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La 'mafia rosa'

El negocio del coordinador de Lambda: sueldo irregular y marido y amigas cobrando del dinero público

El dirigente de la asociación LGTB, Fran Fernández, tiene un sueldo de 2.264 euros de la propia asociación que coordina y que recibe a su vez subvenciones públicas, algo prohibido según la ley

El coordinador de Lambda, Fran Fernández

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El coordinador de la asociación LGTB Lambda, Fran Fernández, lleva unos meses muy nervioso, desde que el PP llegó a la Generalitat Valenciana y ve peligrar el negocio que tiene con la asociación en torno al dinero público y las prebendas que ha recibido durante los años del Botànic. Eso explicaría sus campañas de boicot al Orgullo o los Gay Games o tácticas como filtrar conversaciones grabadas del director general de Diversidad. Y no es para menos, el coordinador de Lambda se juega más de 4.000 euros de dinero de los impuestos de todos que todos los meses entran en su casa.

En los últimos tres años, Fran Fernández se ha montado un suculento chiringuito a costa de las ayudas y subvenciones de la Generalitat y otras administraciones. De esta forma, el propio Fran Fernández cobra una nómina por importe de 2.421 euros al mes. No contento con su sueldo, el coordinador de Lambda tiene a su marido cobrando 2.264 al mes de la oficina Orienta que paga la Generalitat y cuya gestión cedió el Botànic a Lambda.

Esta práctica de tener a los familiares cobrando dinero público a través de Lambda no ex exclusiva de Fran Fernández. La actual gerente de Lambda, Marina Valiente, también figura como trabajadora del servicio público Orienta con una nómina mensual de 2.921 euros. Y casualmente, de todos los afiliados de Lambdados trabajadoras del servicio Orienta son Francisca y María Rosa Valiente, hermanas de la gerente de Lambda. Todo queda en familia en la dirección de Lambda. Eso sí, pagado por todos. 

Sueldos de Lambda

Posible ilegalidad en el sueldo del coordinador de Lambda

El ‘negocio rosa’ no queda sólo en los enchufes y sueldos entre familiares y dirigentes de Lambda, que es poco ético, pero estaría conforme a la ley, sino que además se podría caer en una presunta ilegalidad en el caso concreto de Fran Fernández. La ley reguladora del derecho de asociación, en su artículo 32, deja muy claro “que los miembros de los órganos de representación que perciban retribuciones no lo hagan con cargo a fondos y subvenciones públicas”.

¿Qué significa eso? Que Fran Fernández no puede cobrar como trabajador de Lambda, asociación que recibe ayudas y subvenciones públicas, si además es el coordinador de la misma. Ambos cargos, trabajador y coordinador, son incompatibles, y Fran Fernández estaría saltándose la ley desde hace tres años que accedió a la coordinación de Lambda

¿Ha cometido un lapsus el coordinador de Lambda con su incompatibilidad? A la vista delo que dijo en su reciente entrevista en À Punt, parece que sabe muy bien lo que hace y pese a la incompatibilidad ha seguido cobrando. En concreto, Fran Fernández pasó por los micrófonos de À Punt y aseguró que él no cobraba ningún sueldo de coordinador de Lambda. Y él mismo cita la ley de asociaciones y niega que otros miembros de la junta cobren -algo que es mentira porque la gerente también cobra-.

Sin embargo, luego Fran Fernández se ve obligado a matizar y reconoce que él si cobra desde hace diez años como trabajador de Lambda… Pero desde hace tres es coordinador y desde entonces eso es incompatible y no puede cobrar. Al pillarle con las manos en la masa, Fran Fernández separa su labor de coordinador y trabajador como si no fuera la misma persona, y señala que coordina Lambda “en su tiempo libre”, algo además falso porque estaba haciendo precisamente esa entrevista en horario laboral.

En definitiva, el coordinador de Lambda es como un animal herido que ve peligrar el gran ‘negocio rosa’ que se ha montado gracias a Lambda y el dinero público, y ya saben el dicho, los animales heridos son los más peligrosos, de ahí su campaña brutal contra la Generalitat boicoteando reuniones, el Orgullo y hasta pidiendo quitar los Gay Games a Valencia. Una “caza de brujas” que sus propios ex trabajadores han denunciado recientemente que él mismo practicaba en Lambda con “coacciones y acoso”. Al final, como ven, no es un tema de más o menos derechos, sino de más o menos dinero para los bolsillos de unos pocos.