Naturgy apuesta por el gas renovable como vector de descarbonización
El gas renovable es una energía verde con balance nulo de emisiones, y por ello, la energética lo impulsa en el marco de su férreo compromiso con la transición energética.
La producción de gases renovables está alineada con el recientemente aprobado paquete REPowerEU, el plan europeo para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Según datos de la Comisión Europea, España es el tercer país con más potencial de desarrollo de biogás en Europa, con capacidad para alcanzar un potencial de generación de 137 TWh anuales.
En este contexto, Naturgy apuesta por el desarrollo de nuevas energías que permitan al país aprovechar la calidad e inversiones realizadas de las redes de suministro de gas actuales. Así, trabaja con una cartera de proyectos de conexión de plantas de biometano a sus redes que supondrá la inyección de cerca de 6 TWh/año, liderando el desarrollo en España del gas renovable.
Recientemente, la energética anunció la adaptación de la planta de biometano instalada en la explotación ganadera de Porgaporcs, en el municipio leridano de Vila-Sana, para inyectar gas renovable en la red de distribución del grupo en 2023. La compañía invertirá 1,5 millones de euros en este proyecto para avanzar en su objetivo de que en 2050 todo el gas que circule por sus redes sea renovable.
La planta de biometano de Vila-sana será la tercera que Naturgy ponga en operación comercial en España y la segunda de la compañía ubicada en Cataluña. A partir del próximo verano, esta instalación inyectará 11,8 GWh/año de biometano en la red de distribución de gas, evitando la emisión de más de 2.450 toneladas de CO2 al año.
A través de su filial Nedgia, cuenta con casi 5,4 millones de puntos de suministro de gas natural en 1.150 municipios del país. Su principal activo son los más de 55.500 kilómetros de redes que permiten hacer llegar hoy, de forma segura y eficiente, el suministro energético de gas natural y también la distribución de gas renovable.
Desarrollo de proyectos para la transición verde
La red de distribución de gas de Naturgy está totalmente preparada para poder distribuir gases renovables, un vector clave para el cumplimiento de los objetivos de descarbonización, gracias a las inversiones realizadas en los últimos años.
En 2019, a través del proyecto LIFE Methamorphosis (Lleida) financiado con fondos europeos, Naturgy ya testó el biometano producido en esta planta en vehículos a gas y, un año después, el biometano generado se llevó hasta Zaragoza para su uso en el transporte urbano.
La primera planta de biometano que la compañía puso en operación está en la estación depuradora de aguas residuales de Bens (A Coruña); y la segunda, Elena, ubicada en Cerdanyola del Vallès (Barcelona), fue la primera en inyectar a la red de gas de España gas renovable procedente de vertedero.
Con estos proyectos, Naturgy se sitúa a la vanguardia en innovación en el desarrollo de este importante vector energético, que contribuirá de forma significativa a la descarbonización de la economía española en los próximos años.
Biogás y biometano, palanca clave en la descarbonización de la economía española
El estudio ‘El biogás y el biometano como palanca clave en la descarbonización de la economía española’, elaborado por PwC y el Ciemat, y publicado por Fundación Naturgy, aboga por establecer objetivos vinculantes y más ambiciosos para aprovechar el potencial real de este gas en España.
La Hoja de Ruta del Biogás plantea multiplicar por 3,8 su producción hasta 2030, superando los 10,4 TWh, mientras que “la cuota impuesta estimada para el biometano en países líderes a nivel europeo es alrededor de 10% del consumo final de gas para el año 2030”, explicó Oscar Barrero, socio líder del Sector Energía de PwC.
En este sentido, el potencial del biometano en España es mucho mayor. Por ello, el estudio concluye que es necesario que se establezcan mecanismos de apoyo. Según el estudio, con todas estas medidas, “se podrá conseguir que el uso del biogás sea una solución esencial en la reducción de la dependencia energética de la Unión Europea hacia el exterior, así como en la gestión y aprovechamiento de residuos, pero también en la reducción de emisiones”.