Los regantes del Jucar-Vinalopó esperan a 2020 para tener acabado el trasvase
El trasvase del Júcar-Vinalopó es una clara muestra de la incapacidad política para solucionar el problema del agua. Ahora parece que por fin esta obra será una realidad en 2020.
A finales de septiembre arracarán por fin las obras definitivas del trasvase Júcar-Vinalopó. Una obra que debería estar terminada desde hace años y que debido a varios imponderables –sobre todo de dónde se debía trasvasar el agua, si de Cortes de Pallás o del Azud de la Marquesa- se han retrasado de forma reiterada perjudicando la productividad de la agricultura alicantina, sobre todo la de la comarca del Vinalopó, que ahora más que nunca, sufre el azote de la escasez de agua agudizada por una tremenda sequía. Además, este proyecto permitirá la recuperación de los acuíferos de la zona, muy castigados en los últimos años.
El proyecto ha recibido la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) lo que posibilitará que las obras se inicien a finales del próximo mes. La Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente ha comunicado a los agricultores y alcaldes de las localidades afectadas por el trasvase, que el inicio de las obras serán una realidad en unas semanas.
En la reunión, mantenida en Monóvar, asistió el director general del Agua, Manuel Aldeguer para explicar a los regantes de la Comunidad de Usuarios del Medio Vinalopó el inicio de los trabajos de la margen izquierda del post-trasvase Júcar-Vinalopó.
En la reunión había regantes y Ayuntamientos de la zona. Desde la Conselleria se explicó que pueden estar tranquilos porque esta vez sí que se terminará esta obra casi inaplazable. Pese a ello, los agricultores se mantenían "escépticos" porque se cumplan los plazos. Son muchos años de promesas e incumplimientos, aunque tanto el protocolo como el plan suponen un espaldarazo a las reivindicaciones de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y la Marina Baixa, que siempre ha reclamado caudales de más calidad que los que se almacenan en el Azud de a Marquesa. A la vez, es un jarro de agua fría para los regantes tradicionales del Júcar, que siempre han rechazado la vuelta al proyecto original.
Las obras del llamado Tramo 0, el que va del embalse del Toscar hasta la Comunidad de Regantes de PERCAMP comenzarán a finales de septiembre y en un año deben estar terminadas. Son 2'8 kilómetros en los se invierten poco más de 2'5 millones de euros.
Mientras se haga la obra del Tramo O se tramitarán los otros tres tramos. La previsión es que a finales de 2020 estén terminados los más de 36 kilómetros que tendrá la margen izquierda del Júcar-Vinalopó, que pueda entrar en funcionamiento, que llegue agua suficiente y buena y comiencen a recuperarse los acuíferos.