Así consigue Porsche convertir el viento en combustible sintético
Porsche revela su enfoque integral hacia la movilidad sostenible, destacando su estrategia "Doble E" que combina la electrificación con los e-fuels, que produce en su planta piloto de Chile
En medio de la creciente adopción de la movilidad eléctrica en la vida cotidiana, Porsche revela su enfoque equilibrado en el uso de e-fuels y electrificación. La compañía alemana apunta a que el 50% de sus vehículos vendidos en 2025 serán eléctricos, y prevé un aumento significativo del 80% para 2030.
La estrategia, conocida como "Doble E", prioriza la electromovilidad, pero también integra los e-fuels, que permiten que los motores de combustión operen de manera prácticamente neutra en carbono. En la planta piloto Haru Oni, ubicada en Punta Arenas, Chile, Porsche demuestra su capacidad para producir combustibles sintéticos a escala industrial.
La planta Haru Oni, operada en colaboración con socios internacionales, es un hito en la producción de e-fuels utilizando energía eólica y recursos naturales
Con el ingeniero Otmar Bitsche, usuario frecuente del modelo eléctrico Taycan Turbo Sport Turismo, Porsche enfatiza que la movilidad eléctrica no solo se trata de la autonomía, sino también del tiempo de viaje y la eficiencia de carga. El fabricante destaca el aumento significativo de estaciones de carga rápida, como las instaladas por IONITY, que ha impulsado la adopción de vehículos eléctricos.
Además, Porsche lidera la visión de los e-fuels como un complemento razonable a la electromovilidad. Barbara Frenkel, miembro del Consejo de Dirección de Porsche AG, subraya la importancia de los e-fuels en un mundo con más de 1.300 millones de vehículos de combustión interna. La planta Haru Oni, operada en colaboración con socios internacionales, es un hito en la producción de e-fuels utilizando energía eólica y recursos naturales, lo que representa un paso significativo hacia la neutralidad en carbono.
El evento de inauguración de la planta piloto en Chile incluyó un simbólico repostaje de un Porsche 911 con e-fuel
El viaje de la alta ejecutiva Barbara Frenkel y Karl Dums hasta Haru Oni refleja el compromiso de Porsche con los combustibles sintéticos. La planta, que utiliza la energía del viento para convertir agua y CO2 en gasolina sintética, se presenta como una solución viable y potencialmente neutra en carbono para alimentar los motores de combustión interna.
El evento de inauguración de la planta piloto en Chile incluyó un simbólico repostaje de un Porsche 911 con e-fuel, seguido por una exhibición de derrape del vehículo con el combustible recién producido, marcando un hito en la historia de la movilidad sostenible.
Porsche ha invertido más de 100 millones de dólares en colaboración con Highly Innovative Fuels (HIF)
La estrategia de Porsche para 2030 es ambiciosa, buscando que más del 80% de sus nuevos vehículos tengan propulsión totalmente eléctrica. Sin embargo, reconocen la importancia de los e-fuels para prolongar la vida útil de los vehículos con motores de combustión y reducir las emisiones en el camino hacia una movilidad más sostenible.
Porsche, conocido por su innovación y calidad, ha invertido más de 100 millones de dólares en colaboración con Highly Innovative Fuels (HIF) para respaldar la producción de e-fuels y consolidar su viabilidad en el uso cotidiano.
Porsche destaca la idoneidad de los e-fuels en otros sectores, como la aviación y el transporte marítimo
La producción inicial de 130,000 litros anuales se destinará a la Porsche Mobil 1 Supercup y a los vehículos de prueba de los Porsche Experience Center. Para 2026, se espera que la planta produzca 55 millones de litros anuales, con planes de expansión para alcanzar una producción de 550 millones de litros anuales dos años después.
La planta de e-fuels Haru Oni, ubicada en una región propicia para la generación de energía eólica, representa un paso significativo hacia un futuro más sostenible. Además de su aplicación en automóviles, Porsche destaca la idoneidad de los e-fuels en otros sectores, como la aviación y el transporte marítimo, mostrando así un compromiso global con la reducción de las emisiones de carbono.