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San Isidro 18ª. Roca, de nuevo marca la diferencia y se corona Rey sin espada

El peruano Roca Rey vuelve a decir yo soy el rey pese a fallar con la espada una faena de oreja con un toro complicado al que desengañó y acabó pudiendo por su valor, temple y tesón

San Isidro 18ª. Roca, de nuevo marca la diferencia y se corona Rey sin espada

San Isidro 18ª. Roca, de nuevo marca la diferencia y se corona Rey sin espada

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Nuevo cartel de "No hay billetes" en la Plaza de Las Ventas. La Fiesta sí interesa. Decía Ortega y Gasset que si se quiere pulsar cómo está España, debía asistirse a una plaza de toros. En la décimo octava de San Isidro se hizo realidad la frase del insigne filósofo.

Le tocaba el turno a Roca Rey, cuya ambición no le permitía irse de vacío de San Isidro y salió a darlo todo en el quinto. En su primero, ya había dejado claro que venía a por todas en un quite por chicuelinas muy ceñidas que provocó la espectación en los tendidos y los olés espontáneos a continuación.

Quite por chicuelinas, muy ajustadas, de Roca Rey (Foto: Plaza 1)

En este segundo se notó el cambio de cuadrilla. La brega de Antonio Chacón y los pares de Javier Ambel propiciaron que el público subiera su esperanza de ver triunfar al peruano. Pero, Roca Rey poco pudo hacer, y ante las dificultades del toro de Fuente Ymbro, que protestaba y escarbaba manifestando su desánimo en la embestida, decidió que lo mejor era abreviar.

Roca Rey, ambición de figura en el quinto

Ambición de torero que luce el cetro de ser el más taquillero del escalafón actual. Ambición y responsabilidad que provocó que, pese a las dificultades del toro, se viniera arriba en el quinto.

Bronco, suelto y pegando tornillazos desafió el quinto al cholo, que aguantó impertérrito su desafío, y tras resultar desarmado aceptó la porfía, se llevó la muleta a la diestra, se quedó quieto e inició una faena de cara o cruz.

Roca Rey en un adorno por alto (Foto: Plaza 1)

La división de la España orteguiana se hizo presente. Se produjeron protestas porque no se cruzaba, porque decían algunos que metía el pico, y el rey de las taquillas le pegó dos cambiazos que asustaron al mismísimo toro, provocando los olés y las ovaciones cerradas de tal forma que las protestas se vieron acalladas. La mayoría no se dejó avasallar por la minoría a la que afeó su falta de respeto y objetividad.

Para entonces, el toro se había amilanado y refugiado en tablas, donde Roca le siguió presentando batalla por los dos pitones. Derechazos, naturales y de pecho; remates y adornos que calentarían el ambiente lo suficiente como para que el diestro cortara una oreja.

Faena de oreja malograda por pinchar a espadas

Pero, la fortuna no estaba de parte de Roca Rey que hasta el momento había hecho lo más difícil, sacar faena de un toro sin fondo, justo de casta, manso y entregado en tablas que estaba pidiendo la muerte. Fue entonces cuando la espada le traicionó, pinchó en hueso una y dos veces, en lo alto es cierto, pero en hueso, seguido de una entera que le impidió, como ya le pasara en su primera tarde, el corte del apéndice bien merecido.

Fue lo de más categoría de la tarde. Los toros de Fuente Ymbro, cinqueños, en general mansotes y descastados, se juntaron con la falta de ganas de Diego Urdiales en el primero, al que pasaportó de un infame bajonazo.

Derechazo de Diego Urdiales (Foto: Plaza 1)

Y no menos abulia en el cuarto, cuyas complicaciones desanimaron al riojano que apenas lo intentó en una faena destemplada, sin acople, justificado es verdad por los tornillazos de defensa, pero en la que faltó algo más de disposición.

Ginés Marín recibido con una ovación

Como poco, muy poco se pudo ver a Ginés Marín, que reparecía tras su grave cornada de hace pocos días. He dicho grave, sí. Y de hace unos pocos días, el pasado 15 de mayo, cuando sufría una cornada con dos trayectorias de 25 y 20 cms., motivo por el cual era ovacionado al concluir el paseíllo.

La apuesta del palco por el inválido tercero al negarse a devolverlo al corral, impidió el lucimiento del torero de Jerez, cuya estocada, marcando los tres tiempos, fue lo más destacado que pudo lucir en su primer toro.

Ginés Marín al natural (Foto: Plaza 1)

El sexto, un toro sin clase, noblote sin transmisión, tampoco permitió a Ginés dejar ver más allá de evidenciar sus ganas y disposición de hacer las cosas bien. No se cruzaba Marín, ya que tampoco era toro para cruzarse; metía la muleta al pitón contrario, que era lo que le exigía el fuenteymbro, y ni una protesta asomaba en los tendidos, alguno de los cuales refrendaba así sus filias y fobias, haciendo buena la afirmación de Ortega y Gasset, de que no hay nada mejor para pulsar cómo está España, que ir a una plaza de toros.

Nada como comparar lo sucedido en Las Ventas con situaciones reales de la vida actual...

Tarde sin trofeos, de mansos y un pedazo de torero llamado Roca Rey que confirmó ser el rey... pero en esta ocasión sin espada.

Reseña:

San Isidro, 18ª de feria.

Toros de Fuente Ymbro, todos cinqueños, en general mansos y de juego desigual. Manejable los primero y sexto; complicados los segundo, cuarto y quinto; inválido y sin posibilidades el tercero.

Diego Urdiales: Silencio y Silencio.

Roca Rey: Ovación con Saludos y Ovación con Saludos.

Ginés Marín: Silencio y Ovación con Saludos.

Cuadrillas:

Destacaron, en la brega: Antonio Chacón y Javier Ambel; en banderillas: Javier Ambel y Antonio Chacón.


Noticias:

La empresa Plaza 1 ha dado a conocer, que el sustituto del anunciado en los carteles originales Emilio de Justo para el próximo viernes 27 de mayo, será Angel Téllez por su actuación destacada el pasado 17 de mayo.

El cartel definitivo del viernes queda formado por los toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés para Diego Urdiales, Alejandro Talavante y Ángel Téllez.


Cartel de hoy:

26 de mayo: San Isidro, 19ª de feria.

Toros de Juan Pedro Domeq para Morante de la Puebla, Juan Ortega y Pablo Aguado

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