Cómo detectar si las fresas que compras son españolas o de Marruecos
No solo las fresas, si te preocupa comprar productos españoles, tanto frutas como verduras, estos trucos te pueden ser útiles.
La primera cifra del código EAN revela el país de origen de un producto, permitiendo a los consumidores discernir si las fresas son españolas (código 84) o marroquíes (por ejemplo, código 611).
Cómo identificar el origen de tus Fresas: España o Marruecos
En la actualidad, la preocupación por la seguridad alimentaria y la procedencia de los productos que consumimos ha cobrado especial relevancia. Recientemente, una notificación en el portal comunitario RASFF alertó sobre la "presencia de Hepatitis A en fresas de Marruecos", generando inquietud en la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), que exigió medidas urgentes al Gobierno central y la Unión Europea.
¿Cómo podemos, como consumidores, discernir si las fresas que adquirimos son de origen español o marroquí?
La Clave Está en el Código de Barras
En nuestro recorrido por el intrincado mundo de la procedencia de las fresas, nos encontramos con una herramienta valiosa: el código de barras. Descifrar un código EAN (Código Numeración Europea de Artículos) puede revelar información crucial con tan solo entender la posición de los números.
Estructura del Código EAN
La estructura del código EAN consta de 13 dígitos, aunque a veces puede ser de 8 o 12, dependiendo del tipo de producto y la región. Los dos primeros dígitos, conocidos como ‘bandera’ o ‘prefijo’, indican el país o región de origen. Cada región tiene asignado un rango de prefijos específico, lo que facilita la identificación geográfica del fabricante o proveedor.
Desciframiento del Código
Para descifrar un código EAN, es crucial conocer la posición de los números. Los dos primeros indican el país de origen, y en el caso de España, su distintivo es el 84. Los cinco siguientes corresponden al identificador de la compañía fabricante, mientras que los situados entre la octava y duodécima posición son específicos del producto.
Comprobación Rápida
Es comprensible que leer los códigos de barras a veces resulte complicado, ya que suelen estar impresos en letra pequeña. Un truco práctico es utilizar el móvil para capturar una foto del código y luego ampliarla.
Si identificas el número 84 en los dos primeros dígitos, puedes estar seguro de que estás adquiriendo fresas de origen español. En caso contrario, estaríamos frente a un producto de procedencia distinta, con posibles variaciones en las garantías fitosanitarias respecto a las exigencias de la Unión Europea.
Detectando la Autenticidad del Código de Barras
Verificación del Dígito de Control
Cada código de barras termina con un dígito de control, destinado a confirmar su corrección. Calcular este dígito implica sumar los números de las posiciones impares, multiplicar el resultado por tres y sumar los dígitos de las posiciones pares.
Redondeando el resultado a la siguiente decena superior, obtenemos el dígito de control. Si este resultado difiere del dígito de control real, estamos frente a un código EAN falso.
Consulta en la Base de Datos GS1
Otra opción para verificar la autenticidad del código es ingresar el número completo en el buscador de GS1. Al hacerlo, podemos confirmar que la información coincide con la procedencia declarada.
Importancia del Código de Barras en la Comercialización
La necesidad de un código de barras exclusivo se hace evidente en el comercio minorista y la industria alimentaria. Los códigos EAN son obligatorios en estos sectores, permitiendo el control eficiente del inventario al incluir las 12 cifras del artículo en un espacio compacto.
Adquisición de Códigos EAN
Cualquier producto destinado a la venta en tiendas debe contar con un código de barras exclusivo. Estos códigos se adquieren a compañías certificadas, las cuales asignan un código único para ser incorporado en el embalaje del producto.
En conclusión, armados con el conocimiento sobre el código de barras EAN, los consumidores pueden tomar decisiones informadas sobre la procedencia de las fresas que eligen. Este simple acto contribuye no solo a la transparencia en la cadena de suministro, sino también a la garantía de la seguridad y autenticidad de los productos que llegan a nuestras mesas.
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