Un año de la tragedia del hinchable en Mislata
4 personas han sido imputadas por delitos de homicidio por imprudencia y lesiones, pero todavía se sigue investigando, algo lamentan los padres que piden justicia para sus hijas.
Hoy, 4 de enero de 2023, se cumple un año de uno de los accidentes mortales más tristes de la historia reciente de la Comunitat Valencia, el de la feria de Mislata. En este, fallecieron dos niñas, cuyos padres todavía buscan justicia, y resultaron heridos siete menores más a causa de una fuerte racha de viento que provocó que el hinchable fuera tumbado. Hoy, la causa todavía sigue abierta con cuatro personas investigadas por dos delitos de homicidio por imprudencia y lesiones por imprudencia, sin perjuicio de ulterior calificación.
“Nos han robado la magia”, lamenta el padre de Vera, la menor de cuatro años que falleció en este trágico suceso. Los primeros informes llegados al juzgado apuntan que el castillo tenía cuerdas rotas y deterioradas. Varios testigos también afirmaron que en el lateral derecho de la atracción que se levantó por el viento no vieron que estuviera atado. Otros testimonios no lo recordaban.
Así mismo, el informe fotográfico de los agentes recogía cinchas rotas atadas a una farola, otra desgarrada y en mal estado y otras más seccionadas o con nudos a mitad de cuerda. Tras los indicios, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Mislata citó, inicialmente, en calidad de investigados al propietario y otro responsable del castillo hinchable y al ingeniero técnico que firmó los certificados de la instalación de esa atracción ferial.
La policía mantiene que este ingeniero del Ayuntamiento no reviso el hinchable ‘in situ’. Sin embargo, la versión del ingeniero es totalmente contraria a la del informe policial, pues él afirma que sí que realizó toda la supervisión previa en persona.
Los responsables del hinchable negaron ante el juez cualquier tipo de irregularidad y señalaron que no recordaban si ese día había acudido el ingeniero a supervisar la atracción. Otro de los imputados, en este caso el último, ha sido el técnico municipal que autorizó el montaje de la feria que tendrá que prestar declaración ante el juez el próximo 11 de enero.
“Nuestros hijos, al igual que nosotros, confían en que el tiempo ponga a cada uno en su lugar”, ha escrito es padre de Vera a través de su cuenta de Twitter. Además, añade: "Vera no tenía miedo a nada. Así despidió su último año, echando su carta de Reyes y con una ilusión terrible por vivir. Días después, unos monstruos de verdad se llevaron su vida y nuestra alegría, acabando con la magia. Maldito año, malditos monstruos, maldita vida”.