5 pueblos románticos para viajar este San Valentín en la Comunidad Valenciana

Se acerca San Valentín y es el momento de preparar la escapada de los enamorados para el 14 de febrero. La fecha exige un plan de San Valentín en un destino especial y la Comunidad Valenciana acoge varios pueblos románticos ideales para la ocasión. Desde perderse en el interior en pueblos con encanto de calles estrechas y empedradas con arquitectura histórica hasta pueblos marineros en Castellón, Valencia y Alicante.

Arte y naturaleza en Fanzara

Fanzara (Castellón) es un municipio de origen árabe que se encuentra situado en la comarca del Alto Mijares. Un lugar ubicado en un pequeño valle rodeado de montañas a los pies del río Mijares. El enclave ideal para desconectar de la rutina y dejarse llevar por su naturaleza y mucho más. Déjate sorprender por sus graffitis y descubre un lugar que desborda arte.

Este pueblo pequeño se ha convertido en todo un referente del arte urbano. Gracias a la creación del Museo Inacabado de Arte Urbano, MIAU, podrás contemplar, en las fachadas de las casas, en sus plazas y en cualquier sitio que te puedas imaginar, obras de artistas de todo el mundo. Se trata de poner en valor este tipo de arte y hacer que nos perdamos en destinos tan bonitos como este.

El MIAU lleva en marcha más de seis años y cuenta con graffitis de gran tamaño reconocidos internacionalmente. Sus más de 160 obras son las delicias de todos los turistas que vienen a visitar este pequeño pueblo. Algunos de los artistas que han pasado y han dejado su huella son el español Alberto Montes y Doa Ocampo, el uruguayo Colectivo Licuado, el chileno Mono González o la británica Anna Willow, entre otros muchos.

Además, si quieres disfrutar de la naturaleza, existen diferentes rutas por la montaña donde podrás conocer paisajes encantadores y vivir un día lleno de aventuras. Incluso podrás llegar a visitar las ruinas del Castillo de Fanzara y perderte por toda la historia que rodea a este municipio o descubrir lugares increíbles como la Cueva de la Muela, una magnífica cavidad fruto de la erosión del terreno calcáreo. Si después de ese largo paseo quieres refrescarte, puedes darte un buen chapuzón en su río.

El tesoro de Castellón: Peñíscola

Peñíscola es un destino que te enamorará, y solo necesitas recorrer su conjunto histórico-artístico para darte cuenta de las joyas que posee este rincón de la Comunitat Valenciana.

Uno de los elementos más significativos de este destino es el Castillo del Papa Luna, una gran fortaleza sobre una península rocosa en la costa del Mediterráneo. Además, viajarás a otra época con tan solo pasear por sus vías empedradas y disfrutarás de unas magníficas vistas del litoral de Castellón.

En el casco antiguo de Peñíscola caminarás por callejuelas empinadas y estrechas y contemplarás pintorescas casas blancas. ¡Solo querrás inmortalizar cada paso que des! Otro de los monumentos que no puedes perderte son sus murallas, el Portal Fosc y el Portal del Papa Luna.

Peñíscola esconde auténticos tesoros de la historia. Te animamos a descubrir lugares llenos de magia como el Bufador, una cavidad rocosa natural donde salta el agua del mar en los días de temporal, o el Baluarte del Príncipe y el Parque de Artillería.

La piedra viva en Bocairent

Bocairent (Valencia) es un destino con mucha historia y naturaleza rodeado por la Sierra de Mariola o el nacimiento de los ríos Vinalopó y Clariano.

Si nos adentramos en su casco antiguo, podemos encontrar monumentos muy importantes como la plaza de toros más antigua de la Comunitat Valenciana que está tallada en roca o ruinas medievales que nos harán viajar en el tiempo para descubrir la historia de este municipio. El barrio medieval de Bocairent fue declarado conjunto histórico-artístico nacional el año 1975. Sus casas apiñadas, sus calles estrechas y escalonadas le dan un aspecto muy peculiar. Además, la gran cantidad de fuentes que veremos por toda la zona del casco antiguo nos recuerda la importancia que ha tenido siempre el agua para el pueblo. También nos encontraremos con su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción construida sobre las ruinas del antiguo castillo árabe.

