La X100V de Fujifilm refuerza el argumento para tener una cámara compacta

Las cámaras de nuestros teléfonos se están volviendo tan buenas que se hace difícil justificar el tener una cámara de fotos compacta Sin embargo, la serie X100 de Fujifilm siempre ha sido uno de los iconos que dan cabida a este planteamiento, y la última actualización la hace más convincente que nunca.

Revisé el X100 original en el 2011, y la serie ha recibido un nuevo modelo más o menos cada dos años desde su anuncio; el X100V de hoy es el quinto. Pero sus cambios son más significativos que los de cualquiera de sus predecesores.

El X100V tiene un nuevo sensor APS-C de 26.1 megapíxeles y un procesador de imagen, tomado del X-Pro3 de Fuji de alta gama, que una vez probado impresiona por su rendimiento. También hereda el muy mejorado visor OLED/óptico del X-Pro3, el sistema de autoenfoque y otras características. Pero están casados con un equivalente de 35mm rediseñado, lente F/2 que mejora lo que ya era un excelente cristal.

La serie siempre ha tenido una estética "throwback", añadiendo diales mientras que otros los eliminaban, pero en una concesión a la modernidad el LCD trasero es ahora una pantalla táctil basculante, ahora imprescindible para muchos tiradores. También ha mejorado las capacidades de vídeo, y ahora también está impermeabilizado.

Presenta otras novedades como son la inclusión de tecnología Bluetooth, dos modos más de simulación de película, conector USB-C 3.1 y una optimización de la batería con una autonomía mejorada.

Además, es preciosa.

Todo esto cabe en un paquete que es muy compacto y atractivo, aunque hay que reconocer que es considerablemente más grueso que un teléfono. Pero aunque en algunas circunstancias una cámara de teléfono puede rivalizar con una cámara dedicada, la X100V quizás más que cualquier otra cámara compacta se justifica (por cierto, las impresiones iniciales de DPReview son muy favorables).

La experiencia de disparo es tan diferente (el visor híbrido es y siempre ha sido genial), pone tantas opciones a su disposición, y la imagen resultante no sólo será superior, sino que estará más definida por lo que el usuario quiere crear que por lo que su teléfono es capaz de hacer.

"He estado tratando de reconectarme con la fotografía y he descubierto que confiar en el teléfono para eso simplemente ya no es una opción para mí. Quiero la herramienta adecuada para el trabajo, pero no quiero que me moleste el tamaño o el funcionamiento de la cámara, o que me obsesione la selección de mi lente. Quiero un dispositivo de toma de imágenes tan dedicado a ese propósito como un cuchillo lo es para cortar."

¿Es esto la X100V? Hay una verdadera competencia con el último tirador de calle GR III de Ricoh, así como con la Canon G5 X II y la RX100 VII de Sony. Aunque las ventas de cámaras están bajando, no hay mejor momento para querer o tener un aparato compacto de esta clase. Afortunadamente parece que se reduce a la preferencia personal.

Estaría feliz con esta cámara en mi mano, si eso significa que puedo dejar mi teléfono en mi bolsillo.