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4ª San Isidro. Solo una vuelta de Navalón con varios Montealtos de oreja

Los novillos de Montealto ofrecieron más que para una solitaria vuelta de Samuel Navalón, cuya oreja perdida le costará tiempo recuperar, como a Bastos y Nek encontrar semejantes novillos.

4ª San Isidro. Solo una vuelta de Navalón con varios Montealtos de oreja

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Tras el paréntesis del lunes, se reanudó la Feria taurina de San Isidro con la primera novillada del ciclo. Los no entendidos desertan de los festejos con utreros, mientras que a servidor le gustan por varios motivos. El primero por la frescura que suelen tener los componentes del escalafón inferior. La segunda, porque los errores propios de los que empiezan se complementan con unas ganas de triunfar poco común. La tercera, porque en estos festejos se puede calibrar el futuro de la Fiesta.

Capacidad y hambre de Samuel Navalón

De los tres que hicieron el paseíllo desmonterados, en señal de que era su primer paseíllo en esta plaza, me quedo con la capacidad y hambre de Samuel Navalón y las ganas, aunque fueran atropelladas, de Nek Romero.

El valenciano de Ayora completaba el cartel para medirse con los novillos de Montealto. Quiso la fortuna que le tocara el mejor lote. Un tercero que fue muy cuidado en el caballo, - apenas dos picotazos, "ni pa un análisis", que diría el añorado Salva-, pero que a fin de cuentas fue lo que salvó al mejor del encierro.

Un novillo que, aunque justo de fuerzas, repitió en la embestida de Navalón, quien inició el tercio de muleta de rodillas, aprovechando las largas embestidas del criado por Agustín Montes.

El toreo debe ser despacio

La impericia del novillero para templar y realizar el toreo despacio, se vio complementada por su saber administrar los tiempos, dejar respirar, -es decir, rehacerse al utrero-, para terminar, realizando una faena a mejor, que deslavazó con unas atropelladas bernadinas resueltas con un molinete y un pase de pecho.

Tenía una oreja cortada por sus ganas y gran voluntad, pero el deficiente manejo de la espada, -entera trasera y tendida-, emborronó todo lo bueno que lo precedió. Se armó el guirigay cuando se cruzaron palmas y pitos al palco no conceder de la oreja, - había una mayoría minoritaria, insuficiente de pañuelos y un exceso de voces gritonas discordantes con lo que debe ser una petición de oreja en los toros, según establece la tradición-, mientras que el novillo era arrastrado con una gran ovación.

Luego siguió la ovación, que fue seguida de una razonable vuelta al ruedo del valenciano y al concluir, de una pitada al palco, contestada con palmas por otro sector del público.

Voluntad y ganas que no llegaron al tendido

Si bien fue lo más destacado, no puede decirse que fuera lo único. El mismo Samuel repitió suerte en el sexto, -se llevó el mejor lote-, con estatuarios, un cambiado y el de pecho que prometían. El novillo se dejaba, pero le faltaba transmisión. Se quedaba algo corto. Y entre la falta de verticalidad, mostrar retrasada la muleta y ponerse encima, derechazos y naturales no calaron en el tendido.

Una salvedad para Navalón. Nada hay peor que una tanda de redondos invertidos para finalizar la faena, pues fue entonces cuando el público puede percatarse de la capacidad de embestir que tenía el novillo. De nuevo el fallo a espadas (tres pinchazos y una entera) casi provocan escuchar el tercer aviso.

Las disposición de Nek Romero

El otro levantino, Nek Romero, dejó la impronta de sus ganas. Ganas que a su vez le impidieron acoplarse más y mejor con el manejable segundo del festejo. El abuso de toreo de manos bajas, muy estético, pero poco a favor del toro, hizo que la faena discurriera entre altibajos y de más a menos, para concluir con otro redondo invertido delator de las bondades de un novillo, -que fue ovacionado en el arrastre-, y las carencias del novillero, que escuchó silencio.

