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¿Cuáles son las causas y consecuencias de la contaminación acústica?

Descubre el misterioso mundo del ruido urbano y marino, descubriendo cómo afecta a tu salud y bienestar sin que te des cuenta.

Contaminación acústica

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Adéntrate en los efectos de la contaminación acústica en la salud humana, desde la pérdida de audición hasta problemas cardíacos, y descubre cómo el silencio puede ser un remedio.

La contaminación acústica: un problema invisible que afecta a nuestra vida diaria

La contaminación acústica, es un peligro sigiloso que impacta en nuestra realidad sin que muchos lo perciban, se manifiesta tanto en el caótico escenario urbano como en las aparentemente tranquilas profundidades marinas.

Este fenómeno, definido por la presencia de sonidos no deseados o perturbadores, se convierte en un protagonista silencioso que afecta directamente la salud y el bienestar de seres humanos y otras formas de vida.

En el día a día, nos encontramos rodeados de una sinfonía discordante: bocinas de automóviles, maquinaria de construcción martillando el pavimento, aviones trazando líneas en el cielo. El ruido, ese acompañante constante, ha transformado nuestras ciudades en núcleos vibrantes de una variante peculiar de contaminación: la acústica.

¿Qué es la Contaminación Acústica?

La Organización Mundial de la Salud (OMS), define la contaminación acústica como cualquier sonido que supere los 65 decibelios (dB). Sin embargo, para ser más precisos, el umbral de daño se sitúa en los 75 dB, alcanzando niveles dolorosos por encima de los 120 dB.

La recomendación es clara: mantener los niveles de ruido por debajo de los 65 dB durante el día y comprender que un sueño reparador es esquivo con niveles de ruido nocturno superiores a los 30 dB.

Causas de la contaminación acústica


  • El sonido del tráfico, indiscutiblemente, se alza como la principal causa de la contaminación acústica en entornos urbanos. La bocina del coche emite alrededor de 90 dB. La de un autobús, produce 100 dB.



  • Obras de construcción, el rugir de maquinaria de construcción que alcanza los 110 dB
  • El tráfico aéreo, un solo avión produce 130 dB.
  • La animada vida nocturna y los establecimientos de restauración también contribuyen significativamente, restaurantes y terrazas al aire libre cuando hace buen tiempo pueden producir más de 100 dB.
  • Los animales,el aullido o el ladrido de un perro, por ejemplo, puede producir entre 60 y 80 dB.


Un recorrido por la escala de decibelios

Para captar plenamente la magnitud del ruido, adentrémonos en la escala de decibelios:


  • Mucho Ruido:
    • 150 dB: Despegue de un avión a unos 25 metros.
    • 140 dB: Nivel sonoro en la cubierta de un portaaviones.
    • 130 dB: Fuego de artillería próximo, aviones militares a reacción despegando.




  • Alto Nivel de Ruido - Umbral del Dolor:
    • 120 dB: Motor a reacción, motosierra, truenos.
    • 110 dB: Fabricación de acero, bocina a un metro, música de rock en vivo, máquina de remachado.




  • Alto Nivel de Ruido - Umbral Medio de Dolor:
    • 100 dB: Sierra eléctrica, despegue de un avión a 305 metros, ruido de un motor fueraborda, cortacésped eléctrico, tractor agrícola, martillo neumático.


  • Bastante Ruido - Probables Daños al Sistema Auditivo:
    • 90 dB: Ruido en el interior de un autobús o camión circulando, ruido de una moto a 7.5 metros, ruido de una prensa de periódicos.
    • 80 dB: Tren de carga a 15 metros, fresadora, reciclado de basura, ruido en el interior de un automóvil circulando con mucho tráfico.




  • Ruido - Para una Gran Mayoría Molesto:
    • 70 dB: Ruido medio en la calle, ruido de la autopista a unos 15 metros de distancia, música de sala, ruido de una aspiradora.


  • Ruido pero Soportable:
    • 60 dB: Conversación en un restaurante o una oficina, música de fondo, motor de un aire acondicionado funcionando a 30 metros de distancia.


  • Poco Ruido:
    • 50 dB: Nivel de ruido en un barrio de la ciudad tranquilo.


  • Casi Silencio:
    • 40 dB: Nivel sonoro en una biblioteca.
    • 30 dB: Zona rural tranquila.


  • Silencio Absoluto:




    • 20 dB: Susurros, hojas crujiendo.
    • 10 dB: Nivel sonoro de un estudio de grabación insonorizado, la respiración.



El estruendo y la Salud: más allá de la pérdida auditiva

La contaminación acústica, omnipresente en nuestra vida diaria, impacta a millones de personas de manera constante.

La pérdida auditiva inducida por ruido (NIHL) se erige como el problema de salud más frecuente, pero la exposición prolongada a ruidos fuertes también está vinculada con la presión arterial alta, enfermedades cardíacas, alteraciones del sueño y estrés.

Estos efectos adversos no conocen límites de edad, afectando especialmente a los niños expuestos a entornos ruidosos, quienes sufren estrés y presentan deficiencias en la memoria, la atención y la capacidad de lectura.

La Fauna en peligro: ecosistemas sonoros desafiados

La contaminación acústica no discrimina entre especies, afectando también a la vida silvestre. Estudios revelan que ruidos fuertes alteran incluso a criaturas aparentemente insignificantes, como las orugas, y afectan la reproducción de aves.

En el océano, barcos, perforadoras y dispositivos de sonar transforman el paisaje submarino, afectando a ballenas y delfines que dependen de la ecolocalización para comunicarse, alimentarse y encontrar pareja. La sobreexposición al sonar naval puede provocar varamientos masivos y alterar el comportamiento de especies en peligro de extinción.

Investigación y Reflexión: Abordando el Enigma del Ruido

En la búsqueda de soluciones, figuras como Michel Andre, un bioacústico en España, lideran investigaciones para entender y mitigar la contaminación acústica.


Su proyecto, LIDO (Listening to the Deep Ocean Environment), emplea hidrófonos para registrar sonidos oceánicos y evaluar el impacto del ruido submarino en ballenas y delfines. Estas iniciativas apuntan a proteger la fauna marina de los peligros sonoros del océano.

En resumen, la contaminación acústica emerge como un desafío multidimensional que afecta la calidad de vida y amenaza la armonía de los ecosistemas. Es imperativo adoptar medidas concretas para reducir el ruido en nuestras ciudades y océanos, concientizando sobre los impactos perjudiciales.

Al comprender la escala de decibelios y sus consecuencias, podemos trabajar de manera colaborativa hacia soluciones que promuevan un entorno más apacible y saludable para todos. La acción colectiva se alza como la clave para preservar el delicado equilibrio auditivo en nuestro mundo bullicioso y, al mismo tiempo, silencioso.