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Desentrañando el misterio: ¿cómo aprendieron los humanos a caminar?

Un reciente estudio arroja luz sobre los orígenes de la locomoción bípeda. Centrándose en la evidencia extraída de los cráneos de Lufengpithecus, un simio fósil con seis millones de años.

Cómo aprendieron los humanos a caminar

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Descubre la importancia del oído interno, un componente fundamental desconocido para muchos, según el estudio de la Universidad de Nueva York, los canales semicirculares ofrecen un registro único de cómo simios y humanos se movían, brindando una perspectiva sin igual sobre la evolución de la locomoción.

Explorando los orígenes del bipedismo

La búsqueda del conocimiento de cómo los humanos aprendieron a caminar ha intrigado a los científicos durante mucho tiempo. Un reciente estudio evolutivo se adentra en los orígenes de la locomoción bípeda, centrándose en los cráneos de un simio fósil de 6 millones de años, Lufengpithecus.

Este estudio utiliza una técnica innovadora: la tomografía computarizada tridimensional para analizar la región ósea del oído interno. Este enfoque proporciona pistas valiosas sobre la historia evolutiva de la locomoción de los simios.

La Diversidad de la locomoción entre humanos y simios

Los humanos y nuestros parientes más cercanos, los simios vivos, exhiben una sorprendente diversidad en sus formas de locomoción.

Desde caminar erguidos sobre dos piernas hasta trepar árboles y desplazarse utilizando las cuatro extremidades, la variedad es notable. Sin embargo, la transición de una postura cuadrúpeda a la locomoción bípeda en los humanos ha sido un misterio que ha eludido una reconstrucción clara y definitiva en estudios y registros fósiles anteriores.

Desentrañando el Misterio: El Papel del Oído Interno

En este nuevo estudio, se revela que los canales semicirculares en la región ósea del oído interno son cruciales para comprender la evolución de la locomoción. Estos canales, ubicados entre el cerebro y el oído externo, son fundamentales para el sentido de equilibrio y posición durante el movimiento.


El tamaño y la forma de estos canales se correlacionan con el modo de movimiento de los mamíferos, incluidos simios y humanos.

La utilización de tecnologías de imágenes modernas permite visualizar la estructura interna de cráneos fósiles y estudiar en detalle los canales semicirculares, revelando cómo se movían los mamíferos extintos.

La evolución del Bipedismo en tres pasos

Según Yinan Zhang, estudiante de doctorado en el Instituto de Paleontología y Paleoantropología de Vertebrados de la Academia China de Ciencias, este estudio señala una evolución del bipedismo humano en tres etapas distintas.


  • En primer lugar, los primeros simios se movían en los árboles de manera similar a los gibones actuales en Asia.
  • En segundo lugar, el último ancestro común de simios y humanos, como el Lufengpithecus, utilizaba una combinación de escalada y trepado, suspensión de las extremidades anteriores, bipedalismo arbóreo y cuadrupedismo terrestre.
  • Es a partir de este amplio repertorio que evolucionó el bipedismo humano.


Nuevos Enfoques en la Investigación Evolutiva

Hasta ahora, la investigación sobre la evolución de la locomoción se centraba en comparaciones de huesos de extremidades, hombros, pelvis y columna en relación con los comportamientos locomotores de simios y humanos vivos. Sin embargo, la diversidad de comportamientos en simios actuales y la limitada evidencia fósil complicaba la formación de una imagen clara sobre los orígenes del bipedismo humano.

La Clave: los cráneos de Lufengpithecus

Los cráneos de Lufengpithecus, descubiertos en la década de 1980 en la provincia china de Yunnan, han proporcionado una oportunidad única. Aunque la compresión y distorsión de los cráneos inicialmente ocultaron la región ósea de la oreja, tecnologías de escaneo tridimensional permitieron iluminar estas áreas y reconstruir virtualmente los canales óseos del oído interno.

Las comparaciones con otros simios y humanos vivos y fósiles revelaron que los primeros simios compartían un repertorio locomotor ancestral al bipedismo humano.

Factores Ambientales y Evolución

El estudio también sugiere que el cambio climático pudo haber desempeñado un papel crucial en la diversificación locomotora de simios y humanos.

La tasa de cambio evolutivo en el laberinto óseo aumentó alrededor de 3.2 millones de años atrás, coincidiendo con temperaturas globales más frías y la formación de capas de hielo glacial en el hemisferio norte.

Esto podría indicar un rápido aumento en la evolución locomotora de simios y humanos, destacando la influencia ambiental en el desarrollo de estas especies.

En resumen, este estudio ofrece una perspectiva única sobre la evolución del bipedismo humano, desvelando los secretos ocultos en los cráneos de simios fósiles y destacando la importancia del oído interno en la historia de nuestra locomoción.

Al integrar nuevos enfoques y tecnologías, los científicos continúan desentrañando el fascinante relato de cómo los humanos aprendieron a caminar y se destacaron en la compleja danza de la evolución.

Este descubrimiento no solo amplía nuestra comprensión de la evolución, sino que también resalta la interconexión entre los cambios ambientales y el desarrollo de las especies a lo largo del tiempo.Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.