15ª de San Isidro: Toreros con valor y toros de miedo
El valor y la entrega de Robleño, Gómez del Pilar y Angel Sanchez y la casta de los toros de Escolar propiciaron una tarde de emociones con sabor añejo.
Se vivió la emoción en la 15ª de San Isidro. Emoción que provocaron los toros de José Escolar, en el que fue el primero de los tres festejos que conmemoran los 100 años del encaste Albaserrada.
Emoción y miedo en aquellos que no conocieran la firmeza y seguridad de la terna que encabezaba Fernando Robleño, junto a Gómez del Pilar y Angel Sánchez. Tres toreros, tres tíos que dieron la cara hasta el final.
El milagro de la casta, la emoción en el ruedo
Los escolares dieron juego en el caballo. Acudían, según les ponían, de largo o de menos, en las cercanías, prontos y poderosos al caballo, a los que empujaban en su deseo de ganar en el envite. Y siempre, con la pujanza del toro encastado, combativo y resuelto a defender su terreno.
Toros que se venían aún más arriba en banderillas, que hacían hilo, raudos tras el de plata de turno. Ya sé que no es noticia, pero es mi obligación referir los pares de Iván García y Fernando Sánchez. Y la brega de Iván en el primero. Dio gusto verle llevar a una mano de punta a punta, como si estuviéramos viendo una lámina de El Ruedo. No será noticia, puesto que ya es habitual en ellos, pero no dejan de ser un auténtico espectáculo.
Fernando Robleño a punto de cortar una oreja
El pequeño gran torero Fernando Robleño probó fortuna con el primero y como era de faena (artística) imposible, macheteó, abrevió y, eso sí, marró con la espada varias veces. Matador no estuvo, pero firme y con valor, ¡a raudales!
Quiso la fortuna que el cuarto fuera el menos complicado, y aconteció entonces que San Fernando de Henares obró el milagro de sacar, más bien robar, tandas con la diestra que con regocijo revivían los presentes basado en aquel toreo antiguo, poderoso, en los inicios y el más estético en los finales de la faena. Se pidió la oreja a gritos para el madrileño, obviando que la tradición establece hacerlo con el moquero. NO fueron suficientes pañuelos, -la mayoría exige la tradición-, y dio una vuelta al ruedo, tan a ley, como a gusto, por la expresión de su cara.
La cara de tensión de Gómez del Pilar lo dice todo
Gómez del Pilar lo intento en ambos de principio a fin
Gómez del Pilar se fue en sendos toros a recibirlos a portagayola. Tuvo mérito Noé en el segundo, mucho mérito por aguantar las medias arrancadas del que se negaba a pasar, exigente y complicado. Mérito que se hizo patente de nuevo en el quinto, el más bronco del encierro, con genio y un molesto gazapeo, -eso de ir andandito, que no deja ponerse al torero-, defectos todos que afrontó el diestro estoicamente, dejando en la plaza el sabor de haber contemplado un toreo recio, hecho, firme y con valor un sereno, muy a tener en cuenta en lo sucesivo en este tipo de corridas a las que entiende y sabe lucir.
Angel Sánchez no se quedó atrás en el duelo con toros y compañeros
No fue mejor el lote de Ángel Sánchez, pero tampoco fue menos su actitud ante sus dos de Escolar. Encastado y bronco el tercero, y bruto, costándole repetir el sexto, ambos le hubieran quitado a cualquiera de enmedio. Pero, no fue así.
Sánchez dio la cara en su primero y no menos la mantuvo en el sexto, con el que se gustó por momentos por el izquierdo, -más de uno dirá que un toro de oreja, si bien personalmente no lo creo por las coladas, porque se dejaba solo a medias y además porque que era muy bruto en las embestidas-.
Un toro complejo, complicado, tanto por las tarascadas que le lanzaba, como por quedarse algo corto como consecuencia de su justeza de fuerzas, a lo que hay que añadir la presencia del viento. Por eso, digo que Angel Sanchez dio la cara y que debe valorarse su actitud y disposición toda la tarde en el ruedo.
Tarde de emociones, de entrega, de toreros y de viento. Tarde en la que nadir pudo aburrirse por la disposición de los de luces y la casta, -bendita casta-, que midieron a unos y a otros su valor, que no es otra cosa que vencer el miedo.
15ª de San isidro. Toros de José Escolar. Bien presentados, encastados, de buen juego en el caballo, muy exigentes en la muleta y duros para echarse. Fernando Robleño. Silencio y Vuelta. Gómez del Pilar: Ovación con Saludos y Ovación con Saludos. Ángel Sánchez. Ovación con Saludos y Silencio.
Lo mejor
El espectáculo de la casta que dieron los toros de José Escolar en los tres tercios, destacando el cuarto por sus bravura y emoción y el valor y méritos de Robleño, Gómez del Pilar y Sánchez.
Lo peor
El desconocimiento de que los trofeos se piden como establece la tradición, con la exhibición de pañuelos, y no a gritos lo que impidió que Robleño se hubiera podido llevar una oreja del cuarto.