El concepto de neumático inteligente de Goodyear ‘imprime’ sus propias huellas

El sonido de un neumático pinchándose y perdiendo presión a velocidades de autopista es inconfundible. Sin embargo, si Goodyear se sale con la suya, la humanidad no tendrá que soportar nunca más el sucio y sudoroso proceso de cambio de neumáticos en el arcén de las carreteras.

El Salón del Automóvil de Ginebra ha sido cancelado, pero eso no ha impedido que muchas de las empresas que se presentan allí programen alternativas en línea a las conferencias de prensa convencionales. Hoy, Goodyear introdujo su último neumático de "concepto de estiramiento", el ReCharge, que teóricamente nunca necesita ser reemplazado o incluso rotado porque puede reemplazar las bandas de rodamiento desgastadas desde el interior.

La idea es esencialmente la misma que la de hacer espaguetis de PlayDoh. Sin embargo, en lugar de aplastar una "masa" semicomestible con una prensa para pasta de tamaño infantil, los neumáticos ReCharge extruyen un compuesto de alta tecnología de materiales renovables, incluyendo caucho de diente de león y seda de araña sintética. La mezcla se alimenta a través de una serie de finos tubos hasta la superficie de la rueda donde se secan, curan y se fijan en nuevas bandas de rodamiento completamente funcionales. Estas ofrecen una alternativa más responsable con el medio ambiente que la composición estándar de los neumáticos de hoy en día, que requiere la adición de negro de carbón o de sílice para reforzar las capacidades estructurales del caucho de petróleo. En este caso, la seda de araña sintética puede ayudar a aumentar las propiedades naturales del caucho de diente de león para reducir el desgaste y extender la vida funcional del neumático.

Es más, este concepto de neumático está diseñado estructuralmente de manera que no necesita ser presurizado para que nunca se desinfle. En lugar de depender de la presión de aire, la solución de la banda de rodamiento de repuesto se almacenaría en recipientes reemplazables dentro del cubo de la rueda. A medida que las condiciones de la carretera y el estilo de conducción cambian a lo largo de las estaciones - es decir, un verano de hoonin' que se desvanece en un otoño resbaladizo y húmedo y un invierno con hielo - estos canisters pueden ser intercambiados y activados para optimizar la tracción del neumático, la eficiencia de combustible y los requisitos de kilometraje. La forma de hacerlo se basaría en los datos recogidos de los innumerables sensores de telemetría de los vehículos. Aún no se sabe si esto respondería en tiempo real o si los conductores tendrían que llevar sus coches a un taller para que ocurra ese proceso.

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Obviamente, este sistema de neumáticos tiene tantas posibilidades de llegar al mercado en su forma actual como el Avatar-móvil de Mercedes del CES 2020, así que no te hagas ilusiones con ruedas a prueba de pinchazos en un futuro próximo. Sin embargo, como el CTO de Goodyear, Chris Helsel, explicó a los medios, muchos de los procesos y características subyacentes bien podrían estar aquí dentro de la década. Goodyear ya cuenta con sistemas algorítmicos prescriptivos que pueden monitorear y estimar la vida útil restante de las llantas en base al estilo del conductor, mientras que los materiales ambientalmente sustentables como el caucho de diente de león están principalmente atascados por sus costes relativos de producción.

Aún así, Helsel sigue confiando en que la industria será capaz de superar esa escasez de suministro y podrá producir estos materiales a escala dentro de la próxima media docena de años más o menos. De cualquier manera, espere ver esta tecnología llegar a las flotas de vehículos de las empresas antes de que llegue a lo que aparque en su entrada.