Las raíces del coaching en el póker
El auge del juego online ha puesto de moda una figura que se asemeja a los entrenadores personales para la práctica deportiva, el coach, que ayuda a los jugadores a regular su actividad.
En un año complicado y en el que los efectos del covid-19 han cambiado toda forma de entretenimiento el juego online no ha podido librarse de una caída más que evidente. Según los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego en España, en el año 2019 el aumento de los márgenes del beneficio en esta industria fue de más del 7%. Pero en el año 2020, el póker es el único juego que se ha librado y es interesante analizar por qué.
Y eso que el póker vive en gran parte de sus eventos en directo y de la promoción que hace de ellos con las personalidades que acuden y los jugadores participantes. Pero también en la rama de juego online está muy desarrollado. Así, hasta tal punto que la labor de coaching para jugadores se ha convertido en un valor al alza en los últimos años. Tener un coach de póker es una actividad que se normaliza casi tanto como la de tener un entrenador personal que te ayude a estar en forma. En realidad, la filosofía es la misma, solo que de cara al juego. Un entramado en el que participan escuelas, entrenadores personales y todo un séquito preparatorio para el apostador habitual.
Como bien podemos pensar, la creación de un sistema de escuelas basado en el aprendizaje no surge de la nada. Para que todo este tipo de empresas tenga futuro también ha sido necesario que el póker avanzara en el número de jugadores y que las marcas de póker gozaran de un volumen de visitas importante para poder convertir su sitio en un espacio mundial de póker en el que jugar y compartir con otros usuarios. La implicación con el póker de muchos de esos jugadores y su compromiso de mejorar para aumentar la competitividad en la red, han sido factores determinantes para que las escuelas pudieran proliferar. También gracias a los sitios webs líderes que han acercado el póker a todos.
De esta tendencia hay varias cosas para analizar, pues es un mundillo interesante con empresas que llegan a tener tras de sí una cartera de clientes de más de 20.000 usuarios a los que se les trata de ayudar para mejorar con los naipes. Y además en formato online.
Un negocio de este siglo
Para poner las cosas en su contexto hay que decir que un sector como el del juego online, que teóricamente por su naturaleza tendría que haberse visto beneficiado por el hecho de que mucha más gente tuviera que permanecer más tiempo de ocio en casa, ha recibido golpes bastantes duros. Con todas las trabas y restricciones que se han encontrado las salas físicas, ha sido rara la factoría que no ha descendido sus cifras. ¿El golpe más duro de su historia? De la reciente seguramente.
A pesar de que los juegos de cartas tienen una amplia historia y recorrido a lo largo de las civilizaciones antiguas, ha sido en los últimos dos siglos en los que han dado el salto a convertirse en formas de entretenimiento masivo. El póker lo logró en la segunda mitad del siglo XX, pero siempre en su formato de juego presencial y normalmente en el casino. Con el boom del póker en línea, los jugadores anónimos comenzaron a ver de verdad en este mercado una posibilidad de ganarse la vida y se centraron en su capacidad de mejora.
En el año 2000, la familia Pelayo abrió la considerada como primera escuela de póker en España y fue en 2006 cuando dio el gran salto a internet. Bajo toda su leyenda como auténticos gurús del juego, crearon una institución pionera capaz dar un soporte a todas aquellas personas que pretendían ganar dinero de forma sistemática jugando al póker, aproximadamente un 85% del total de jugadores. Y como no podía ser de otra forma, la variante Texas Holdem ocupó y sigue ocupando en la actualidad el 95% del entrenamiento que ofrecen las escuelas de póker.
Esa instrucción se daba en varios idiomas, no solo en español, y ponía a disposición del jugador mucho contenido multimedia. Los Pelayo crearon su propia plataforma a modo de banco de videos de poker que podían servir a su clientela para coger ideas y reforzar con imágenes lo explicado en las clases. Clases dadas con instructores importantes y de renombre, algo más complicado de ver en el sector en aquella época.
Como es lógico, en los siguientes años siguieron apareciendo escuelas cada vez más profesionalizadas, al mismo tiempo que el número de jugadores en la red crecía. Colegios capaces de enseñar a jugar al póker desde cero y en un nivel muy amateur, hasta que el alumno llegara al nivel deseado. En principio, alcanzar los niveles más altos es lo que demandaba más gente, aunque a día de hoy se ha popularizado en parte del alumnado el hecho de simplemente mejorar de forma sustancial su juego. Algunas de estas escuelas incluso ofrecían becas de profesionalización, con posibilidad de llevar a los jugadores con mayor progresión a competiciones importantes de póker de todo el mundo.
Y como era más que predecible, el coaching de póker también se ha extendido a las redes sociales. No solo en las escuelas se puede aprender lo mejor sobre estrategia, psicología y desempeño en el juego, también han surgido coach particulares. Hasta las salas de póker han creado sus propias academias para enseñar a los jugadores y con mucho éxito, pues los profesores suelen ser jugadores reconocidos. La opción que el usuario pueda elegir, dependerá de los objetivos que se marque, pero lo que está claro es que opciones tiene.