Casi 3.000 vecinos de Chiva ya tienen agua potable tras 50 años reclamándolo
El Ayuntamiento invierte 3 millones de euros en dotar de servicio de agua a sus urbanizaciones
Casi medio siglo después, el agua llegará a todas las viviendas de Chiva. El pasado 14 de mayo, el Ayuntamiento ponía en marcha las obras que dotan de suministro a cinco de las urbanizaciones y a sus casi 2.800 residentes que no disponían de este servicio básico.
Se trata de una demanda histórica, ya que desde que se comenzaron a construir viviendas unifamiliares en estas urbanizaciones, que no han dejado de crecer, no habían dispuesto de un suministro estable de agua potable las 24 horas del día los 365 días del año.
Con una inversión de casi tres millones de euros, con 2’7 millones de euros en la primera fase y 240.000 euros, en la segunda, esta actuación se ha convertido en la mayor obra ejecutada por el municipio con fondos completamente propios.
UTE Aguas de Chiva, encargada de la gestión de la red de agua, se han realizado todas las pruebas previas para su puesta en funcionamiento, pruebas de presión, limpieza y desinfección de la totalidad de la tubería, para asegurar que se está abasteciendo de agua de calidad a las urbanizaciones Olimar, Carambolo, Casa Parra, Atalaya y Altamar.
En concreto, se han acometido los 21,4 kilómetros de tubería en una obra de ocho meses para conectar el acuífero de La Solana, próximo al Polígono Industrial La Pahílla, hasta la zona de San Álvaro en el sector conocido como Chiva-5.
En la segunda fase, que se licitará en breve, se acometerá la obra de los tres kilómetros de tubería que faltan para conectar a la red a 3.040 viviendas de El Bosque, Loma de Miralcampo, Calicanto y Sierra Perenchiza, lo que beneficiará en torno a 9.000 personas más. La segunda fase tendrá un coste de 240.000 euros, que también asumirá con fondos propios el Consistorio. El resto de urbanizaciones se conectarán también con las obras de la segunda fase.
El agua potable para suministrar a las urbanizaciones de Chiva se extraerá de dos pozos de la partida de La Solana que pueden aportar un caudal en torno a 600.000 metros cúbicos anuales. Llevando esa cantidad de agua hasta los depósitos que abastecen a varias urbanizaciones se obtendrá un agua potable apta para consumo humano los 365 días del año.