Castilla y León invierte 70 millones en un proyecto de cogeneración con biomasa
La Junta de Castilla y León va a participar con el grupo ENSO en el proyecto de planta que la cooperativa ACOR tiene en Olmedo (Valladolid), para el suministro de calor y energía eléctrica.
Este proyecto es el más grande de España hasta la fecha a nivel de cogeneración con biomasa para uso industrial. El proyecto implica la construcción de una nueva planta que generará más de 30 puestos de trabajo directos y más de 60 indirectos en la Comunidad. Su construcción se iniciará en el primer trimestre de 2023 y prevé culminarse en el último trimestre del mismo año.
La nueva planta generará anualmente más de 346.000 toneladas de vapor y más de 45.000 MWh eléctricos, que cubrirán la mayor parte de las necesidades térmicas y eléctricas de ACOR, lo que permitirá a la cooperativa seguir ejecutando con éxito la actividad de producción y refino de azúcar en Olmedo de manera sostenible, evitando la emisión de 60.000 toneladas de CO2 al año.
Se prevé un consumo de biomasa de 90.000 toneladas al año y toda la biomasa empleada en el proyecto estará certificada bajo el esquema de certificación SURE, conforme a la Directiva (UE) 2018/2001 relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables.
Actuaciones de la Junta en eficiencia energética
La Junta de Castilla y León está desarrollando en los últimos años proyectos de eficiencia energética y energías renovables a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl), enmarcándose el presente proyecto de ACOR. Actualmente, Somacyl realiza el abastecimiento de energía térmica renovable a 124 centros consumidores de todo tipo en Castilla y León, con los siguientes parámetros anuales.
Los sistemas construidos han supuesto una inversión de 36 millones de euros y entre ellos destaca la red de calor de la Universidad de Valladolid y la red de calor industrial del Polígono de Villalonquéjar en Burgos. Asimismo, prevén invertir 133 millones de euros en el desarrollo de la biomasa y otras renovables complementarias, lo que permitirá instalar 140 km de nuevas redes de calor que abastecerán a 30.000 viviendas y 350 edificios públicos.
Actualmente, Castilla y León cuenta con un importante volumen de materias primas y residuos agrícolas y forestales susceptibles de ser destinados a fines energéticos. Además, contribuye al ahorro y estabilidad en la factura energética de familias, empresas e instituciones, con una reducción de consumos y costes y una mayor estabilidad del precio de la energía.