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9ª San Isidro. Juan de Castilla, por la libertad de la tauromaquia en Colombia

Juan de Castilla había toreado por la mañana en Vic Fezensac, Francia, y por la tarde en Las Ventas, donde brindó su primer toro por sus paisanos y la libertad de la tauromaquia en Colombia.

9ª San Isidro. Juan de Castilla, por la libertad de la tauromaquia en Colombia

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Fue largo el día para Juan de Castilla. El torero de Medellín venía de torear por la mañana en la localidad francesa de Vic Fezensac, donde había cortado una oreja en la corrida concurso, con el mérito de hacerlo bajo una lluvia torrencial.

La climatología impidió que pudiera volar a Madrid en la avioneta particular prevista para la ocasión y hubo de hacerlo en un vuelo comercial, lo que le obligó a vestirse de torero en las dependencias de la misma Plaza de Toros de Las Ventas.

Un brindis por la libertad de los Toros en Colombia

El compromiso era grande. Una sola tarde en San Isidro con la corrida de Miura. Y así lo dijo en el brindis de su primer toro: "No sé si es el toro más adecuado, pero brindo este toro en mi única oportunidad por mis paisanos, que luchan día y noche porque no nos prohíban la libertad en Colombia, porque no nos prohíban la tauromaquia (…) Como hombre libre he venido a jugarme la vida hoy".

Natural de Juan de Castilla (Foto: Alfredo Arévalo - Plaza 1)

Pocos en la plaza se enteraron del brindis tan humano y tan torero que precedió a la primera de las dos mejores faenas realizadas a los toros que pastan en la finca de Zahariche.

Lo de Miura es complicado, a pesar de servidor intuye que la familia está cambiando las hechuras y buscando un comportamiento más acorde con la tauromaquia de a pie contemporánea. Como si buscaran menos kilos y un comportamiento más propicio para el toreo actual. En ese sentido, el lote se lo llevó Juan de Castilla. No porque sus toros fueran de escándalo, sino porque al menos se dejaron.

Juan de Castilla se entiende con los Miura

Se dejó y colaboró el segundo de la tarde, merced también a que el colombiano se entiende bien con esta ganadería. Con movilidad, aunque sin clase, al primero de su lote le costaba cada arrancada, por lo que hizo bien el colombiano en darle distancia, lo que le permitió que aprovechara la inercia, le consentirle en las embestidas y administrar una faena de tandas cortas. Solo el mal manejo de los aceros le impidió a Juan de Castilla tocar pelo.

Juan de Castilla con la diestra (Foto: Alfredo Arévalo - Plaza 1)

El quinto, que saltó en dos ocasiones la barrera e hizo amago de una tercera, llegó a la muleta, algo mermado de fuerzas, repitiendo a regañadientes y con la cara suelta. Le administró el colombiano una lidia a favor del toro, dándole distancia, en tandas cortas con la diestra y una más con la izquierda. Al miura le faltó transmisión y al de Medellín ejercer mejor la suerte suprema.

Pase de pecho de remate del colombiano (Foto: Alfredo Arévalo - Plaza 1)

Faenas ambas dos de gran mérito, que le valieron saludar sendas ovaciones. Reconocimiento muy de verdad, que le va a valer para el resto como el nuevo especialista en miuras.

Rafaelillo sin toros para el lucimiento

El no menos especialista, como así es ya reconocido, Rafaelillo, no tuvo toros para el lucimiento. Parado y deslucido el primero, con el que lo intentó voluntarioso; y sin clase y pasado de kilos el cuarto, con el que el murciano estuvo dispuesto y se mostró aseado, lo que le permitió saludar una ovación, no fueron toros más que para estar digno, como así estuvo el murciano.

Rafaelillo calibrando al de Miura (Foto: Alfredo Arévalo - Plaza 1)

La voluntad de Colombo, no fue agradecida

El diestro venezolano, Jesús Enrique Colombo, quitó por delantales en el tercero y por navarras en el sexto. Puso banderillas a sus dos toros. Cierto que, con defectos, pero no por ello con menos mérito, especialmente en el último de la tarde, pues cabeceaba y le ponía la cara arriba, dándole con el testuz en los brazos.

El sexto le pone la cara arriba a Colombo (Foto: Alfredo Arévalo - Plaza 1)

Con más ganas que acierto en el tercero y firme y dando la cara con el sexto, cuyo peligro sordo no se llegó a transmitir al tendido, Jesús Enrique Colombo escuchó silencio en ambos. Me queda la sensación de que el gentío no valoró lo suficiente el mérito de lo realizado por el venezolano.

Mereció la pena el esfuerzo del doblete

Así pues, le mereció la pena a Juan de Castilla el esfuerzo de todo el día, triunfo en Francia por la mañana y el viaje a toda prisa, para llegar a Las Ventas, donde por sus virtudes y forma de entender a sus dos toros, se ganó el respeto y que sea ya considerado como el nuevo especialista en miuras.

Garra y coraje de Juan de Castilla (Foto: Alfredo Arévalo - Plaza 1)

En la novena de San Isidro, se ganó el respeto de los aficionados por derecho propio y también por la libertad de la tauromaquia en su país natal, Colombia, tierra del café, de César Rincón y de buenos toreros.


Reseña

Plaza de Las Ventas. 9ª de San Isidro. Lleno.

Toros de Miura, desiguales de presentación y juego. Manejables, segundo y quinto. Deslucidos, primero, tercero y cuarto. Con dificultades el sexto.

Rafael Rubio "Rafaelillo". Silencio y Ovación con Saludos.

Juan de Castilla. Ovación con Saludos y Ovación con Saludos.

Jesús Enrique Colombo. Silencio y Silencio


Cuadrillas

Destaco a caballo Pepe Aguado, de la cuadrilla de Colombo en el sexto de la tarde.


Los detalles de la tarde a través de la cámara

El quinto saltó dos veces la barrera (arriba) y el primero desarmó a Rafaelillo (abajo) (Fotos: Plaza 1)

Cartel del día

Plaza de Las Ventas. 10ª de San Isidro. Martes, 21 de mayo. 19 horas.

Novillos de Fuente Ymbro para:

Alejandro Peñaranda, Ismael Martín y Jarocho.

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