San Isidro 9ª. Castella vuelve, cautiva a Las Ventas y abre su Puerta Grande
Tras un periodo ausente de los ruedos, el retorno a Las Ventas de Sebastián Castella se salda con dos orejas de un gran toro de Jandilla, abriendo con mérito la Puerta Grande
Retornaba Sebastián Castella a la plaza que le vio salir por su Puerta Grande hasta en cinco ocasiones y debía llevar en el esportón una réplica de su llave, pues desde los inicios de capa al primero se le vio dispuesto a repetir tal hazaña.
En Madrid, el toro requiere de pujanza para transmitir
La corrida de Jandilla tuvo calidad y nobleza en general, pero también adoleció de fuerza, defecto que en Las Ventas supone un auténtico "handicap" para poder alcanzar el triunfo. Precisamente eso fue lo que pasó en el primero, firme candidato para haber sido devuelto al corral, cosa que solo la benevolencia del palco impidió que sucediera. Voluntad del francés sin toro, que no llegó a los tendidos.
Derechazo de Sebastián Castella al noble toro cuarto de Jandilla
Habría de ser en el cuarto cuando se presentó la oportunidad a Castella que paró su bruta embestida con una brega impecable. Cumplió el jandilla en el caballo y gracias al buen hacer de José Chacón con el capote en el tercio de banderillas, el toro llegó con nobleza, bondad y la fuerza justa a la muleta.
Castella repitió fortuna y abrió su sexta Puerta Grande
Y fue en este tercio cuando Castella se ameritó como candidato al doble premio por una faena que inició con estatuarios, siempre en la perpendicular del toro, muy firme y seguro de sí mismo. Cambió de terreno al abrigo del viento, en los bajos de entre el 5 y el 6 e inició lo que sería una obra completa, variada, de regusto, que cautivó y puso de acuerdo a los que pusieron el cartel de "No hay billetes".
Desmayado adorno del francés en los inicios de faena al cuarto.
Muy despacio, muy templados iban saliendo los derechazos, cuyas tandas remataba con largos pases de pecho. Y las tandas de naturales, alguna precedida del cambiado y otra de espaldina provocando los olés y las ovaciones sinceras. Una y otra, muy centrado, con mucho cuidado por las justas fuerzas del toro. Muy templado.
Natural profundo, de mano baja, que sumó para abrir la Puerta Grande.
Sabía que se jugaba el todo por el todo con la espada. Precedieron a la estocada unas manoletinas afeadas por un desarme, para volcarse a continuación sobre la astifina cara de Rociero, dejando una estocada de gran factura que le valió, junto a todo lo anterior, las dos orejas como justo reconocimiento a su maestría y buen hacer.
"Sin toro nada tiene importancia"
El lote de José Mari Manzanares tuvo el mismo problema de la falta de fuerzas, condición que anula la voluntad de cualquier torero. "Sin toro, nada tiene importancia" se coreó desde el tendido y no le faltaba razón. A pesar de la voluntariosa actuación del alicantino con la diestra, listo para dar ese pasito más con el que cruzarse y encelar la embestida del toro, no pasó de saludar una ovación que provocó la división del respetable.
Derechazo de José Mari Manzanares al blando y noble toro de Jandilla.
De igual condición, aunque con algo más de fuerza, fue el quinto, titular de Jandilla. El toro necesitaba cruzarse algo más para provocar el celo de su embestida. Voluntarioso, aunque algo despegado con la diestra, y ahogando al toro en las proximidades y sin convencimiento con la izquierda, Manzanares concluyó su labor tras pinchazo y entera yéndose del embroque.
Preocupante lo de Pablo Aguado
Es preocupante lo que le pasa a Pablo Aguado. Quien ha demostrado tener condiciones más que suficientes para el buen toreo que lleva en sus yemas y en su corazón, pero no tuvo cabeza para templar la delicada embestida del tercero. No le acompañó el sutil temple de años anteriores y no ayudaba al toro en su justeza de fuerzas, que doblaba en los primeros compases. Más ajustado al natural, -por este pitón sí-, aliviando al jandilla y rematando arriba, su faena no llegó a calar entre el público allí presente.
Muletazo con la diestra de Pablo Aguado.
Con el Vegahermosa sexto, más complicado que sus hermanos, no pasó de aseado, dejando a más de uno cavilando sobre qué le puede pasarle a Pablo Aguado, el torero sevillano, que veía cómo su compañero de terna, el ya veterano Sebastián Castella, se llevaba dos orejas del cuarto y salía por méritos propios por la Puerta Grande, sumando así la sexta de su carrera como torero.
Reseña:
9ª de San Isidro. Lleno de "No hay billetes". Viento molesto intermitente.
Toros de Jandilla, nobles y justos de casta, con clase y t bondades que, en general, se dejaron. El 6º de Vegahermosa, más complicado.
Sebastián Castella. Silencio y Dos orejas, con salida por la Puerta Grande.
José Mari Manzanares. División al saludar y Silencio.
Pablo Aguado. Silencio y Silencio
Cuadrillas:
Destacaron: en la brega Juan Sierra y José Chacón. Y en banderillas: Iván García, "El Algabeño" y Diego Carvalho.
Vídeo:
Cartel de hoy:
Plaza de toros de Las Ventas. Feria de San Isidro 10ª. 19:00 horas.
Toros de rejones de Capea para Diego Ventura, Leonardo Hernández y Duarte Fernández.
San Isidro cultural:
El rabo de toro es uno de los platos por excelencia en estas fechas próximas a San Isidro en la capital de España. El número de toros que se lidian durante su feria permite degustar esta exquisitez gastronómica que puede encontrarse en diversos restaurantes de Madrid.
El exquisito plato de rabo de toro, especialmente popular en Madrid en estas fechas de San Isidro.
Entre ellos, destaca el que prepara Pepe Fijoa, chef conocido también por sus excelentes cocidos de 4 vuelcos, en el restaurante Principelao en el distrito madrileño de Vallecas.
El chef Pepe Fijoa y el maitre Ramón Fernández, del restaurante Principelao.