Muere Garavito, el asesino en serie de más de 190 niños
La historia de Luis Garavito es sobrecogedora, maltratado y vejado desde niño, se convirtió en un psicópata, asesino en serie que llegó a matar a más de 190 menores durante los años 90.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia informaron que Luis Garavito, un asesino en serie que confesó haber matado a más de 190 niños durante la década de 1990, ha fallecido debido a una grave enfermedad, en un hospital de Valledupar, en el norte de Colombia, donde cumplió su condena debido a una grave enfermedad.
Este trágico cierre de un capítulo oscuro en la historia criminal de Colombia nos lleva a reflexionar sobre la vida de este hombre y los terribles actos que cometió.
Una infancia marcada por el abuso
Luis Garavito, nacido el 25 de enero de 1957 en Génova, Quindío, en Colombia. Tuvo una infancia turbulenta. Fue víctima de abuso sexual cuando era niño, una experiencia traumática que influyó en su comportamiento posterior.
Las secuelas emocionales de estas agresiones lo llevaron a cometer una serie de atroces asesinatos de niños. Garavito, como víctima de abusos sexuales, se convirtió en un depredador de menores, emulando el tormento que él mismo sufrió.
Garavito, el mayor de siete hermanos, creció en el oeste de Colombia. Muchas de sus víctimas eran niños de familias empobrecidas, que, lamentablemente, carecían de los recursos para proteger adecuadamente a sus hijos. Esta vulnerabilidad de las víctimas permitió a Garavito continuar su espeluznante serie de crímenes. Aunque asistió a la escuela durante un breve período, su infancia estuvo marcada por la adversidad y la falta de apoyo.
'La Bestia', un apodo siniestro
Luis Garavito era conocido por varios apodos, siendo 'La Bestia' el más notorio de todos. Este alias refleja la naturaleza monstruosa de sus acciones.
La infancia desgarradora de Garavito, marcada por el abandono de su hogar debido al alcoholismo de su padre, lo llevó a huir a los 16 años. Para atraer a sus víctimas, utilizaba estratagemas como ofrecerles dulces, comida o bebidas.
Los niños, muchos de los cuales provenían de familias necesitadas, confiaban en él debido a su aparente amabilidad y las dádivas que ofrecían. Estos jóvenes, que a menudo padecían hambre en sus hogares, aceptaban cualquier alimento que les proporcionaran.
Garavito adoptó diversas identidades y disfraces, como un mendigo, un lisiado, un monje, un granjero y un sacerdote, para ganarse la confianza de los niños. Este depredador recorría las calles del oeste de Colombia, repartiendo dulces para atraer a sus víctimas, quienes, lamentablemente, eran sometidas a torturas y asesinatos brutales.
Su modus operandi variaban, ya que a veces se presentaba con una gorra de béisbol, barba o afeitado. La mayoría de sus víctimas fueron encontradas degolladas y con signos de haber sido atadas y mutiladas.
La confesión de los horrores
Luis Alfredo Garavito, conocido como 'La Bestia', confesó haber asesinado a niños de entre 8 y 16 años, la mayoría de ellos provenientes de familias de bajos ingresos. Para cometer sus crímenes, Garavito se hacía pasar por un monje, un mendigo o un vendedor ambulante.
El oscuro legado de Garavito comenzó a salir a la luz cuando las autoridades notaron similitudes en los casos de desapariciones de menores en las ciudades de Pereira, Armenia y Tunja.
En abril de 1999, Garavito fue arrestado bajo cargos de intento de violación. Sin embargo, cuando un juez le preguntó si era el responsable de los asesinatos de 114 niños cuyos cuerpos se habían encontrado en 59 localidades colombianas a partir de 1994.
Garavito admitió sus crímenes y pidió perdón. Posteriormente, confesó haber cometido aún más asesinatos, elevando la cifra total a más de 190.
En ese mismo año, Garavito se disculpó ante los familiares de las víctimas durante una audiencia judicial, diciendo:
"Quiero pedir perdón por todo lo que hice y voy a confesar. Sí, los mate, y no solo a esos, mate a otros" .
En años recientes, se especulaba sobre la posibilidad de que Garavito fuera liberado tras cumplir tres quintas partes de su condena. Sin embargo, en 2021, el entonces presidente Iván Duque rechazó esta posibilidad y afirmó que durante su mandato, Garavito debía permanecer en prisión.
Allí continuó hasta que el pasado 12 de octubre falleció a causa de una grave enfermedad que padecía.
Mitos sobre los asesinos en serie
El fenómeno de los asesinos en serie no es nuevo ni exclusivo de los Estados Unidos. A lo largo de la historia, se han registrado casos de asesinos en serie en todo el mundo.
