Tres recetas fáciles, sabrosas y saludables en 10 minutos
Esos días en los que la pereza se apodera de nosotros, pero nos apetece disfrutar de una buena cena... ¿Solución? ESDiario te enseña tres recetas ricas que puedes preparar en 10 minutos.
Variedad de alimentos saludables y nutritivos. Fuente: Directo al Paladar.
Muchas veces lo más difícil es elegir la combinación adecuada. Quieres algo rico, rápido de hacer y saludable. Sabemos que son tres condiciones que, a priori, no parecen demasiado fáciles de cumplir a la vez. Pero, cómo hemos mencionado, no lo parecen a priori, en realidad es totalmente posible, lo complicado o lo esencial es dar con la mezcla perfecta. Por eso, en ESdiario te proponemos tres recetas para comer o cenar, siendo esta última ideal porque son platos ligeros, sabrosos y saludables. ¡Allá vamos!
Revuelto de huevos con tomate troceado (Para dos personas)
Para hacer esta preparación sólo necesitaremos 3 huevos (a poder ser camperos) y un tomate (la variedad que más te guste), pimienta negra, tabasco y sal. Vas a ver que los pasos son tan sencillos que la pereza no se apoderará de ti.
- En primer lugar, troceamos el tomate en daditos pequeños para después sofreírlos en la sartén con aceite de oliva durante 5 minutos a fuego medio alto, con cuidado de que no se quemen.
- En segundo lugar, espolvoreamos con pimienta negra, echamos dos gotitas de tabasco y una pizca de sal.
- Último y tercer paso, cascamos los huevos y los vertemos directamente en el sofrito, sin necesidad de batirlos previamente.
- Removemos de manera continua hasta que el huevo esté hecho y perfectamente mezclado con el tomate... ¡Y listo para emplatar! Si quieres añadir un poco de carbohidratos al plato puedes tostar una rebanada del pan que tu prefieras y consumirlo a modo tostada.
Calabacín cocido con salsa de tomate (Para dos personas)
Esta receta está basada en la verdura “multiusos” por excelencia: el calabacín. Hablamos de una hortaliza disponible en nuestros mercados durante todo el año, siendo entre noviembre y agosto su mejor época de consumo y recolección, y muy versátil en la cocina, ya que la podemos emplear en cremas, ensaladas, tortillas, rellenos, salsas, etc. Además, el calabacín destaca por su bajo contenido calórico, convirtiendo a esta verdura en la opción perfecta para cuando quieres una cena ligera, pero sabrosa. Y para terminar de convencerte…El también conocido como ‘zapatillo’ aporta una gran cantidad de vitamina C y de potasio.
El 26% de las ingestas recomendadas de vitamina C en hombres y mujeres de 20 a 39 años es aportado por un calabacín de tamaño mediano.
Para esta receta sólo necesitamos un calabacín de tamaño grande, comino, leche evaporada y una salsa de tomate frito, casero o ya preparada, según ganas y prisas. Para cuando tenemos prisa y pocas ganas hemos encontrado una opción de tomate frito rica y saludable en Mercadona. Se trata del tarro de 560 gramos, más de medio kilo, el “tomate frito aceite de oliva receta artesana”, marca Hacendado, por un asequible precio de 2,10 euros. Sus únicos ingredientes son: tomate, aceite de oliva (15%), azúcar, sal y ajo.
- El primer paso de esta rápida receta es cortar el calabacín, sin pelar, en cuatro trozos del mismo tamaño, que nos queden altos, pero sin pasarnos. Los colocamos en un bol con una base amplia, colocamos un film apto para el microondas que lo recubra entero y bien tirante y calentamos en el microondas durante 8 - 12 minutos.
- Al mismo tiempo, en una cacerola pequeña colocamos el tomate frito y calentamos a fuego alto. También se puede calentar en el microondas, pero así vamos adelantando mientras se cocina la verdura.
- Una vez haga borbotones, moderamos la temperatura, bajamos a fuego medio, y condimentamos la salsa con comino, una pizca de sal al gusto.
- A continuación, añadimos la leche evaporada, mucho más ligera que la nata de cocinar habitual, de tal forma que tengamos 50% de salsa de tomate y 50% de leche evaporada.
- Retiramos del fuego y templamos mientras removemos.
- Por último, vertemos la salsa sobre los troncos de calabacín.... Dejando un lecho de salsa...Y ya tenemos un primer plato. De segundo, para acompañar, podemos añadir una proteína animal, carne o pollo a la plancha, ternera, secreto ibérico, etc., según gustos y existencias.
Esta combinación, quizás no muy usual, es deliciosa y realmente sabrosa. El calabacín queda muy blandito, como si fuera queso, y el tomate condimentado con el comino le da un toque especial, haciendo de esta receta una muy acertada combinación en el paladar.
Salmón a la plancha con revuelto de gulas y espárragos.
Sólo necesitamos salmón fresco, espárragos, gulas y aceite de oliva. Es tan fácil que necesitaremos muy poco espacio para contártelo.
- Primero, preparamos el condimento para el salmón. Necesitamos un cuenco en el que echaremos ajo y perejil muy, pero que muy picaditos… Le añadimos un chorrito de aceite de oliva, mejor si es extra virgen, y removemos.
- Extendemos el condimento que hemos preparado en el salmón fresco, por ambos lados, y a la plancha. Fuego fuerte, vuelta y vuelta, como si se tratara de un entrecot, lo ideal es que nos quede un poco churruscado por fuera y un punto a medio hacer por dentro.
- Para el acompañamiento, el revuelto de gulas y espárragos, cortamos los trigueros en trozos de unos cuatro centímetros y los sofreímos con unas gotitas de aceite. Cuando veamos que están casi hechos añadimos las gulas, sal al gusto y sofreímos un poco de nuevo.
Por orden, lo mejor es hacer la guarnición y guardarla con tapa para conservarla templada y lo último el salmón para que esté recién hecho y podamos disfrutar de su ternura.
