Las bodegas de vino españolas son cada vez más sostenibles

Las bodegas de vino españolas están liderando el camino hacia una industria más sostenible gracias a la adopción de prácticas eco-friendly y tecnologías innovadoras, también están reduciendo su impacto ambiental y creando vinos más sostenibles.

Desde la gestión eficiente de residuos hasta el uso de energías renovables, las bodegas españolas están haciendo grandes esfuerzos para reducir su huella de carbono. Muchas de ellas están utilizando tecnología de última generación para reducir el consumo de energía y agua durante el proceso de elaboración del vino. Además, están trabajando en estrecha colaboración con agricultores locales para producir uvas orgánicas y biodinámicas, reduciendo así el uso de pesticidas y fertilizantes químicos.

Estos esfuerzos están dando resultados: cada vez más están siendo reconocidas por sus prácticas sostenibles y sus vinos están siendo galardonados por su calidad y su compromiso con el medio ambiente, pudiendo recibir el sello de Sustainable Wineries for Climate Protection primera y única certificación específica para bodegas en materia de sostenibilidad medioambiental.

Las bodegas sostenibles para la protección del clima son aquellas que han implementado una serie de medidas para reducir su impacto ambiental y, al mismo tiempo, producir vinos de alta calidad. Estas medidas incluyen la utilización de energías renovables, la gestión eficiente de residuos, la reducción del consumo de agua y la utilización de prácticas agrícolas más sostenibles.

Además, están adoptando una visión a largo plazo y están invirtiendo en investigación y desarrollo para encontrar soluciones innovadoras que permitan adaptarse al cambio climático y reducir aún más su impacto ambiental.

Vinos de calidad y respetuosos con el medio ambiente

La bodega española CEPA 21 ya ha sido galardonada con este certificado Sustainable Wineries for Climate Protection reconociéndole su trabajo por la sostenibilidad y el medio ambiente, así como su liderazgo en la adopción de prácticas responsables en su producción de vino.

CEPA 21 se dedica a la producción de vinos de alta calidad en la región de Ribera del Duero en España. La bodega se enorgullece de ser un ejemplo de sostenibilidad, utilizando prácticas responsables en todas las etapas de la producción del vino, desde el cultivo de la uva hasta el embotellado, utilizando técnicas de agricultura sostenible, como el cultivo de uvas orgánicas y biodinámicas, el control integrado de plagas y enfermedades y la utilización de abonos naturales.

Este certificado es un reconocimiento a los esfuerzos de CEPA 21 por producir vinos de alta calidad de manera responsable y sostenible. La bodega se enorgullece de este logro y espera seguir liderando el camino hacia una industria del vino más sostenible y comprometida con el medio ambiente.

Bodega Otazu es otra de las que está en camino de conseguir esa certificación. En su visión de la sostenibilidad, está avanzando en el proyecto LIVIÑG SOIL, cofinanciado por el Gobierno de Navarra y los Fondos Europeos, en el que profundiza en la sostenibilidad de la gestión del suelo, buscando distintas soluciones que reduzcan el uso de herbicidas, incrementen la biodiversidad, la actividad microbiana y refuercen la estructura de la tierra.

Además, continúa dando forma a su proyecto ‘ViñaSostenible’, con el que se dirige hacia un modelo agrícola más sostenible, aumentando la biodiversidad y reduciendo el impacto de los tratamientos fitosanitarios. La Bodega sigue participando en otras propuestas sostenibles, de ahí su pertenencia a las iniciativas Biovid (nuevas técnicas de biocontrol frente a la botrytis), OIVINA (predicción de la enfermedad del oídio en el viñedo) y O3VIÑA (control de enfermedades fúngicas en la viña), financiadas por el Gobierno de Navarra.

Bodega Otazu mantiene un compromiso ineludible con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad, fijándose el objetivo de alcanzar cero emisiones netas para 2030. Así, ha implantado el uso de botellas más ligeras en los vinos de la gama Otazu. Estas nuevas botellas protegen al vino igual que las anteriores; sin embargo, es un vidrio más liviano, que utiliza menos materias primas, consume una cantidad de energía menor, reduce las emisiones de CO2 y, por lo tanto, mitiga la huella de carbono.

Las Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal, también se encuentra en pleno cambio incluyendo diferentes técnicas para mejorar su cosecha. Esta marca es una de las más antiguas y prestigiosas de España, que han implementado una serie de medidas en sus viñedos para hacer frente al cambio climático y asegurar la sostenibilidad a largo plazo de su producción de vino.

Situada en la región de La Rioja, ha experimentado los efectos del cambio climático en los últimos años, como sequías más largas y temperaturas más altas en verano, lo que ha afectado a la calidad de las uvas y, por lo tanto, a la producción de vino.

Para hacer frente a estos desafíos, las Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal han implementado diversas medidas en su viñedo, incluyendo la plantación de variedades de uva más resistentes al calor y la sequía, la utilización de sistemas de riego más eficientes, y la implementación de técnicas agrícolas sostenibles, como la utilización de abonos orgánicos.

Por otro lado, la compañía tiene una fuerte apuesta por la agricultura regenerativa, con la que se consigue recuperar la vida del suelo, intentando además limitar el laboreo al máximo. El aumento de la biodiversidad en el suelo aumenta la cantidad de materia orgánica y carbono, evitando la erosión del suelo. No solo mejora la vida del suelo, sino la biodiversidad en las propias viñas, tanto animal como vegetal.

Estas medidas son parte del compromiso de las Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente, y reflejan su liderazgo en la adopción de prácticas responsables en la producción de vino.