El Teatro Bodevil carga contra Carmena por dejar morir su proyecto
Una sanción impuesta a los antiguos gestores obliga al espacio a cerrar sus puertas hasta que el juez decida si bajan el telón definitivamente. Pidieron ayuda a Ahora Madrid sin éxito.
El Ayuntamiento de Madrid cerró el pasado martes las puertas del Teatro Bodevil ante la mirada atónita de los 88 trabajadores que se quedarán sin empleo hasta que los responsables de la empresa encuentren un nuevo local donde continuar con su actividad. Como si de un desahucio se tratase los empleados esperaron a las dos funcionarias municipales y a los seis policías del distrito de Tetuán con carteles en los que se leía: "El teatro muere" o "El teatro es cultura".
Un alegato que el equipo municipal de Manuela Carmena se negó a escuchar de Isaac Forcada, actual director de la sala, a pesar de sus esfuerzos para que los activistas del Consistorio se implicaran tan a fondo en esta expresión cultural como lo han hecho en otras causas.
Forcada tachó de "incomprensible" la postura actual del Gobierno municipal y reclamó que la actitud de la alcaldesa "duele" cuando el mundo de la cultura fue uno de sus mayores apoyos durante la campaña electoral. "Esta semana hemos tratado de parar todo esto. Hemos tenido respuesta de todos los grupos políticos excepto de Ahora Madrid", señaló el responsable.
El local arrastra un problema por exceso de aforo desde julio de 2014, cuando se impusieron cuatro sanciones a los anteriores responsables del negocio que lo explotaban como una sala de fiestas. La lentitud del proceso administrativo y judicial hace que sea ahora cuando se proceda al cierre preventivo del espacio hasta que un juez dictamine el "cierre definitivo" aunque los nuevos administradores cuenten con licencia para una actividad diferente desde octubre de 2014.
Forcada subrayó que el entonces Consistorio gobernado por Ana Botella sancionó que el local superase el número de personas permitido en la licencia (300) aunque no el aforo de riesgo que estaba situado en 910. Los responsables actuales denuncian que no ha habido voluntad política por parte del Gobierno de Manuela Carmena de aplazar una resolución y evitar "dejar sin empleo a 88 personas y a mucha más gente de forma indirecta" por un error de un propietario anterior.
"La multa se puso al espacio y ahora nos toca cumplirla a nosotros", relató Forcada que destacó la labor del último año y medio. "Nosotros habíamos puesto al Teatro en números y habíamos hecho el proyecto viable", se lamentó sin esperanza.