31ª San Isidro: El adiós agradecido a un gran ganadero, que pegó un petardo

Sin duda, todo es relativo en la vida. Todo es susceptible de ser dado la vuelta. Ayer mismo tuve varias experiencias en este sentido.

Por posibilidades de elección de fechas, para algunos de mis compañeros de tendido ya ha terminado San Isidro y me da pena. Aunque bien pensado, me han dado la oportunidad de disfrutar un gran San Isidro a su lado.

Se acababa San Isidro y no había tenido la oportunidad de compartir una tarde de toros con mi amigo Rafael Barberá. Ayer mismo me dijo otra persona querida que finalmente no podía venir a los toros. Y se produjo la posibilidad de compartir afición con Rafa, mi querido amigo.

Decepción por el insulso juego de los toros de Cuadri

La corrida de Cuadri fue un petardo. A la salida me encontré con el ganadero que no se dio coba, y me reconoció que ninguno de los seis le había gustado. Le maticé y le respondí que de acuerdo, pero que había habido medio toro sensacional, el quinto. Y que solo decepciona aquello que ilusiona. Al final nos dimos un apretón de manos.

Hacía varios años, -quiero recordar que siete-, que Domingo López Chaves no venía a Las Ventas. Su regreso pudo haber sido tan gris como el de sus compañeros que no tuvieron toros para el lucimiento. Domingo, al menos, tuvo en el quinto la oportunidad de demostrar que aún está vivo para el toreo. Y con el complicado segundo la posibilidad de demostrar su capacidad lidiadora.

Para siempre quedarán en el recuerdo la casta de los Cuadri y la honestidad de su ganadero

En la vida todo es relativo. Se va Fernando Cuadri con la pena de no haber echado una buena corrida y se olvida de las tardes de casta que nos dieron sus toros. De ahí, -y debemos felicitarnos por la iniciativa-, la pancarta desplegada en el tendido siete con las palabras: “Don Fernando Cuadri, gracias por todo”. Un gran acierto.

Pancarta de reconocimiento a Fernando Cuadri en su despedida de Las Ventas

Hay quienes instalados en el siete me dan disgustos a menudo, pero también satisfacciones como la de saber reconocer el buen trabajo honesto, romántico y entregado de un ganadero humilde que nos dice adiós para dar paso a una nueva generación, la que conforman sus hijos. Me entristece la marcha de Fernando, pero me ilusiona la continuidad de sus herederos. Ven cómo todo es relativo.

Domingo López Chaves protagoniza los mejor momentos

Y es verdad, la corrida fue un petardo, pero nos permitió ver la capacidad lidiadora de López Chaves que realizó una excelente brega de inicio al segundo. Y una tanda soberbia de tanteo, muy suave, por bajo, con el fin de poderlo, sin molestarlo lo más mínimo. Un toro con el que estuvo por encima, de ahí que recibiera ovación con saludos.

Capacidad de lidiador que repitió en la brega al quinto, al que se le pegó mucho y mal en el tercio de varas, -no estuvieron finos ayer los del castoreño con los de Trigueros-, y al que robó varias tandas, sobre todo dos con la mano izquierda que reconciliaron a los presentes entre sí, con la corrida y con la tarde. Una lástima que la estocada no concluyera con bien. Se resabaló Domingo en el encuentro, pinchó y enfrió el ambiente que se había creado en los tendidos. Toro de oreja, que tuvo la suerte de encontrarse con el salmantino, que saludó otra ovación.

Rafaelillo en director de lidia y Chacón, voluntad sin reconocimiento

Rafaelillo no tuvo toros. Lo intentó con ambos. Con el deslucido primero y con el complicado cuarto. Rafael brilló como director de lidia con buen criterio, especialmente durante el tercio de varas en el sexto.

Sexto, que tocó a Octavio Chacón que tampoco tuvo lote para el lucimiento. Voluntarioso con el soso y sin clase tercero y aseado con el reservón y probón, casi seiseño, -se le notaron los años-, parado y descastado, que hizo sexto.

Por eso digo, que todo es relativo en la vida. La corrida fue mala, pero más de uno mantuvo la esperanza de que saliera un toro de Cuadri de premio. No hubiera sido la primera vez. Y así lo recordamos los dos cuando nos vimos, como decía, casi frente a la Puerta Grande en tertulia con Erik Cortés, quien nos contó sus desvelos por que no se pierda la Fiesta en su Venezuela del alma, tan querida por todos.

Se despide Fernando Cuadri. Se me van mis amigos del tendido. Se nos acaba la Feria. Y yo ya estoy deseando ver otra corrida de este hierro. Y reencontrarme con mi gente del tendido cualquier domingo o de esos jueves noctámbulos de toros en el estío. Y que llegue la Feria de Otoño. Se nos acaba el ferial, -que sigo pensando que ha sido bueno-. Que no en vano, todo es relativo.

31ª de San Isidro: Toros de Cuadri, deslucidos. El quinto con buen fondo. El sexto, casi seiseño, pasado de kilos. Rafaelillo: Silencio y Silencio. López Chaves: Ovación con Saludos y Ovación con Saludos. Octavio Chacón: Silencio y Silencio.

Lo mejor:

El reencuentro de López Chaves con la Plaza de Las Ventas, en la que dejó el sabor de su poder y torería.

Lo peor:

El decepcionante juego de los toros de Cuadri, en el día que Fernando se despedía de Las Ventas.

Cartel de la 32ª de San Isidro: