San Isidro 12ª. Tarde entretenida de novillos y novilleros, pasada por agua

La segunda del ciclo isidril fue una tarde entretenida. Lo fue porque los novilleros estuvieron en tales, con ganas y disposición, y los novillos de Montealto dieron juego desigual. ¿Me gustó la novillada? No. ¿Y los novilleros? En novilleros estuvieron. Y por eso, no me aburrí. De no haber sido por lo desagradable de la lluvia, el festejo hubiera dado más de sí y probablemente los novilleros hubieran destacado más.

Jorge Martínez confirmó su capacidad lidiadora

Es el caso de Jorge Martínez, que lució con el manejable primero, justo de fuerzas y con clase, en los ayudados por alto y en las series por los dos pitones. Le faltó, eso sí, ligar más para conectar mejor con el público. Su entera desprendida le hicieron merecedor de una ovación con saludos.

Un natural de Jorge Martínez.

Con el cuarto, el torero de Totana (Murcia) se encontró con la otra cara de la moneda. Pronto, pero áspero e incierto, se mostró firme con la muleta. La lluvia despistó al respetable que no llegó a valorar su capacidad lidiadora. Su mando, sobre todo al natural, le permitieron saludar una ovación.

Se presentó Jorge Molina, dejando buena impresión

No se quedó atrás Jorge Molina en su presentación en Madrid. Es cierto que el inicio de doblados por bajo fue muy estético, pero no lo mejor para un novillo que evidenciaba justeza de fuerzas y doblaba al bajarle la mano. La segunda mitad de la faena, con la muleta mejor administrada, a media altura y muy puesta, le permitió sacar derechazos y naturales que transmitieron más que el montealto, al que despachó de entera algo delantera.

Inicio de pase de pecho en los doblados de Jorge Molina al segundo de la tarde.

La lluvia pasó por agua la faena al quinto, muy suelto en varas y banderillas, en cuyo tercio creó un desorden debido a la mala lidia, para cambiar y dejarse en los inicios de muleta por ambos pitones. El secreto del torero de Torrijos (Toledo) no fue otro que dejarle el engaño puesto para ligar, y mostrarse muy firme y dispuesto hasta que el novillo acabó rajado. Pese a estar mal con los aceros, acabó saludando una ovación.

Buena presentación de Sergio Rodríguez

Se presentaba también en Las Ventas el más nuevo de la terna. Sergio Rodríguez aprovechó las bondades del primero de su lote, al que recibió de rodillas con muletazos por alto, un cambiado y una serie a derechas que convencieron a los tendidos. Arrojo y valor fueron las notas destacadas de quien realizó una faena a menos, como el novillo, pese a buscar la colocación para ligar y agradar.

Cambiado de Sergio Rodríguez con el que recibió al tercero del festejo.

Con el último del festejo, un novillo que repetía noble y pronto a la muleta, el torero de Las Navas del Marqués (Ávila) se gustó sobre todo con la diestra, para terminar sin acoplarse, en medio de una lluvia que fue protagonista de un festejo que sin su presencia hubiera permitido lucir más a los novilleros y apreciar mucho más las ganas y voluntad de los novilleros.

Reseña:

12ª de San Isidro, tres cuartos de entrada, con lluvia intermitente, que deslució el festejo.

Novillos de Montealto, bien presentados, que dieron juego desigual y por ello, interesantes.

Jorge Martínez. Ovación con saludos y Ovación con saludos.

Jorge Molina. Ovación con saludos y Ovación con saludos.

Sergio Rodríguez. Ovación con saludos y Silencio

Cuadrillas:

Destacaron en la brega, Juan Navazo y Juan Carlos Rey. Y en banderillas: Juan Carlos Rey y Rubén Sánchez.

Cartel de hoy:

13ª de San Isidro. Plaza de Las Ventas. 19:00 horas.

Toros de Luis Algarra para El Payo, Francisco José Espada y Román.

San Isidro Cultural:

La Sala Bienvenida de la Plaza de Las Ventas acogerá el 25 de mayo a las 12:30 horas la presentación del libro "Cúchares, el torero que dio nombre a su arte" de Santiago Sánchez Traver. Cúchares fue un torero madrileño que rivalizó con Paquiro y El Chiclanero, impuso alargar la faena de muleta, que utilizó como medio artístico y no solo como defensa; salió ileso de todos sus compromisos sin recibir nunca una cornada y dio sobrenombre a la tauromaquia como "el arte de Cúchares".