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24ª San Isidro: López Simón firma una faena de valor sin premios, por la espada

La corrida de Puerto de San Lorenzo resultó ser descastada y la terna no tuvo opciones para lucir tambien por culpa del viento. Solo López Simon aprovechó el único toro potable den encierro

Voltereta de López Simón

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Se recibió con una fuerte ovación a Antonio Ferrera, autor de la magia del toreo vivido el pasado uno de junio en esta misma plaza. Fue bonito como detalle y cortés para con sus compañeros invitarles a salir a saludar con él. Fue un feo detalle y desconsiderado que algunos maleducados pitaran el gesto.

La corrida de Puerto de San Lorenzo, salvo en el caso del tercero, fue mansa y descastada. Comportamientos simplones en el tercio de varas. Descastados, sosos y sin clase en la muleta, apenas permitieron a los de luces demostrar su disposición más allá de la voluntad.

Mala combinación para el éxito, la falta de casta y la presencia del viento

Al mal juego de los atanasios hay que añadir la presencia del viento. No me atrevería a afirmar que sin viento hubieran sido bravos, porque ni en sueños el ganadero se lo hubiera creído, pero sí que, sin viento, tal vez hubieran permitido un desarrollo distinto del festejo.

El tercero fue el único potable que, manso como sus hermanos, tuvo la nobleza, repetición y recorrido necesarios, como para que López Simón aprovechara sus virtudes y realizara una faena a más en torería, intensidad y emociones.

En torería porque el de Barajas supo mandar en la embestida del Atanasio con un toreo despacio y de mano baja, que fue ganando a medida que tras los muletazos de tanteo se fue adentrando por el trazado con la diestra.

Torería, intensidad y emoción, resumen de la faena de López Simón al tercero

Faena intensa pues fue a más según iba marcando tiempos, ritmos y cadencias, aderezados con cambiados desde los inicios en los de tanteo.

Y faena también de emociones a cada metro que reponía para buscar la colocación, sobre todo en las bernadinas, hasta el punto de que al echarse encima sufrió una voltereta, fue prendido durante unos interminables segundos, afortunadamente sin consecuencias, lo que contagió de miedo a media plaza.


Terrible voltereta de López Simón, pese a la cual se mantuvo en el ruedo


Lo fácil hubiera sido tomar la espada y pasaportar. Lo torero fue lo que hizo. Ni más, ni menos que, montar de nuevo la espada en sentido contrario y repetir la suerte, la misma suerte, por bernadinas. Fue un detalle de torería. Lástima que, tal vez por la conmoción, fallara reiteradamente con los aceros.

Antonio Ferrera no pudo repetir la mafia de su toreo del día anterior

Épica única de una tarde en la que Antonio Ferrera no pudo repetir la magia de su toreo del pasado uno de junio, si bien tuvo detalles. Detalles con el capote en los de recibo al primero y especialmente en el cuarto, por tijerillas y por verónicas. Detalles de cómo quitó, de cómo sacó al primer todo de López Simón del caballo, convirtiéndose en heredero de las más añejas tauromaquias.

Tampoco tuvo posibilidades de triunfo Miguel Angel Perera. Descastado el segundo y abanto, -huido en todas las suertes-, el quinto, lo intentó en varias ocasiones. Solo en una serie en la que el aire le permitió dejarle muy puesta la muleta, le repitió el de El Puerto, haciéndonos creer en el espejismo imposible de ver un conato de faena.

No se sabe qué hubiera pasado sin el viento que molestó toda la tarde

Por lo demás, los pares de Fernando Sánchez, las bregas de Curro Javier y de Ambel y permítaseme destacarlo por añejo y eficaz, el par al sobaquillo de Vicente Osuna con el incierto sexto.

No, no se puede saber lo que hubiera sucedido sin viento, pero sí, que hubo voluntad en la terna y que los de Puerto de San Lorenzo dieron otra tarde más de arena. Ni siquiera la de cal, por su falta de picante, de bravura y de casta.


24ª de San Isidro. Toros de Puerto de San Lorenzo, mansos y descastados, salvo el tercero, manejable y con posibilidades para el torero. Antonio Ferrera. Silencio y Silencio. Miguel Angel Perera: Silencio y Silencio. Alberto López Simón: Ovación con Saludos y Silencio.


Lo mejor:

El valor demostrado por Alberto López Simón que, tras una terrible voltereta a merced de su primero toro al practicar la suerte de la bernadina, la realizó de nuevo pese a estar conmocionado por la paliza que acababa de sufrir.

Lo peor:

La falta de educación de quienes pitaron por la invitación de Antonio Ferrera a salir a saludar a sus compañeros para compartir la ovación de bienvenida.


Cartel de la 25ª de San Isidro

Toreo profundo de Antonio Ferrera

Derechazo de Miguel Angel Perera

Detalle de López Simón

Ajustada bernadina de López Simón