El temporal alivia la situación hidrológica pero no la soluciona
A pesar de haber experimentado la mayor subida de agua embalsada en los últimos 11 meses, la situación sigue siendo preocupante. El dato ha llegado a ser el más bajo de los últimos 22 años.
Los últimos temporales de lluvia y nieve han contribuido a la mayor subida de agua en los pantanos españoles de los últimos 11 meses, puesto que han ganado más de 800 hectómetros cúbicos (hm3) en la primera semana de enero, el mayor incremento de reserva embalsada después del aumento de más de 1.1oohm3 registrado a principios de 2017. A pesar de ello que debemos seguir concienciados de la necesidad de ahorrar agua, y así lo recuerdan desde el Canal de Isabel II en su nuevo Plan Estratégico para el horizonte 2018-2030, que incluye una línea dedicada a la garantía del abastecimiento.
La reserva hidráulica española está ahora mismo al 42,1% de su capacidad, con 23.618 hectómetros cúbicos de agua almacenados según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Con ello los embalses ya han encadenado varias semanas de ascenso hidráulico después enlazar ocho meses de descenso continuado entre mediados de abril y diciembre, y aunque la noticia es excelente, debemos seguir siendo cautos.
El nivel de agua embalsada llegó a ser en enero el más bajo para esas fechas de los últimos 22 años, puesto que los pantanos llegaron a registrar en la segunda semana de 1995 un 37,93% de su capacidad total. Después, los niveles siempre han ido oscilando año a año, con un máximo del 79,73% en 1998 y el mínimo de enero de 2018, con un 40,37%. El temporal de nieve y lluvia que ha recorrido el país en los últimos días se ha notado poco en la reserva hidráulica por el momento. Los embalses tienen más agua que hace una semana pero el aumento ha sido de apenas el 0,2%, unos 110hm3.
La mayoría de cuencas hidrográficas en alerta
Nueve de las dieciséis cuencas hidrográficas han estado por debajo del 50% de su capacidad, siendo preocupante la del Segura (14,6%) y el Júcar (25,4%). La cuenca mediterránea andaluza (30,7%), el Guadalquivir (32,2%), el Duero (33,9%), el Tajo (38,0%), el Guadalete-Barbate (39,8%), el Guadiana (44,1%) y las cuencas internas de Cataluña tampoco presentan buenos datos (44,3%), y zonas como Galicia Costa (62,6%); el Ebro (54,9%), y el Miño-Sil (53,3%) tienen datos muy bajos.
Los embalses del Duero y del Tajo nunca habían estado tan secos en la segunda semana del año desde 1990, y la reserva hídrica actual se sitúa un 32,1% por debajo de los niveles de la media de la última década, que es de 33.326hm3 de agua, y un 20,4% menos respecto a hace un año, cuando había 28.432hm3.
En Madrid, los niveles de agua del Canal de Isabel II se encuentran hoy en torno al 50% de su capacidad máxima con 481hm3 de agua almacenados. Las precipitaciones recogidas en sus presas entre octubre y enero (comienzo del año hidrológico) han sido solo de 129 milímetros, frente a los 250 del año pasado o los 306 que se recogen de media en estos meses en los embalses de la empresa pública. Todos estos factores han llevado a que los embalses inicien febrero de 2018 casi a la mitad de su capacidad máxima, una cifra 17,6 puntos menor que el año pasado, cuando se situaban al 68,5 %. Además, este dato también es inferior a la media de los últimos 20 años , que es de un 65,8 % para estas fechas
La empresa pública que gestiona el agua de los madrileños ha lanzado una campaña informativa para que la ciudadanía modere su consumo ante la falta de lluvias y el descenso de las reservas en los embalses. La situación hidrológica de la Comunidad es mejor que la de muchas cuencas, y que el global de la cuenca del Tajo, pero se desconoce cómo se comportará el régimen de lluvias este invierno y la próxima primavera, por lo que se debe incidir en un uso más eficiente si cabe de este recurso natural vital que es de todos.