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28ª San Isidro: Ritter, herido grave. De Mora, una oreja. Espada, la entrega

Tarde de peligro, a veces sordo, viento y voluntad, en la que Ritter resultó herido, De Mora cortó una oreja y Espada puso ganas y entrega como el resto de la terna.

Eugenio de Mora, oficio y disposición

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Algo le sucedió a la de El Ventorrillo. Bien presentada, astifinos como la vaca que los parió, cinco tuvieron un comportamiento raro en esta ganadería, que puede presumir de ser toreable, y si peca de algo es de su endeblez y justeza de fuerzas.

Pero no, salieron complicados, con peligro, defendiéndose, pegando tornillazos. Muy raro. El primero, descompuesto, se hizo el amo. El oficio de Eugenio de Mora, curtido en mil batallas por tierras de Castilla – La Mancha, le permitió gracias a su decisión solventar la papeleta.

Sebastián Ritter herido en un quite, tras ser volteado como un papel de fumar

El quite realizado por Sebastián Ritter en el cuarto terminó en cornada con graves destrozos en la zona del gemelo. Su traslado a la enfermería para no salir hasta que fue intervenido, dejó el festejo principalmente en manos de Eugenio.


Ritter sufre una cornada al hacer un quite al cuarto


El mismo Ritter dejó el recuerdo de su voluntad en el segundo, un toro que rebañaba, punteaba en actitud defensiva y se quedaba corto, sabiendo lo que se dejaba atrás. Aguantó Ritter bien los envites y tuvo mérito al robarle los pocos muletazos que pudo sacarle. De ahí que se viera obligado a saludar.

Había unos cuantos fuenlabreños venidos a la plaza de Las Ventas para ver a su paisano. Francisco José Espada es ahora mismo la gran promesa de este pueblo que guarda sus raíces y se niega a enterrarse en los defectos de la gran ciudad en que se ha convertido.

Voluntad y disposición de Espada toda la tarde

La voluntad de Espada fue la nota dominante de su actuación en el tercero, otro toro sin clase, andarín, que le impedía recuperar la colocación por mucho que perdiera pasos. De faena imposible, y a pesar de ello, Francisco José lo intentó dejando bien patente sus buenos deseos de no defraudar.

Otrosí sucedió en el quinto, con el que tuvo mérito al intentarlo por los dos pitones. Por eso, aún no entiendo unos pitos a destiempo que le recriminaron que cerrara la faena con manoletinas ceñidas. Si no lo hace, que es un birlongo. Y si lo hace, que es un temerario. Personalmente se lo agradecí, sobre todo porque tenía delante un toro que embestían con la cara suelta, mansito con peligro, que le hubiera podido echar mano a poco que el fuenlabreño se hubiera despistado.

Eugenio de Mora supera las dificultades con oficio y corta una oreja con poder

Decía que la tarde fue de Eugenio de Mora, pues además de estoquear el suyo, ya mencionado, se las tuvo que ver con el que había herido a Ritter, y que sabía lo que era hacer presa. Un toro con peligro sordo, lo peor que le puede pasar a cualquier torero, ya que se le juega sin que nadie se lo agradezca.


Eugenio de Mora pasea la oreja del sexto de la tarde


Por eso, cuando salió el sexto que, aunque distraído, tenía nobleza dentro de su embestida ligera, De Mora lo aprovechó con tesón, dándole distancia, administrando bien los tiempos entre tanta y tanda, agradando en el toreo con la diestra, lo que en conjunto llegó a los tendidos que tenían ganas de que la tarde terminara bien, por lo que le obsequiaron con una oreja.

Tarde de riesgo, de viento, de peligro, de voluntad y ganas de los toreros que terminó con bien, sin olvidar la lamentable cornada de Ritter, que pagó con su sangre las ganas de agradar.


Parte médico de Sebastián Ritter: “Herida por asta de toro en cara interna 1/3 medio pierna derecha, con una trayectoria hacia arriba y hacia cara externa de 20 cm que lesiona vena safena interna, produce destrozos en músculos gemelos y contusiona arteria y nervio tibiales posteriores. Herida superficial en pliegue inguinal derecho. Es intervenido quirúrgicamente bajo anestesia general en la Enfermería de la Plaza de toros. Se traslada a la Clínica de la Fraternidad Muprespa Habana. Pronóstico: Grave, que le impide continuar la lidia” Fdo. Dr. Máximo García Leirado.


28ª de San Isidro: Toros de El Ventorrillo, complicados y deslucidos, salvo el sexto, distraído con con nobleza. Eugenio de Mora: Silencio, Silencio y Oreja (en el que mató por Ritter) Sebastián Ritter: Ovación con Saludos. Francisco José Espada: Ovación con Saludos y Silencio


Lo mejor:

La actitud de la terna, muy dispuesta pese a las dificultades de los toros de El Ventorrillo con reacciones impropias de esta ganadería.

Lo peor:

La reacción de algunos espectadores que no supieron ver el peligro que había en el ruedo, ni agradecer el esfuerzo de los toreros.


Cartel de 29ª de San Isidro


A por todas en la suerte suprema del sexto

Francisco José Espada no defraudó

Espada se la juega con este cambiado

Sebastián Ritter torea de capa