundo plano mientras su acompañante atendía a los medios.
Los admiradores de Isabel esperaban más. La querían a ella brillando sobre el resto de estrellas del mundo cinematográfico. Lo reclamaron en Twitter mientras otros invitados ocuparon su lugar ante el photocall.
La naturalidad de Penélope Cruz y Javier Bardem posando juntos por primera vez en una alfombra roja sorprendió a todos. La pareja es poco amiga de acudir junta a eventos públicos, donde incluso entran por separado sin posar para los fotógrafos. Esta vez llegaron sonrientes y solo se alejaron para que él pudiera posar con su madre, Pilar Bardem.
La actriz, nominada en esta edición de los Goya por su papel en Ma ma, de Julio Medem, llevaba un vestido negro, con escote palabra de honor en tonos dorados, de Versace Atelier.