Una politóloga defiende el “derecho a delinquir” de los inmigrantes y enciende las redes
Arantxa Tirado, activista de izquierdas, politologa, profesora asociada en la Universidad Autónoma de Barcelona, incendia las redes sociales con un discurso en el que habla del "derecho a delinquir"
Arantxa Tirado (Barcelona, 1978) es politóloga y doctora en Relaciones Internacionales y en Estudios Latinoamericanos, además de profesora asociada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Activista radical de izquierdas, sus trabajos incluyen el estudio del lawfare contra los gobiernos de izquierdas en Latinoamérica o la importancia de la clase obrera, además de sobre la penetración de lo que ella llama "ultraderecha" en los barrios de Cataluña.
Estos días, Tirado, tertuliana en Julia en la Onda, de Onda Cero, se ha vuelto viral debido a un desafortunado comentario en la red social X.com, en el que le ha otorgado a los inmigrantes un curioso derecho. El derecho a delinquir. El derecho a no cumplir la ley.
En su posteo, redactado en castellano, Tirado publicaba que "la verdadera "integración" de los inmigrantes sería entender que una persona de origen extranjero que va a vivir a otro país tiene el mismo derecho a delinquir que una persona que ha nacido en ese territorio. Ni más ni menos, el mismo". Ver para creer.
Catarata de respuestas
La oleada de críticas hacia ese posteo no se ha hecho esperar. La publicación ya tiene una "nota de la comunidad" en la red social de Elon Musk (acotaciones que hacen los lectores a determinadas informaciones, para que otros lectores sepan a qué atenerse). Esa "nota de la comunidad" asegura que "El delito, por definición, es una conducta ilegal y contraria a derecho, por lo que no existe ni puede existir un "derecho a delinquir"", con un enlace al Boletín Oficial del Estado.
La catarata de reacciones ante el posteo de la profesora asociada universitaria ha sido tal que Arantxa Tirado ha tenido que suspender las respuestas y menciones a su publicación. Muchas de ellas, de juristas de reconocido prestigio. Todos ellos, silenciados por una adalid del "derecho a delinquir" salvo si ese 'delito' es que te canten las cuarenta en público. Entonces, mejor silenciar ese derecho.