A principios del siglo XIX, el Dr. Richard von Krafft-Ebing realizó algunas de las primeras investigaciones documentadas sobre delincuentes sexuales violentos y los delitos que cometieron. Su trabajo sentó las bases para el estudio de los asesinos en serie. Sin embargo, a lo largo del tiempo, se han tejido diversos mitos y falsas creencias sobre este tipo de criminales.
El fenómeno de los asesinos en serie ha fascinado y aterrorizado a la sociedad a lo largo de la historia. Sin embargo, muchos mitos y creencias falsas han rodeado a estos criminales, lo que a menudo dificulta la comprensión real de quiénes son y cómo operan.
En este apartado desmitificamos algunas de estas creencias erróneas y arrojaremos luz sobre la complejidad de los asesinos en serie. El asesinato en serie es un hecho bastante raro y se estima que representa menos del 1% de todos los asesinatos cometidos en un año.
Según la Unidad de Análisis de Comportamiento-2, Centro Nacional para el Análisis de Delitos Violentos, Grupo de Respuesta a Incidentes Críticos Negociado Federal de Investigaciones de los Estados Unidos, estos son algunos mitos o falsas creencias sobre los asesinos en serie.
Mito 1: Los Asesinos en Serie Son Solitarios Disfuncionales
Uno de los mitos más arraigados es la idea de que los asesinos en serie son individuos solitarios y disfuncionales que viven al margen de la sociedad.
Sin embargo, la realidad es que muchos de ellos se integran perfectamente en sus comunidades. Ejemplos:
- Robert Yates, el asesino de Green River Gary Ridgeway y el asesino de BTK Dennis Rader demuestran que pueden llevar vidas aparentemente normales, lo que les permite pasar desapercibidos ante las autoridades y el público.
Mito 2: Los Asesinos en Serie están motivados únicamente por el sexo
Otro mito común es que todos los asesinos de la serie están motivados exclusivamente por deseos sexuales. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Los asesinos en serie pueden actuar por ira, emoción, búsqueda de beneficios económicos o atención.
- Casos como el francotirador en la serie John Allen Muhammad y el enigmático Dr. Michael Swango ilustran que las motivaciones pueden variar ampliamente.
Mito 3: Los asesinos en serie no pueden dejar de matar
Se ha creído que los asesinos en serie no pueden detenerse una vez que comienzan a matar. No obstante, hay ejemplos de asesinos en serie que han cesado sus actividades antes de ser capturados.
- Dennis Rader, conocido como el asesino de BTK, dejó de matar durante un largo período antes de ser arrestado, participando en actividades autoeróticas como sustituto de sus asesinatos.
- Otro ejemplo es Jeffrey Gorton, quien también detuvo sus asesinatos y se dedicó a actividades personales antes de su detención.
Mito 4: todos los asesinos en serie Son locos o genios malvados
Existe la creencia de que los asesinos en la serie son o bien enfermos mentales extremos o genios malvados. Sin embargo, como grupo, estos criminales padecen una variedad de trastornos de personalidad, como psicopatía y personalidad antisocial, aunque no todos son considerados legalmente "locos".
La inteligencia de los asesinos en la serie varía ampliamente, y algunos tienen niveles de inteligencia promedio no todos son 'muy inteligentes' como se piensa de forma común.
Mito 5: todos los asesinos en serie viajan
A menudo se piensa que los asesinos en la serie se desplazan constantemente, pero la mayoría opera dentro de áreas geográficas definidas. Estas zonas de confort están vinculadas a su lugar de residencia, empleo o residencia de familiares. Solo unos pocos asesinos en serie viajan, y estos se dividen en categorías como personas itinerantes, sin hogar o aquellos cuyos empleos les requieren viajar.
En conclusión, es esencial desmitificar las creencias erróneas sobre los asesinos en serie para comprender mejor este fenómeno complejo. Los casos reales muestran que estos criminales pueden ser personas aparentemente comunes y que sus motivaciones y comportamientos pueden variar ampliamente. La comprensión precisa es crucial para la prevención y la justicia.
La muerte de Luis Garavito cierra una vida llena de abusos y violencia que lo convirtió en una ‘bestia’, el apodo por el que le llamaba. Carecía de empatía, veía el mundo como una fuente para satisfacer sus necesidades, a pesar de que pasado el tiempo se disculpó por sus actos, seguramente lo hizo pensando en que esto podría ser beneficioso para él.
A diferencia de las vidas que segó, la suya fue respetada, tal como debe ser. Murió a los 66 años y en un hospital a consecuencia de una grave enfermedad. Si te ha gustado este artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.