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5 hábitos saludables del jugador profesional de póker

Al igual que en el deporte, el póker necesita de una alta atención y preparación. Los jugadores profesionales se entrenan y juegan durante horas ya que es su medio de vida e ingresos.

5 hábitos saludables del jugador profesional de póker

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Ya sea para obtener la eficacia más elevada en su desempeño o para mejorar sus resultados de manera continua, el estilo de vida de los jugadores profesionales de póker debe ir asociado a buenos hábitos y cuidados que le proporcionen lucidez y energía mental y física para poder afrontar sus retos. Como en otros deportes o actividades de alta concentración, se necesita un entrenamiento y cuidado estricto en cuanto a dietas, ejercicios y buenas costumbres para que no solo no afecten negativamente, sino que puedan incidir de buena manera en los resultados.

Por su metodología, el póker supone una ocupación de gran esfuerzo mental y una mala preparación puede incidir negativamente sobre la salud del jugador, por lo que unos buenos hábitos y costumbres ayudarán en buena medida a paliar los efectos del estrés y ansiedad que los resultados del juego pueden desencadenar:

Nutrición. Ya sea para mantenerse sano como para absorber los nutrientes necesarios para nuestro cerebro, es recomendable seguir una alimentación sana, ligera y variada, introduciendo frutos secos, frutas y verduras, ya que éstas nos ayudarán a reponer la energía perdida durante largas sesiones de juego y entrenamiento, y aportarán agilidad mental, ambas favorables al juego y las reflexiones sobre las estrategias. La comida juega un rol fundamental en la brillantez en el juego, así como una correcta hidratación, desechando alcohol y bebidas ricas en azúcares.

Deporte. Quizás sea un elemento olvidado para el póker, pero de vital importancia si tenemos en cuenta que el póker se realiza durante horas sentado, lo que incide negativamente sobre la salud. Además el deporte ayuda a desconectar y liberar endorfinas que nos ayudarán a reducir el estrés de los juegos y la ansiedad. No fumar también es recomendable, aunque todavía veamos (cada vez menos) el cigarrillo asociado a las grandes timbas de póker, ya que supone una reducción de oxígeno en un momento donde tenemos que pensar, y puede ponernos más nerviosos, fruto de la acción de la nicotina.

Desconexión. Leer, salir a divertirse y pasar el tiempo con la familia y amigos es fundamental si queremos desconectar de nuestra afición y no volvernos locos entre tantos juegos y cartas. Además, dar tiempo para realizar otras actividades redundará en que se esté más fresco y activo cuando haya que volver manos a la obra.

Buena gestión del dinero. Los jugadores profesionales de póker suelen ganar grandes sumas de dinero, e incluso aquellos iniciados empiezan a captar ganancias al poco tiempo de comenzar si son buenos. No se debe perder el norte y dilapidar las ganancias rápidamente, ya que en el futuro pueden ser necesarias para las cosas más diversas, como optar a aquellas partidas más exigentes en cuanto a recursos económicos. Además, al igual que ganamos, se puede perder, por lo que una buena racha de ganancias no debe ir asociada a unos gastos excesivos. La buena planificación financiera es vital para poder seguir operando.

Preparación y formación. Estar a la última en cuanto a conocimientos y preparación es fundamental para mantenerse en forma en el juego. La planificación de un horario de juego hará que dediquemos, sin excedernos, el tiempo oportuno al entrenamiento y formación. Al final y al cabo, es una mezcla de aprendizaje y estrategia la que hace a los grandes jugadores (y ganadores) de póker, por lo que sin dejar de dedicar tiempo al resto de nuestra vida, el deporte exige su adecuada dedicación entre torneos.

Todo lo anterior es un estilo de vida físico que resulta fundamental para cualquier jugador profesional de campo, pero en dedicaciones como el póker la salud mental juega un papel igual de preponderante. Es precisamente la psicología la que interviene en aquellos aspectos a salvaguardar cuando avanzamos en nuestra dedicación al póker. Por ejemplo, es importante detectar cuando estamos en una situación límite, sin motivación ni confianza, ya que supone adelantarse a una posible hecatombe personal y profesional. También cuando nos percatemos de que el juego al póker está incidiendo más de lo normal en nuestras vidas, es imprescindible dejarlo y estudiar en qué medida podemos solucionarlo, ya que cualquier alteración afecta irremediable al juego.