Los sistemas educativos como solución a la crisis climática
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente la UNESCO ha presentado un informe crucial para el planeta. La organización lucha por una educación más consciente con la transición climática.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) advierte que la educación actual "no es buena para el planeta". En su informe 'Aprendiendo a actuar por las personas y el planeta', publicado con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente el 5 de junio, la UNESCO subraya que los sistemas educativos actuales "pueden estar exacerbando la crisis climática" y que, sin reformas, los niveles más altos de educación "seguirán correlacionándose con un mayor consumo y emisiones de carbono".
El documento recomienda que los sistemas educativos se enfoquen más en el aprendizaje socioemocional para aumentar el compromiso y preparar mejor a los niños para las transiciones climáticas. También señala que los jóvenes en países como Australia, Francia, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos han expresado su preocupación por la educación climática "desactualizada e inadecuada" en los libros de texto, que no abordan suficientemente los problemas ni ofrecen soluciones significativas como vivir sin coche.
La UNESCO prevé que, sin un cambio hacia un aprendizaje socioemocional y orientado a la acción, el aumento del nivel educativo y las actividades económicas asociadas podrían incrementar las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 5% y un 25% para 2100. Una evaluación de las presentaciones de países a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) revela que solo el 7% se enfoca en el aprendizaje socioemocional, en contraste con el 27% en el aprendizaje conductual y el 67% en el cognitivo.
Un nuevo indicador para medir la ecologización del contenido escolar, establecido tras la Cumbre de Transformación de la Educación de 2022, muestra que los programas escolares de 76 países obtuvieron una puntuación de 40 sobre 100 en contenido ecológico, bajando a 12 en biodiversidad y 21 en cambio climático.
Ante esta situación, la UNESCO sostiene que la educación debe alinearse con la agenda del cambio climático, promoviendo acciones que apoyen la mitigación y adaptación. Para lograr los cambios transformadores que demandan los jóvenes, la UNESCO aboga por una integración más profunda de la educación sobre el cambio climático en los currículos y una formación adecuada para los educadores. Además, señala que la educación debe evolucionar desde un enfoque individualista hacia un aprendizaje socioemocional y orientado a la acción, destacando que simplemente añadir más contenido sobre cambio climático no será suficiente sin abordar las razones de la falta de resultados concretos hasta ahora.
La UNESCO también resalta la falta de investigación en los países más vulnerables al cambio climático, proponiendo que se utilice la investigación para identificar intervenciones pedagógicas efectivas que mejoren el comportamiento y guíen a los responsables políticos en la reforma de los sistemas educativos. Asimismo, recomienda centrar los esfuerzos de evaluación en el proceso, la implementación y el impacto, y reconocer la educación por su papel en el desarrollo de soluciones de mitigación y adaptación.
La organización mundial insiste en mejorar la coordinación intersectorial y asegurar que los planes de acción sobre el cambio climático incluyan financiación para el desarrollo de habilidades y capacidades, y en invertir en educación dentro de los programas de financiación climática. Subraya que, aunque la educación a menudo se descarta como solución al cambio climático por su asociación con el consumo y la huella de carbono, en realidad ayuda a desarrollar soluciones de mitigación y adaptación a los desafíos del cambio climático.