El actor Luis Merlo padece Conspiranoia
Comparte tablas escénicas en el Teatro Alcázar junto a la gran actriz Natalia Millán, quien la temporada pasada deslumbró con su papel de diva de la televisión en el musical Bailo Bailo sobre Rafaella Carrá
Un momento de la obra teatral Conspiranoia en Madrid
El hijo de María Luis Merlo y Carlos Larrañaga ha vuelto a los escenarios. Y ha sido en el Teatro Alcázar de Madrid donde comparte tablas escénicas junto a la gran actriz Natalia Millán, quien la temporada pasada deslumbró con su papel de diva de la televisión en el musical Bailo Bailo en recuerdo a Rafaella Carrá.
El hermano de Amparo Larrañaga se encuentra inmerso junto a sus compañeros de escena en una Conspiranoia. Un reparto que se completa con el actor y maestro de la comedia Juanma Lumbreras, quien aporta un grado de comicidad que hace de su talento grande, y muy grande, al personaje. A su lado la actriz Clara Sanchís. Cuatro pedazo de intérpretes que hacen un texto que podría pasar inadvertido en una comedia de alto voltaje. Lejos de las comedias de barra de plaza de pueblo pequeño.
Cartel de la obra teatral Conspiranoia en Madrid
La función se representa de miércoles a domingo en la calle Alcalá, 20. La trama circula sobre la dicotomía sobre la forma del mundo. Plana o esférica. Ahí está la duda. Entre medias, todo lo que le sucede a cuatro amigos. Alguno matrimonio. El texto original de Marc Ángelet y Jordi Casanovas. Y la dirección a cargo de este primero. Una producción de Smedia. Cuatro personajes medidos en su texto y en su interpretación cuidada y al dedillo. Nada es gratuito. Aunque lo parezca. La comicidad no se halla en la dramaturgia sino en la forma de dar vida a esas palabras por parte de los actores.
Juanma Lumbreras es de esos actores de carrera. Estudió en la RESAD (Real Escuela Superior de Arte Dramático) de Madrid en los últimos años del siglo XX. Compañero de promoción del popular actor y marido de Candela Serrat, Daniel Muriel. Lumbreras deslumbró desde el principio entre sus coetáneos por su vis cómica. De una tragedia supo sacar la parte más cómica y reconvertir la tragedia en una comedia nada convencional.
75 minutos de risas garantizadas. El claro ejemplo de que un buen actor puede hacer un texto aún más grande. Con talento y profesionalidad. Y en cada momento sabiendo sacar lo importante de una palabra, una coma o un silencio. De miércoles a domingo en el Teatro Alcázar esperan estos cuatro maestros del arte de la interpretación.