Descubre el arte de preparar licor de café casero
¡Descubre cómo preparar licor de café casero con aroma a chocolate negro! Una bebida ideal para cócteles y también para repostería.
Licor de café casero
Conoce cómo el licor de café se convirtió en una deliciosa tradición desde el siglo XVII, gracias a un monje francés que lo creó como una manera única de preservar el sabor del café.
La elaboración de licores tiene siglos de historia
La historia de las primeras bebidas destiladas se remonta a milenios atrás, sumiéndose en un halo de misterio.
Aunque no existen muchos registros sobre los inicios de este arte, algunos sugieren que las primeras destilaciones podrían haber tenido lugar en Mesopotamia alrededor del año 2.000 a. C. Sin embargo, es esquivo confirmar con certeza debido a la vastedad del tiempo transcurrido.
Los expertos no logran llegar a un consenso, y diversas teorías entrelazan el origen de la destilación. Entre ellas, destaca la hipótesis más aceptada, que señala a Arabia como el punto de partida en torno al año 800 d. C.
Se atribuye este comienzo al médico Rhazes o al alquimista Jabir ibn Hayyann. Aunque la incertidumbre persiste, la destilación inicialmente se vincula a la producción de perfumes más que a la creación de bebidas, añadiendo aún más enigma a este intrigante capítulo de la historia.
Licor de café: sus orígenes
El licor de café, esa maravillosa amalgama de granos de café y aguardiente destilado, ha deleitado los paladares desde tiempos inmemoriales.
Enclavado en la historia europea del siglo XVII, el monje francés Frère David fue el pionero detrás de esta creación. Su receta, una mezcla meticulosa de café, azúcar y licores destilados, se guardó celosamente dentro de los muros monásticos antes de ser revelada al mundo.
La explosión de popularidad: siglos XIX y XX
Con la fiebre del café arrasando Europa, el licor de café no tardó en sumarse al festín de la popularidad.
En el siglo XIX, naciones como Italia y dieron a luz sus propias interpretaciones de esta deliciosa bebida. Así, el licor de café se convirtió en un fenómeno global, conquistando los paladares de distintas culturas a lo largo de los siglos.
México: cuna de sabores intensos
México, tierra de contrastes y sabores vibrantes, también aporta su sello al mundo del licor de café.
El icónico Kahlua, gestado en 1936 en Veracruz, ha trascendido fronteras para convertirse en un ícono de la cultura y la gastronomía mexicanas. El país, con su rica historia y tradiciones, inyecta su esencia en cada gota de este exquisito licor.
El licor de café en la repostería: un toque de elegancia
Más allá de deleitar el paladar con su embriagador sabor, el licor de café despliega sus alas en el mundo de la repostería. Ya sea vertido sobre un helado o fusionado con un aterciopelado flan este néctar ofrece una experiencia decadente y placentera que eleva los postres a nuevas alturas culinarias.
Relatos y leyendas: Tía María y Kahlua
Las recetas de licor de café trascienden el tiempo, con joyas como el Tía María, cuyos orígenes se pierden en la bruma del siglo XVII. La leyenda cuenta la historia de una aristócrata española en Jamaica, cuya doncella resguardó una receta en su joyero, dando vida a la Tía María, un ícono en sí misma.
Kahlua, el otro protagonista, nació en Veracruz gracias a la visión de los hermanos Álvarez en la década de 1930. Su fusión de café y caña de azúcar ha trascendido el tiempo, llevando consigo la riqueza de la tradición mexicana.
Receta de licor de café casero
Ingredientes:
- 1 litro de Vodka
- 350 g de Café molido (espresso, descafeinado o el de tu preferencia)
- 1 kg de Azúcar
- 2 litros de Agua
- 3 onzas de Chocolate negro rallado
- 2 cucharaditas de Aroma de vainilla
Utensilios:
- Bote de vidrio grande con boca ancha (como los de aceitunas) o garrafa de agua vacía de 5 litros
- Botellas o recipientes de vidrio
Preparación:
- En una olla o cazuela grande, agrega el agua, que combinaremos con el azúcar para crear un almíbar.
- Añade el azúcar y calienta a fuego lento, removiendo con una cuchara hasta que el azúcar se disuelva por completo.
- Apaga el fuego y deja reposar la mezcla durante 15 minutos.
- Vierte la mezcla en un bote grande (preferiblemente con capacidad para unos 4 litros, como los botes de aceitunas, o usa una garrafa de agua de plástico de 5 litros). Si el recipiente tiene boca estrecha, utiliza un embudo para evitar derrames.
- Mientras la mezcla aún esté ligeramente caliente, añade el chocolate rallado y deja reposar hasta que alcance la temperatura ambiente.
- Incorpora el vodka y mezcla.
- Agrega el aroma de vainilla y el café molido. Remueve con una cuchara (si es difícil mezclar en una garrafa, puedes usar un utensilio alargado como un cuchillo fino o cerrar la garrafa y agitar).
- Tapa el recipiente y deja reposar durante 25 días en un lugar fresco, alejado de la luz solar (preferiblemente en la nevera o en una zona oscura y fresca).
- Durante este período, remueve o agita el frasco cada semana. Prueba la mezcla y ajusta la cantidad de azúcar si es necesario, repitiendo el proceso después de dos y tres semanas.
- Pasados los 25 días de reposo, filtra el licor de café usando un colador y un recipiente debajo para recoger el licor. También puedes utilizar una tela fina, como de media, para obtener un resultado más fino.
- Para envasar el licor filtrado, usa un embudo y llena las botellas o envases de vidrio. Tapa y conserva en un lugar fresco.
- ¡Listo! Ahora puedes disfrutar del licor solo con hielo, agregarlo a cócteles o utilizarlo en repostería. ¡Salud!
En conclusión, el licor de café, con sus raíces profundas y su evolución a lo largo de los siglos, no solo es una bebida, sino una obra maestra que fusiona historia, cultura y sabor.
Ya sea en las calles de Europa o bajo el sol de México, este elixir continúa su viaje, brindando placer a cada sorbo. Sumérgete en este fascinante mundo y descubre la magia que reside en cada botella de licor de café. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.