19ª de San Isidro: Antonio Ferrera corta tres orejas por su lección de torería
Antonio Ferrera cortó tres orejas, una y dos, por sendas lecciones de torería y tauromaquia que hicieron vibrar a la monumental de Las Ventas en una tarde en la que resultó herido Luis David
¿Viene? ¿No viene? Los días anteriores a la 19ª de San Isidro la gente preguntaba por la presencia de Antonio Ferrera, protagonista de un accidente hace unos días que ha tenido a los medios de desinformación y redes sociales en vilo entre rumores y falsas especulaciones.
Hizo el paseíllo el ibicenco-extremeño y se le obligó a saludar una ovación tras romper el paseíllo. La tarde prometía si había suerte con los toros de Zalduendo. No la hubo en gran medida, pero tampoco fue impedimento para que Ferrera triunfara y se mostrara en maestro.
Antonio está en racha, ha madurado, está más torero que nunca. Con esas ganas que siempre le caracterizaron realizó un quite de oro al primero, -gracias José Luis Ramón por el apunte-, como prolegómeno de lo que habría de venir.
Ferrera da una lección en el primero ligero de ayuda y cargado de torería
Y lo que vino fue una faena resuelta con la capacidad de quien vio claro el pitón bueno, -el izquierdo-, y realizó por naturales una obra de mano baja. Naturales sin ayuda de estoque con la izquierda y con la derecha, en los que paraba, templaba, mandaba, cargaba y ligaba, aunque siempre haya un tonto que diga desde el tendido “se va sin torear”.
Permítaseme destacar, en los finales de faena, un natural largo, profundo, al ralentí. ¿Que se va sin torear? Hay que ser muy tonto, no tener sentido del ridículo o no saber de toreo para decir la frasecita que descalifica al que la vocifera.
Antonio Ferrera pasea los dos trofeos del cuarto
Tenía ganada dos orejas por su originalidad, cadencia, ritmo y sentido de la medida. Pero, había que refrendarlo con la espada. Marcó distancia, más de la normal, citó al toro que se le arrancó y recibiendo dejó una estocada algo baja.
Se pidió con fuerza la primera y se concedió. Y con igual fuerza la segunda y el palco la denegó. Si aplicamos el reglamento, nada que objetar. Efectivamente, no había habido toreo de capa, pues el comportamiento abanto del Zalduendo lo impidió, pero bien se pudo valorar la excelente brega realizada por Ferrera. Y el quite de oro realizado. Y no es menos cierto que la espada cayó baja, pero… Ante semejantes argumentos, me callo, si bien no me hubiera molestado la concesión del segundo trofeo.
Puerta Grande rotunda de Ferrera tras sumar otras dos orejas más del cuarto
Enrachado el extremeño, pechó en el cuarto con un toro mansito, algo suelto, justo de casta, que repetía y se dejaba. Con estas condiciones no colaboraba mucho el de mayor peso de la corrida, lo que obligó a que Ferrera lo hiciera todo. Otra faena sin ayuda de estoque en la que hubo naturales de izquierdas y de derechas y un circular de gran temple. Y de nuevo el tonto del tendido con su graznido de “se va sin torear”.
Y recibiendo, ahora algo más en corto, dejó una buena entera que convenció al presidente para llegar a conceder los dos trofeos. El segundo como compensación del usía por no haberlo hecho en el primero.
Si bien Curro Díaz apenas tuvo lote, tampoco le impidió que dejara algunos detalles de su firma en forma de remates por bajo
Luis David Adame, herido, vuelve al ruedo y se gana el respeto
Por su lado, Luis David Adame no se encontró a gusto con el tercero. Por este motivo, salió en el sexto a por todas para iniciar una faena de muleta que apuntaba alto. Al inicio de la tercera serie una colada le provocó, -¡bim, bam!-, dos cornadas de 5 cm.
En volandas fue llevado a la enfermería por los compañeros. Y en el tiempo que tarda un gato en comerse una sardina, casi el mismo que emplearon García Padrós y Luis David en saludarse, el hidrocálido le dijo “hasta luego” y volvió de nuevo al ruedo para proseguir la épica con la diestra. Con las cornadas, sí, ¡con las cornadas!
Faena de mérito y gusto, -me encantó el molinete por pinturero-, y las bernadinas y el pase de las flores al que siguieron una media en buen sitio, y pinchazo, y honda y dos descabellos. Qué éste y no otro fue el motivo por el que Luis David se perdió el trofeo que se había ganado en el ruedo su valor y mérito.
Tarde de toreros. De Curro Díaz y sus detalles. Del valor, coraje, ganas y mérito de Luis David. Y de un maduro Antonio Ferrera que salió en volandas por la Puerta Grande tras haber dado una lección de torería y tauromaquia. De pundonor y de torero.
Parte médico: "Dos heridas por asta de toro, una en región perineal izquierda con una trayectoria ascendente de 5 cm que contusiona uretra, y otra en región perianal de 5 cm. Contusiones y erosiones múltiples. Es intervenido bajo anestesia general en la enfermería de la plaza de toros. Pasa a la clínica de la Fraternidad Muprespa Habana. Pronóstico reservado", firmado por el Dr. Máximo García Leirado.
19ª de San Isidro: Toros de Zalduendo, justos de casta, noble y con transmisión, primero; mansito y dejándose cuarto y sexto. Antonio Ferrera: Oreja con dos Vueltas y Dos Orejas. Curro Díaz: Ovación y ovación con saludos. Luis David: Silencio y Silencio.
Lo mejor:
La tarde en conjunto del maestro Antonio Ferrera que impartió dos lecciones de tauromaquia y torería en sendos toros de Zalduendo
Lo peor:
La falta de respeto y desconocimiento de los dos que gritan el consabido “se va sin torear” sin y como simple alarde para llamar la atención.
Cartel de la 20ª de San Isidro
Toros para rejones de María Guiomar para: Diego Ventura, Leonardo Hernández y Juan Manuel Munera