En el segundo de su lote, Romero, que no perdonó en quites toda la tarde, lo que dice mucho en su favor, tuvo otro novillo de buenas condiciones al que con buena voluntad le bajó la mano, pero mecánico en su interpretación, por lo que no le sacó al utrero todo el lucimiento que llevaba.

Por debajo del montealto, -que fue ovacionado camino del desolladero-, el de Algemesí cometió el error de salir a saludar con más cara dura que palmas desde el tendido, pese a lo cual se produjo una ovación, merced a la buena educación del respetable.

Con Diego Bastos, toca esperar

Una pena que el concepto capotero de Diego Bastos, sea el de torear con la cintura y tan solo acompañar, que no mandar, con los brazos. Diego tiene altura y deseos de torear bien, pero no así. Alguien de sus proximidades se lo debería decir.

Con la muleta, le faltó templar y correr más la mano para mandar en su embestida, motivo por el que el novillo se le quedaba corto y así le enganchaba la muleta, lo que definitivamente le afeaba la faena.

Con la espada tampoco se mostró acertado, escuchando silencio, mientras que el de Montealto recibía una ovación de reconocimiento, camino del desolladero.

Con el cuarto, se repitieron los mismos defectos con el capote. En el último tercio, Bastos alargó más los muletazos, realizando una faena de más a menos a un novillo que, por contra fue a mejor. La labor muleteril concluyó con una buena entera, que hizo que el público perdonara y silenciara su labor.

Con el sevillano toca tener paciencia y esperar que vaya depurando defectos y mejore con las telas, pues la actitud es buena, como así demostró en los quites propios como réplica a los ajenos.

Tarde de novillos, por encima de los novilleros, cuyo mayor defecto no fueron las lógicas carencias, sino la falta de ambición, de lo que se salvó Samuel Navalón, al que habrá que verlo más veces.


Reseña del festejo

Plaza de Las Ventas. 4ª de San Isidro. Primera novillada del ciclo. Tres cuartos de entrada.

Novillos de Montealto, bien presentados y desiguales de juego. Flojo, aunque con buen son el tercero. Manejables, segundo, quinto y sexto. A mejor, primero y cuarto.

Diego Bastos. Silencio y Silencio

Nek Romero. Silencio y Ovación con Saludos al saludar por su cuenta.

Samuel Navalón. Vuelta y Silencio


Cuadrillas

Bien, al dosificar en varas al tercero, Cristian Romero lo que permitió ver al novillo en la muleta.

En la brega, Víctor del Pozo y Alvaro Oliver.

Y con las banderillas, Alvaro Oliver, Pascual Mellinas y Víctor del Pozo.


Video del festejo


Cartel del día

5ª de San Isidro. Plaza de las Ventas. 19:00 horas

Toros de El Parralejo para:

Miguel Angel Perera, Paco Ureña y Alejandro Fermín, que confirma su alternativa.


Los Toros son Cultura

La Sala Bienvenida de la Plaza de Toros de Las Ventas acoge del 14 al 19 de mayo, la exposición "De José a Juan" que, con el subtítulo "Un siglo de toreo a la verónica", nos muestra a través de la creación magistral de Alvaro Ramos el concepto del toreo de capa de ambos artistas que compitieron a comienzos del siglo XX, marcando una época en la que cambiaron la Tauromaquia.

Acceso libre, por las mañanas de 10:30 a 13:30 horas y con entrada de acceso a la plaza por las tardes de 18:00 a 19:00 horas.

En la Sala Antoñete de la Plaza de Toros de Las Ventas del 14 de al 19 de mayo una doble exposición: «Un paseo por la tauromaquia» de Menchu Marcos, con obras de gran formato en las que "predomina la fuerza del arte ante cualquier otra cosa".

Por su parte, Sofía Triviño, nos muestra en la misma sala su obra "Arte Digital" su concepto a través de secuencias taurinas pintadas digitalmente, e intervenidas posteriormente con pan de oro.

Entrada libre por las mañanas de 10:30 a 13:30 horas y con entrada de acceso a la plaza desde una hora antes del festejo programado.