5ª San Isidro. Seis toros para el aburrimiento y la técnica y ganas de Perera
Fallaron los toros de El Parralejo que hace un año dieron un gran espectáculo. De toros no sabe nadie. Solo la solvencia técnica de Miguel Angel Perera destacó en la tarde del Santo Patrón.
Sin casta, no hay toro. Y sin toro, no hay Fiesta. Con los tendidos a rebosar, Las Ventas se convierte en la única plaza del mundo en la que en su fiesta local puede no haber toreros anunciados madrileños y no pasa nada, ¡oiga! Madrid es así de abierto, de chulo y... generoso.
Nada de nada
Pero si no hay toros, difícil es que haya espectáculo. El año pasado, los de El Parralejo dieron una buena tarde toros. Un años después, nada de nada. Mansos y descastados. Asi de caprichoso es el azar. Me acerqué al patio del desolladero tras terminar el festejo para conocer de primera mano, de los veterinarios, por si había habido algún problema ganadero. Y nada de nada.
Alejandro Fermín confirma su alternativa con Perera de padrino. (foto Alfredo Arévalo - Plaza 1)
Lo cierto es que la corrida del Santo Patrón, salvo la confirmación de alternativa de Alejandro Fermín y las lecciones de técnica de Miguel Angel Perera, nada de nada. Y cuando nada ocurre en el ruedo, el sacrificio del dios del Mediterráneo se convierte en una soporífera misa cantada en gregoriano.
Los sueños perdidos de Alejandro Fermín
Los toros de El Parralejo, desiguales de presentación y juego, con el común denominador de la mansedumbre, no transmitieron ni mucho, ni poco. Ni mucho peligro, ni poco de transmisión. Cinqueños la mayoría, no es que acusaran la edad, es que acusaron la falta de casta, de la combatividad mínima exigida en un toro de lidia.
Chicuelina de Alejandro Fermín. (foto Alfredo Arévalo - Plaza 1)
No fue el lote de Alejandro Fermín el soñado para un día de confirmación de alternativa. Soso, falto de transmisión, se dejó el primero, sin más. Tal vez más afuera del tercio. Tal vez menos perfilero, mejor colocado. Tal vez más acoplado. Lo cierto es que ambos se contagiaron.
Lo intentó de nuevo el cacereño en el que cerraba plaza y en su deseo de intentarlo, se pasó de faena, larga y sin sustancia. Los silencios con los que fue obsequiado el toricantano lo dicen todo.
Ureña, detalles sin toros
Tampoco tuvo toros Paco Ureña, que igualmente se vino abajo. Y mira que tuvo voluntad en el tercero y lo intentó en el quinto, pero sin toro es imposible triunfar. A destacar las verónicas en el quite al segundo, muy cadenciosas las dos primeras y la voluntad demostrada la tarde.
Ureña, airoso tras concluir una serie. (foto Alfredo Arévalo - Plaza 1)
Perera, ganas, disposición y técnica
Lo mejor de la tarde llegó de la mano de Miguel Angel Perera. Su capacidad técnica, permitió ver y valorar a unos cuantos cómo el de la Puebla aprovechaba la querencia a chiqueros del parralejo, para incrementar así el mando en los muletazos, algunos ligados, al natural, pues el toro se le colaba por el derecho, y de uno en uno en los finales de una faena cuyo defecto fue pasarse y alargarla en demasía. Pese a la entera baja, se escucharon algunas palmas de reconocimiento.
Derechazo de Perera. (foto Alfredo Arévalo - Plaza 1)
En el cuarto, un manso que lo había cantado en varas, Perera hubo de poner toda la transmisión que le faltaba a Bienmesabe. De rodillas, en el centro del platillo, interpretó derechazos en redondo, ligados de un cambiado y el de pecho, aprovechando la inercia de la venida.
Faenas de apuesta personal
Con ganas y muy dispuesto, siguió con la diestra en tandas de a cuatro y el remate de pecho. Y con la izquierda hubieron de ser de uno en uno, tratando de aprovechar la media arrancada que le ofrecía el toro por la poca casta que llevaba en sus genes.
Perera da un cambiado para levantar la tarde. (foto Alfredo Arévalo - Plaza 1)
De nuevo Perera se pasó de faena. Saber terminar a tiempo es una virtud que no todos los toreros atesoran, - Juan Mora, por ejemplo, uno de ellos-, pues llevado de las ganas, el que está en el ruedo apenas se da cuenta de cómo pasa el crono y la intensidad puede ir decreciendo.
Lo cierto es que Perera, salvo en esto y en el manejo de la espada, dejó la impronta de su buena voluntad y capacidad técnica.
Así fue, y así se lo hemos contado, lo que dio de sí, la corrida que, en honor del santo patrón, majas y majos, manolas y manolos, chulapos y chupalas, pudieron ver y entender desde los tendidos de la Plaza de Las Ventas, como en el caso del alcalde Almeida, observando con finura que, si no hay casta, no hay toro. Y si no hay toro, no hay Fiesta.
Reseña
Plaza de Las Ventas. 5ª de San Isidro. Lleno
Toros de El Parralejo, desiguales de presentación y juego, cinco cinqueños, mansos, muy justos de casta, sosos y con las caras sueltas, algunos pasados de kilos.
Miguel Angel Perera. Palmas y Silencio.
Paco Ureña. Silencio y Silencio.
Alejandro Fermín. Silencio y Silencio.
Cuadrillas
A destacar el buen hacer de Cristian Romero picando al tercero y de Juan Melgar en el quinto, ambos de la cuadrilla de Ureña. Y de Santiago Chamorro en el sexto.
En la brega, lo realizado por Jesús Díez "El Fini", Daniel Duarte y Jesús Talaván.
Y con los palos, los pares de Agustín de Espartinas y "El Fini".
Detalles a vista de cámara
El alcalde Madrid, Martínez Almeida en el palco municipal (arriba) Natalia Rivas de la Fundación Toro de Lidia, vestida de chulapa (centro) y guapa madrileña ataviada de chulapa (abajo)
Fotos de Plaza 1
Los Toros son cultura
Exposiciones en las salas Bienvenida y Antoñete de la Plaza de Las Ventas.
Horario: mañana de 10:30 a 13:30 horas, entrada libre. Por la tarde, de 18:00 a 19:00 horas para espectadores con entrada de acceso.