Necesitamos mejorar nuestra educación financiera
Los españoles están poco informados en productos financieros, y no lo decimos nosotros, sino el último estudio del Banco de España que analiza cuanto sabemos cuando se trata de invertir.
Si te pierdes a la hora de hablar y entender los productos financieros, es normal si eres español. Por lo menos así lo dice la última encuesta de competencias financieras (ECF)hecha por el Banco de España (BE) donde analizaba cuánto se sabe en este país sobre productos financieros.
Los productos financieros engloban multitud de opciones desde créditos al instante online, planes de pensiones, cuentas de ahorro o seguros de vida. Cada vez aparecen más gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías y el consumidor se pierde mucho a la hora de entenderlos todos.
Desconocimiento generalizado
La investigación del Banco de España asegura que un 60% de los entrevistados no tiene ni idea de lo que son las cuentas de ahorro, por no mencionar las de renta fija donde el porcentaje sube hasta 72%. Los productos más populares, como fondos de inversión, planes de pensiones y acciones, los conocen entre un 84-88% de los preguntados.
No hay duda de que los productos más famosos en lo que a su nivel de conocimiento se refiere (entre el 95-98%) son los seguros médicos, las tarjetas de crédito, las hipotecas, los préstamos personales y los seguros de vida.
A la hora de cotejar resultados con las ediciones anteriores, se observa que en el año 2016 descendió mucho el número de personas que sabían en qué consistían las cuentas de ahorro (13 puntos) y las cuentas de fijas (6 puntos). En cuanto al resto de productos, la diferencia no era tan acusada.
Quién sabe menos
Atendiendo a las características demográficas, las mayores diferencias se encontraron en los asuntos de ahorro: planes de pensiones, cuenta de ahorro, acciones, renta fija y fondos de inversión. Estos conocimientos eran distintos en función de la edad, el nivel educativo, la situación laboral, los ingresos y la comunidad autónoma.
La población más joven, exactamente aquellos cuyas edades están entre los 18-34 años,es la que sabe menos de productos relacionados con el ahorro. Les sigue en desconocimiento, los mayores de 65 años.
Si se hace caso al nivel educativo, un 74% de los universitarios ha escuchado hablar delas cuentas de ahorro mientras que el porcentaje baja a 47% en quienes solo llegaron a la educación secundaria.
En cuanto al nivel de ingresos, un 43% de los integrantes de hogares donde no se superan los 15.000 € de renta sabe qué son las cuentas de ahorro. Esa cifra alcanza el 78% si se superan los 47.000 € al año.
A rasgos generales, se tienen más conocimientos sobre productos financieros si se trabaja, da igual que sea por cuenta propia o ajena, o se está jubilado. La población inactiva presenta más lagunas informativas en lo que a finanzas se refiere.
Por último, hay comunidades autónomas como son Extremadura, Canarias, Andalucía o Murcia donde se ha oído hablar menos de las cuentas de ahorro o de productos de renta fija en comparación con las demás.
La excepción de las criptomonedas
La ECF también quiso conocer de primera mano todo lo que los ciudadanos conocían sobre las criptomonedas. La sorpresa fue que un 93% de la juventud con edades comprendidas entre los 18-34 años sabía lo que era. A medida que aumentaba la franja de edad, bajaba el porcentaje (82% entre 55-64 y 68% entre 65-79%).
Llama la atención que este activo digital criptografiado sin regulación se haya popularizado tanto entre los más jóvenes. De hecho, tanto el BE como la CNMV alertan constantemente sobre el riesgo de esta moneda a la hora de invertir debido a la volatilidad de sus precios, su complejidad y la falta de transparencia.
De hecho, dejan clara la falta de un marco que ofrezca la garantía y seguridad que tienen otros productos financieros. Las criptomonedas aún no son un medio de pago al no disponer de un respaldo de una autoridad público o un banco central.
También informan de que es un producto complejo que no sirve para pequeñosahorradores dado que su precio implica una especulación desmedida. Esta especulación puede provocar una pérdida complete de la inversión.