Muere María Branyas, la persona más longeva del mundo
La catalana María Branyas murió el 19 de agosto con 117 años. Maria viivió una vida marcada por la superación, habiendo sobrevivido a tres siglos, dos guerras mundiales y la pandemia de COVID-19.
Aunque nació en Estados Unidos, Maria Branyas vivió la mayor parte de su vida en Cataluña, donde se mudó con su familia cuando era niña.. Se le otorgó el título de la persona más longeva del mundo en enero de 2023 tras la muerte de la francesa Lucile Randon.
Fallece Maria Branyas, la persona más longeva del mundo
El 19 de agosto de 2024, el mundo despidió a María Branyas Morera, quien hasta ese momento ostentaba el título de la persona más longeva del planeta, con 117 años y 168 días (catalan.news). Su muerte marca el fin de una vida que atravesó tres siglos, dos guerras mundiales y una pandemia global, dejando un legado de resiliencia y fortaleza que ha inspirado a generaciones.
Una vida que trasciende siglos
Maria Branyas Morera, reconocida como la persona más longeva del mundo hasta su fallecimiento en agosto de 2024, vivió una vida extraordinaria que abarcó 117 años y atravesó algunos de los eventos más significativos del siglo XX.
Nacida el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, California, hija de padres catalanes, Maria vivió una vida marcada por la resiliencia, la adaptación y un profundo sentido de la familia y la comunidad.
En 1915, a la edad de ocho años, Maria se embarcó en un viaje transatlántico con su familia desde Estados Unidos hacia Cataluña, un viaje que cambiaría su vida para siempre. Durante la travesía, su padre falleció de tuberculosis, lo que dejó a su madre sola para criar a cuatro hijos en un país extranjero.
Este duro comienzo en la vida fortaleció su carácter y preparó a Maria para enfrentar los desafíos futuros, incluyendo las dos guerras mundiales y la Guerra Civil Española, eventos que recordaba con claridad incluso en su vejez.
A lo largo de su vida, Maria desarrolló una gran capacidad para adaptarse a los cambios y mantenerse activa. Se casó en 1931 con Joan Moret, un médico, con quien tuvo tres hijos. Su matrimonio duró 46 años hasta la muerte de Joan, y Maria continuó viviendo con independencia y lucidez hasta bien entrada la vejez.
A la edad de 93 años, se trasladó a una residencia en Olot, donde vivió durante más de dos décadas, manteniéndose activa, tocando el piano hasta los 108 años y utilizando una plataforma de voz a texto para comunicarse debido a la pérdida auditiva.
Maria se convirtió en un símbolo de resistencia cuando, en 2020, a los 113 años, sobrevivió al COVID-19, siendo la persona más anciana en recuperarse de la enfermedad. Este evento, junto con su longevidad, atrajo la atención de la comunidad científica, que estudió su caso en un esfuerzo por desentrañar los secretos de su excepcional salud y longevidad.
Maria Branyas fue una testigo viviente de más de un siglo de historia, y su vida es un testimonio de la fuerza del espíritu humano. A lo largo de los años, compartió sus reflexiones sobre la vida, el envejecimiento y la importancia de una vida ordenada, sencilla y llena de amor hacia la familia.
A pesar de su avanzada edad, mantuvo su lucidez mental hasta el final, convirtiéndose en un ejemplo para las generaciones futuras sobre cómo enfrentar los desafíos de la vida con gracia y dignidad.
El Legado de María Branyas
El fallecimiento de María Branyas deja un vacío en el registro de los supercentenarios, un grupo reducido de personas que han superado los 110 años.
Tras la muerte de la francesa Lucile Randon en enero de 2023, Branyas fue reconocida como la persona viva más longeva del mundo, título que mantuvo hasta su muerte.
.Su vida no solo es un testimonio de la evolución de la medicina y las condiciones de vida a lo largo del último siglo, sino también de la capacidad humana de adaptarse y resistir frente a adversidades extremas.
La longevidad de Branyas ha suscitado el interés de la comunidad científica. En los últimos años, participó en estudios destinados a comprender los factores que contribuyeron a su excepcional longevidad, incluyendo su genética, su estilo de vida y su entorno.
Aunque los secretos de su longevidad puedan ser objeto de especulación, Maria Branyas vivió su vida con sencillez y una filosofía centrada en la gratitud y el aprecio por los pequeños placeres de la vida.
Una Vida ejemplar
En sus reflexiones, Maria Branyas destacaba la importancia del trato humano hacia las personas mayores, subrayando que las sociedades modernas a menudo olvidan a aquellos que han dado todo durante sus años más productivos (euronews). Su vida y sus palabras nos invitan a reflexionar sobre cómo tratamos a nuestros mayores y a valorar las lecciones que solo los años pueden ofrecer.
La muerte de María Branyas es un recordatorio de la fragilidad y la belleza de la vida humana. Su legado perdurará no solo en los registros de longevidad, sino en la memoria de todos los que se conmovieron con su historia Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.