La domótica ya es un lujo necesario en la cotidianidad

Solo en las películas futuristas pudimos visualizar como algún ordenador hacía todo por nosotros o una máquina se convertía en el personal de servicio en el hogar, algo así como aquella famosa serie animada llamada Los Supersónicos, con la amigable Robotina en plan estelar en cada tarea diaria para la familia.

Cuando se hizo realidad tomó el nombre de domótica, como una rama de lo cotidiano que llegó para hacernos más simple la vida, para que las compras y la limpieza comenzarán a ser más sencillas, mecánicas y sin tanto esfuerzo. Todavía hay quien se opone a ultranza, así como muchos se aprovechan en demasía.

Pero al hablar de domótica, no podemos dejar por fuera sus diseños, costos y beneficios, su capacidad de convertirse en un lujo en toda norma. Marcas, materiales, diseños, funciones y todo un universo de posibilidades que ya se coló en las más altas esferas de la sociedad, y que de a poco comienza a tomar forma en cada una de las casas del mundo.

Podemos comenzar con las compras, desde aquellos botones en la cocina hasta supermercados automatizados que van ganando espacio en las ciudades, dispuestos a recibir tus pedidos cada día sin que te muevas de la casa, programando en una sola acción un listado de productos necesarios para tu alacena. Muchos ya hablan de refrigeradores que, al notar espacios vacíos, generan una alarma o notificación para que puedas presionar el botón y hacer la compra.

La limpieza no puede quedar por fuera y seguramente ya todos vieron esas aspiradoras que parecen una suerte de platillo volador, pero terrestre. Unos cuantos botones, cargas el líquido de limpieza y la magia comienza. Sin cables, contigo en el sillón observando como el tiempo te rinde mientras tu dinero facilita las tareas molestas, cansinas y repetitivas en tu propio hogar.

¿Ya viste los controles en tu dispositivo móvil? Es que además de todo, también puedes encender el TV, las luces de la sala de estar, la calefacción y cuanta cosa te imagines mientras tienes en segundo plano una conversación por WhatsApp, para que no tengas que levantarte de la cama o de tu mesa de trabajo.

Es moda al involucrarse en las costumbres diarias aprobadas por la mayoría, es lujo por la inversión y facilidad que brinda, es comodidad, es tranquilidad y sobretodo, es fruto a tu esfuerzo, para que puedas usar tu tiempo en lo que realmente desees, cuando lo desees y como lo desees.