4ª de San Isidro: Casi tres horas de entretenimiento
Tras casi tres horas de festejo, quedan para el recuerdo las ganas de Román, el buen concepto de Alvaro Lorenzo y la dificultad de reencontrarse de Joselito Adame, que no es poco.
Tarde desapacible la cuarta de San Isidro y pese a ello entretenida. No por los toros de José Miguel Arroyo “Joselito” de cuyos seis ejemplares solo cuatro fueron arrastrados. Y dos, -todo hay que decirlo-, con opciones para cortar la oreja que llevaban para el torero.
En lugar del inválido segundo salió un Torrealta que, pese a su descompuesta embestida, transmitía. Transmisión que se unió al animoso concepto de Román quien tuvo mérito al hacer faena pese al viento presente.
El susto como consecuencia de la colada sufrida por el izquierdo no arredró al valenciano que retomó el otro pitón. Cerró con manoletinas y arriesgó al sacrificar recibiendo, más bien al encuentro, dejando una entera caída que animó a parte del gentío a pedir la oreja. Trofeo que no concedió la presidencia con buen criterio. Bien por el usía Rafael Ruiz de Medina, quien aguantó la presión y administró bien toda la tarde los pañuelos.
La Vuelta al ruedo también es un reconocimiento que no debe perderse
La petición, aunque minoritaria, fue suficiente para que Román Collado “Román” diera una vuelta al ruedo, reconocimiento éste ya prácticamente en desuso pues hay quienes consideran que o se corta oreja o nada, dejando esta decisión intermedia para los anales del recuerdo. La vuelta al ruedo fue justa, mientras que la oreja hubiera sido excesiva. He ahí la importancia de que siga existiendo.
Con el quinto lo intentó de nuevo Collado (por parte de padre) pero todo se vino abajo cuando el titular hincó los pitones en el ruedo lo que, muy probablemente, hizo que el toro se dañara.
El cambio al natural de Lorenzo perjudicó el ritmo de la faena al sexto
Hubo otra opción de cortar oreja. La tuvo Álvaro Lorenzo, no con el tercero, sobrero de Montealto, por su mal juego, cuanto en el sexto. Faena al joselito que se inició con una tanda de verónicas en las que se gustó el toledano. Ganando terreno, meciendo la embestida, en las que el toro ya anunció que sería mejor por el derecho.
La faena de muleta, basada en la diestra, por el pitón bueno del último de la tarde, se truncó hasta en dos ocasiones al intentar el toreo al natural. Los cambios de mano que precedían para pasarse al toro a la izquierda resultaban bellos pero resultaban ser el presagio, como así fue, de que por ahí la faena bajaría en el resultado.
Y así fue. Y así sucedió las dos veces. Una de las cuales el toro se rompió al perder las manos. Se quedó entonces Álvaro sin toro, tomó la espada, cerró por bernardinas, tan ajustadas que elevó el vuelo y cuando podía ser, se perdió toda esperanza al pinchar con el acero.
A Joselito Adame le cuesta reencontrarse en Las Ventas
Precedieron a todo lo narrado sendas faenas de Joselito Adame. José es figura en su país de origen, México, pero ya hace tiempo que no se encuentra a gusto cuando hace el paseíllo en Las Ventas, donde por otro lado tampoco encuentra el calor del público.
El viento en el primero, amén de su deslucido juego, y pese a las ganas, otra vez el viento y no menos el echarse algo encima, acortando distancia y opciones en el cuarto que embestía con la cara suelta y protestando, hicieron que José no obtuviera el triunfo deseado y que necesita para mantener la vitola de figura del toreo en su país natal.
Mi modesto consejo: mentalizarse de que puede, el recobrar la alegría de antaño, no mostrarse acomplejado y salir a por todas. En definitiva, recuperar al Joselito de antaño.
Por todo lo dicho, pese al viento, los dos sobreros y lo desapacible en lo climatológico, la tarde estuvo entretenida. Entre otros motivos más, por la actuación de los de plata a pie, destacando Fernando Sánchez, cuyo concepto de rehiletear ha cambiado a mejor. Atrás quedó aquel estilo mecánico, que recordaba a Robocop, para adentrarse en otro más natural, más sosegado, más próximo al siempre recordado Montoliu.
4ª de San Isidro. Toros de Joselito, bien presentados, deslucidos. Con opciones el cuarto, el sexto por el derecho y sobrero 2º bis de Torrealta. El 3º bis, sobre ro de Montealto, con movilidad, a menos y a peor. Joselito Adame: Silencio y Silencio. Román: Vuelta y Silencio. Álvaro Lorenzo: Silencio y silencio
Lo mejor:
Las ganas demostradas toda la tarde por Román y el buen concepto de Álvaro Lorenzo en el sexto, tanto con capote como con muleta, así como la personalidad demostrada por el presidente Rafael Ruiz de Medina
Lo peor:
La duración del festejo. Casi tres horas que no se justifican con el envío a corrales de los dos inválidos de Joselito. Una corrida de toros debe estar entorno a dos horas de festejo. Lo demás se hace eterno.