El goteo de los gastos hormiga
Los pequeños dispendios que hacemos en nuestra rutina diaria pueden suponer una importante fuente de ahorro con un poco de dedicación y disciplina. Identificarlos es el primer paso.
Es normal que en el día a día incurramos en unos gastos que son apenas perceptibles para nuestros bolsillos, pero que a final de mes sumen una considerable cantidad en nuestras cuentas, a este dispendio se le denomina gasto hormiga. Una sola hormiga por sí sola no conseguirá gran cosa, pero miles de ellas actuando conjuntamente pueden llegar a recolectar grandes dosis de alimentos, de ahí viene el nombre con el que se ha bautizado a este tipo de gastos. A continuación desvelamos algunos de éstos.
El café y la cerveza encabezaban el ranking, ¿hay algo más español que el parón para el café o la cerveza del mediodía? Probablemente no. Son dos caprichos que no llegan a sumar ni 2 euros en la mayoría de los casos, se puede decir que incluso los pagamos con las monedas que tenemos sueltas por el bolsillo, pero al final café tras café y cerveza tras cerveza puede llegar a sumar unos 60 euros al mes. Fruto de la pereza, nacen otros dos gastos hormiga de lo más típicos que son el transporte y las comisiones.
Muchas veces con tal de no andar 10 minutos nos cogemos un autobús o el metro para una sola parada, y por lo mismo sacamos dinero en el banco más cercano en vez de andar un poco más para buscar uno de nuestra red, al final se traduce otra vez en un gasto considerable aun siendo evitable. Otra trampa muy común son los menús del día con bajos precios de los comedores de oficina o de los bares aledaños, es la opción más cómoda ya que la alternativa es prepararse un tupper la noche anterior o esa misma mañana, algo que a muchos disgusta y acaba convirtiéndose en unos 200-300 euros adicionales a final de mes. A esta lista se puede sumar el tabaco, botellas de agua, snacks de las máquinas de las oficinas, llamadas innecesarias por el móvil… todo lo que se nos pueda ocurrir. Estos gastos afectan a más del 90% de la población y para recortarlos lo máximo posible, revelamos algunos trucos que pueden ser de ayuda.
Para empezar, deben de ser identificados y contabilizados. Para esta tarea es muy útil guardar todos los tickets e ir apuntando en el móvil los gastos en los que incurrimos todos los días. De esta forma, a final de mes se puede hacer un balance para saber exactamente cuánto nos hemos dejado y que porcentaje del total puede ser evitable en el mes siguiente. Otra opción es hacer uso de las distintas aplicaciones que tratan de facilitar esta tarea, véase Tosh Finanzas que compara los gastos de un mes con los del mes anterior, Control de gastos que permite adjuntar fotografías de los justificantes y tickets de compra para llevar un registro… y otras muchas que han sido creadas para ayudar con los gastos hormiga.
Lo siguiente será ver cuáles de estos desembolsos son prescindibles, reductibles o sustituibles. Algunas ideas para reemplazar algún producto por otro más económico pueden ser el uso de termos, en vez de ir a la máquina de café cada dos por tres, puedes llevarte un termo lleno desde casa, igual que puedes prepararte un sándwich por la mañana y evitar la tentación de los snacks de la máquina. Otra idea es comenzar a leer periódicos y revistas online, que son otro de los gastos comunes y hay veces que ni si quiera se leen en su totalidad o incluso directamente no se leen.
Por último, sería de gran ayuda establecer una meta (vacaciones, regalos, cancelación de deudas…) de este modo, puedes marcarte una cantidad y habiendo cumplido los dos pasos anteriores sabrás de donde puede sacarse ese importe y de qué forma conseguirlo. Si todo falla o si descubres que son caprichos de los que en el fondo no te quieres privar, no te preocupes si algún mes la factura llega más abultada de lo normal, Cashper, experto en microcréditos, está ahí para ayudarte a reponer esos euros de más que se han ido en gastos hormiga, para que no te angusties por nada.
Sea como sea, no se trata de privarnos de todo y vivir infelizmente si no que solamente aplicando un poco de control y evitando ciertas rutinas, a final de año podemos llegar a ahorrar el dinero suficiente para hacernos un buen viaje o darnos un capricho.