Guerra contra el uso de la tecnología de reconocimiento facial

Estamos en una época en que la seguridad se ha tratado de instalar a costa de lo que sea, ya que prácticamente cualquiera accede a todas partes mediante estos medios de comunicación masiva y esto ha hecho que se hayan desarrollado tecnologías como la del reconocimiento facial, que para muchos, como Amnistía Internacional, son invasivas y muy peligrosas.

Nos basta con mirar a los nuevos smartphones para entender que el reconocimiento facial está presente en todo, así que las organizaciones que defienden los derechos humanos han entablado guerras con campañas en contra de su uso excesivo.

¿Qué expresa Amnistía Internacional?

Este movimiento global que trabaja en pro de los derechos humanos, ha pedido a los gobiernos que prohíban el uso de sistemas de reconocimiento facial como forma de vigilancia masiva; y es que sabemos todos, al igual que lo ha expresado la organización, que esta tecnología pone en rueda policial de reconocimiento permanente a personas inocentes.

La campaña internacional llamada Ban the Scam traducida como ‘Veto al Escaneo’, pide leyes prohibitivas contra el reconocimiento facial por atentar contra la libertad de expresión y de asociación, y como una manera de no sufrir algún tipo de discriminación.

Tecnología invasiva

Recolecta datos sensibles de las personas, que en el área policial, vulnera la llamada presunción de la inocencia del sujeto; esto es debido a que una situación de vigilancia masiva es desproporcionada y ha demostrado que es causal de errores que pueden llevar a la criminalización de personas inocentes consideradas sospechosas, por haber sido incorrectamente identificadas.

Esta tecnología ha demostrado que tiene efectos de inhibición de protestas en forma grave, lo que hace se restrinja la libertad de expresión de la gente y se inhiba el uso de los derechos de reunión y asociación, que ya vamos a explicar en forma más detallada.

Derechos humanos afectados

Se afecta la libertad de expresión cuando la vigilancia constante evita que podamos protestar en forma pacífica contra acciones negativas gubernamentales o en pro de la lucha por nuevos derechos; por otro lado, al eliminar el anonimato se impide el libre ejercicio de reunión y asociación por el miedo a las represalias.

Con una tecnología que tiene dificultad para distinguir la tez de color oscura o grupos étnicos, estos tienden a estar en situación de vulnerabilidad, y sin derecho a la igualdad y a la no discriminación; y por último, con esta vigilancia, todos somos sospechosos hasta no demostrar lo contrario, lo que es inverso al principio de presunción de inocencia.

¿Cómo se desarrolla esta tecnología?

Simplemente copiando fotos de redes sociales o de carnés de conducir, y todo sin permiso del usuario; información que introducen en programas analíticos que comparan las imágenes que han captado las cámaras de seguridad, para identificar personas.

En ciudades se usa para discriminar

Las protestas del año pasado de Black Lives Matter, pusieron en relieve que la policía de Nueva York ha utilizado esta tecnología para intimidar a las personas; imágenes tomadas en protestas del mes de junio en la Gran Manzana, sirvieron para que en el mes de agosto se produjeran allanamientos a moradas, con el alegato de que habían atacado a policías; un ejemplo que explica por qué Amnistía Internacional está tan interesado en evitar esto a toda costa.