El silencio de la izquierda valenciana ante el duro caso del bebé de Vilamarxant

Hay silencios que son atronadores. El asesinato de un bebé a manos de su madre en la localidad valenciana de Vilamarxant ha consternado a este municipio del Camp de Túria por lo cruel del suceso. Al parecer, la madre, que atravesaba por problemas psicológicos, degolló a su hijo de once meses, y posteriormente se arrojó desde la azotea, donde la encontró la Guardia Civil que al acceder a la vivienda vieron el reguero de sangre y el cuerpo del bebé.

Desde el Ayuntamiento de Vilamarxant se decretó dos días de luto oficial y se convocó a las 12.00 horas un minuto de silencio a las puertas del Consistorio. Sin embargo, más allá del alcalde del municipio -de Ciudadanos- y de los concejales de la corporación municipal, algo llama poderosamente la atención: el silencio sepulcral que sobre este dramático suceso mantienen las autoridades valencianas del pacto del Botànic entre PSOE, Compromís y Unidas Podemos.

A diferencia de lo que sucede en otros crímenes de violencia, como los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas, o asesinatos de niños a manos de sus padres, donde las diferentes autoridades ponen un mensaje de repulsa de los hechos y donde la propia Generalitat Valenciana a través de la Abogacía se persona en la causa, en esta ocasión nadie se ha acordado del pequeño Eric, asesinado por su madre.

Ni el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ni la vicepresidenta Aitana Mas -responsable de las políticas sociales-, ni la cuenta de la Generalitat, ni la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ni ningún conseller ni alto cargo ha puesto un mensaje de condena por el asesinato de Eric o de solidaridad con sus familiares y con los vecinos de Vilamarxant. Nada, como si el crimen no existiera.

En más, al minuto de silencio convocado por el Ayuntamiento de Vilamarxant no asistió ningún diputado ni alto cargo de PSOE, Compromís o de Unidas Podemos, ni uno, con la excepción de Consol Barberà, coordinadora del área de servicios sociales, un cargo totalmente menor. Tampoco se realizaron minutos de silencio en otras instituciones como sí se hace cuando hay un asesinato de una mujer. Los crímenes, para la izquierda valenciana, parece que dependen de quién los cometa.