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Buscando al “idiota” y al “payaso” que todos llevamos dentro

La Mutant cierra su programación de danza burlándose de la época actual

Buscando al “idiota” y al “payaso” que todos llevamos dentro

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Humor, crítica, la imperfección y lo inesperado… todo ello se dará cita sobre un escenario los próximos 11 y 12 de junio en La Mutant. La reconocida coreógrafa y bailarina argentina Ayelen Parolin llega a la sala municipal con un programa doble que explora las posibilidades de lo imprevisible y las figuras del payaso y el idiota.

Así, La Mutant cerrará su apartado coreográfico de la temporada con "la presencia de excepción" de Parolin, cuya experimentación en el campo de la danza la ha llevado a "integrar las imperfecciones del cuerpo y el humor en los espectáculos", dando lugar a un sello muy reconocible que en Valencia se podrá disfrutar con dos montajes diferentes, 'Wherever the Music Takes You II' y 'With'.

https://youtu.be/xMi774eQQeA

El primero de ellos es una pieza alegre y rítmica de veinte minutos en la que Parolin, transformada en una especie de "muñeca Michelin", reacciona a la agresión sonora que le provoca el piano de Lea Petras. Ambas forman un dúo escénico muy particular que pretende burlarse de la época actual, en la que triunfan la seguridad y los algoritmos predictivos y se olvida aquello que es imprevisible, la base del verdadero disfrute.

"En esta pieza lo impredecible es el objeto a seguir, de manera separada para cada una de nosotras, en la elección de las modalidades de trabajo y de escritura. Y que pase lo que tenga que pasar", señala la creadora en un comunicado.

Por su parte, 'With' (45 minutos), protagonizada por los bailarines Alessandro Bernarderschi y Éric Domeneghetty, persigue la reflexión de los espectadores desde la ingenuidad y la parte más "animal" del ser humano y el arte.

"En este dúo, me gustaría embarcarme en la exploración en alquimia comenzando por las figuras del idiota y el payaso, examinando su vulnerabilidad, insuficiencia, absurdo, y capacidad para ridiculizar", cuenta Parolin.

"No para representarlos, sino para ubicarlos dentro de nosotros mismos, y usarlo casi como un arma subversiva. Un arma cuyas explosiones pueden ser un medio para explorar la risa y la comedia. Personalmente, no encuentro nada más agradable o poderoso que escuchar a la audiencia reír", concluye.