Pero, sin duda, lo que más llama la atención son sus cuevas y su arquitectura subterránea. Les Covetes dels Moros es una de las más representativas y cuenta con más de 50 ventanas o cuevas artificiales con aperturas al exterior del acantilado del Barranc del Fos. Estas cuevas están conectadas entre sí a través de cámaras y se ha descubierto que tenían como función ser graneros-almacenes de seguridad que datan de la época andalusí.

Paraíso en Chulilla

Chulilla, en la comarca de Los Serranos en el interior de Valencia, y pegada a un espectacular cañón formado por el río Turia, es una localidad de una belleza excepcional. Puedes empezar por todo lo alto, visitando su increíble castillo, de origen musulmán y encaramado a la montaña, que está abierto al público y desde el que vas a conseguir unas vistas realmente espectaculares del cañón.

Terminado tu recorrido por el castillo, ve bajando con calma adentrándote en el casco urbano de Chulilla y enamórate de sus calles estrechas y sus fachadas blancas. Una vez estés sumergido de lleno, te recomendamos visitar la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los ángeles, del siglo XVIII, y desde allí continuar hasta el mirador de La Peñeta para apreciar el magnífico paisaje del río Turia.

Paseando por calles y plazas que te enamorarán llegarás hasta la Ermita de San José o “San Josepe”, del siglo XVII, y te proponemos terminar en la conocida como zona de "La Ermita", para volver a disfrutar de una fantástica panorámica de Chulilla.

Seguimos con los puntos más espectaculares de Chulilla descendiendo hasta El Charco Azul, un remanso del río Turia entre altísimas paredes verticales que siempre sale bien en las fotos y que te va a dejar sin aliento, ¡es realmente bonito! La Ruta de los Pantaneros es otro de los grandes atractivos de Chulilla, que te lleva desde el casco urbano hasta el Paraje Natural Municipal de Los Calderones en las Hoces del río Turia, para disfrutar de una garganta y cañones espectaculares con puentes colgantes.

Dénia, pintoresco y marítimo

Además de ser reconocido por sus playas y calas, en realidad, Denia cuenta con un gran patrimonio histórico, cultural y gastronómico que lo convierte en especial en cualquier fecha del año. Conocer Denia a través de sus calles es toda una aventura, un viaje en el tiempo y una vuelta al origen. Solo tienes que acercarte al Barrio Baix la Mar para trasladarte a su pasado marinero y contemplar unas casas muy pintorescas.

Otro de los barrios que no puedes perderte es el de Les Roques. Aquí podrás descubrir parte de su legado. Les Roques formaba parte del Raval de tierra amurallado, era una zona de la ciudad árabe con sus casas de baño, molinos, hornos… Y, también, es la puerta de acceso al Castillo y Murallas de Dénia. Esta fortaleza, todo un símbolo de la localidad, se remonta a la época islámica.

Denia es la Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO y esto nos anima a saborear cada uno de sus rincones. Y es que, en Dénia, se fusionan los mejores productos del mar y de la huerta valenciana para crear platos de un alto nivel. El arròs a banda, l’espencat, el pulpo seco, la gamba roja o el suquet de peix son solo algunos ejemplos de la gran variedad y la riqueza de la cocina dianense.

Denia tiene playa y montaña. Ofrece agradables rutas senderistas, no puedes perderte la Vía Verde de Dénia o coronar la cima del Parque Natural del Montgó. Y por supuesto, cuenta con los mejores atardeceres en el mar, bien desde el paseo en el pueblo, el puerto o en cualquiera de sus calas más emblemáticas.